• Poesía

    6 DE ENERO

    Cabalgan los Reyes Magos
    hacia la estrella indicada,
    para adorar al niño
    que ha nacido en madrugada.

    Melchor, Gaspar y Baltasar
    así se llamaban ellos.
    Llegaron desde Oriente
    hasta Belén en camellos.

    Cabalgaron muchos días
    por los campos y poblados
    portando bolsas y cajas
    y para el niño, regalos.

    El seis de enero llegaron
    al establo no adornado
    para celebrar su nacimiento
    y también para adorarlo.

    Malania

    Imagen: de la red

  • Efemérides

    DÍA DE LOS INOCENTES

    El Día de los Santos Inocentes se conmemora un episodio cristiano:
    la matanza de los niños menores  de dos años nacidos en Belén de Judea,
    orden dada por el rey Herodes I el Grande, con el fin de deshacerse del recién nacido Jesús de Nazaret.
    Los cristianos veneran a los Santos Inocentes como los primeros mártires.
    En el rito romano de la Iglesia Católica, la celebración tiene grado de fiesta  y se encuentra incluida en el calendario romano general.

    El Día de las Bromas también se celebra el mismo día, en Hispanoamérica y España, siendo que en otros países se celebra en Abril.

    Info de la red.

    Imagen propia

  • Poesía

    NACE EL NIÑO DIOS

    Bajo el cielo estrellado, en la fría noche,
    nace el Niño Dios, con su amor inmenso,
    en un humilde pesebre, entre los susurros,
    un canto de esperanza, sin ruido, sin murmullo.

    La alegría se extiende, como un manto de luz,
    en cada rincón, se encienden las sonrisas,
    el frío se olvida, la paz se hace canción,
    y en el aire flota la promesa de Redención.

    Pero entre las luces y el dulce cantar,
    hay sombras que susurran, recuerdos al mar.
    La soledad se cruza con la nostalgia de antaño,
    y la tristeza susurra su eco lejano.

    En el corazón del pueblo, en cada alma herida,
    resuena la esperanza de una nueva vida.
    Porque al nacer el Niño, no hay dolor que resista,
    y la Navidad es la respuesta a la herida.

    Es la luz que transforma, que cura y que salva,
    un refugio para el alma, cuando la vida no habla.
    Y en este diciembre, entre risas y llanto,
    recordamos que el amor es siempre el encanto.

    Que la Navidad nos abrace en su más puro cantar,
    y aunque el camino sea largo, siempre habrá un hogar.
    Porque al Niño Dios, entre susurros de fe,
    le damos el alma, la esperanza, y la piel.

    Malania

    Imagen propia