TU AUSENCIA
Me preocupa,
me pone triste,
tu prolongada ausencia.
Extraño tus caritas…
de alegría, de gruñón,
sonrojadas, corazón…¿Dónde estás estrella mía?
¿Dónde estás, que no te veo?
Se ha nublado hoy el día,
tal vez ¿será por eso?No quisiera verte triste.
Tu alegría me contagia,
me ilumina, me da vida
en mi cielo, te cuidaría.Vientos que vienen y van
me hablan de tu silencio
de tu soledad ignota,
de tu dulce majestad.Te quiero más cada día,
te reclaman mis espacios,
cuando faltan tus abrazos.
Vuelve pronto, vida mía.Malania
Imagen: de la red.
ESBELTAS PAPAYAS
Más sin cuidados
nacieron de semillas
crecieron solas.Con muchos frutos
se van hacia lo alto
sin detenerse.Juegan a crecer
esbeltas, colosales,
más altas que ayer.Y les pregunto
¿Hasta cuándo crecerán?
No me responden.Si no me escuchan.
Las acaricia el viento,
la lluvia y el sol.Quizás ni duermen
saludando a las nubes
y a las estrellas.Malania
Imagen propia
AZABACHE
Como casi a diario, hoy lo esperaba sentado sobre una silla.
Cuando escuchó que el picaporte giró, sus ojos destellaron alegría,
como dos estrellas brillantes entre su pelaje azabache.
La compañía mutua les alegra, les quita soledad, les brinda regocijo.
Con sus tres patas audaces bajó de su pedestal para pedir caricias con ronroneos. Tendido sobre el piso, sus malabares con gracia asombran.
Se manifiesta con arte fascinante, para hacerse entender de diferentes formas.Malania
Imagen: M.J.T.
ENTRE AMIGAS
El pasto verde del parque se extendía como un tapiz bajo el brillante cielo azul de un día soleado. Tres perras corrían felices, cada una con su propia personalidad, pero todas compartiendo un mismo objetivo: la pelota.
Una labradora marrón, juguetona, llamada Siberia, era la más grande del trío. Con su energía desbordante, saltaba y ladraba, intentando llegar primero a la pelota. Su pelaje relucía al sol mientras corría con determinación.
A su lado, la perra blanca dorada, llamada Himalaya, rápida y astuta. Con su cola ondeando, se escabullía entre las patas de las otras dos, buscando la oportunidad perfecta para hacerse con la pelota. Su ladrido agudo resonaba en el aire mientras jugaba con la agilidad de una gacela.
Por último, estaba la más pequeña, una bulldog francés llamada Mumbai. Aunque no era la más rápida, su estrategia era brillante. Se sentaba con calma, observando a sus amigas mientras corrían, esperando el momento ideal para actuar. Con un resoplido característico, se lanzaba de repente hacia la pelota cuando veía que las otras estaban distraídas.
Las tres perras jugueteaban, persiguiendo la pelota que rodaba de un lado a otro, llenando el aire con ladridos de emoción. Cada una creía que podía ser la primera en atraparla, pero la pelota parecía tener vida propia, escapándose de sus patas en el último momento.
Finalmente, en un movimiento inesperado, Himalaya se lanzó en picada, logrando llegar a la pelota antes que las otras dos. Con un salto triunfal, la tomó entre sus dientes y comenzó a correr, riendo en su propio idioma de ladridos.
Pero Siberia y la pequeña, aunque sorprendidas, no se detuvieron y velozmente se le acercaron para disputar el balón.
La astucia de las tres hizo reír a los que las observaban. Y entre risas y ladridos todo fue diversión compartida entre amigas.
Cuando se cansaron, corrieron en busca de agua para beber, oportunidad que tuvieron sus dueños para esconder la pelota.
Felices, terminaron tiradas en el pasto dominados por el sueño.Malania
Imagen: N. G.
MIELERO
En el bosque donde crece el cactus,
bajo el sol ardiente, un mielero danza,
entre espinas y flores, su canto es un lazo,
tejiendo en el aire dulzura y confianza.Las lianas se enredan en sueños ocultos,
bailan al viento, como susurros suaves,
y en el jardín, donde la vida se asienta,
cada hoja brilla, luego se marchita y cae.En su vuelo ligero, el mielero se asoma,
trae en su pico la comida a sus pichones,
alimenta la vida con su canto y su aroma,
regando bosque y jardín con sus emociones.Malania
Imagen: Rosana G. B.
BAILANDO EN MI SOLEDAD
Dejando cantar el silencio, él sigue bailando,
mientras las horas no se pueden detener
y el tiempo continúa su viaje.
Todo parece un sueño pero es la realidad,
la fantasía tan viva juega con la ilusión.Bailando en mi soledad se dice muy suavemente:
ese hombre que va marcando el compás lleno de felicidad.Su risa a los cuatro vientos se siente
entre el encanto presente que lo llama a no detenerse.Bailando en mi soledad va repitiendo hasta salir el sol
sin dejar de hacerlo y pareciera querer volar sin destino.Autor: Miguel Márquez
Imagen: Malania
LAS OLAS Y EL VIENTO
(Imagen propia)
Las olas vienen y van…
No tienen…ni principio ni final, ni final.
¡No se cansan de llegar o de regresar!
¡Es su misión primordial!Como eternas compañeras,
conocen los secretos
que encierra la inmensidad.
¡Son inmortales sin protestar!Cantan, suspiran, silban,
se contraen, se expanden,
en un patrón regular…
es un misterio que jamás podremos descifrar.El viento, en complicidad,
las lleva de la mano
y nunca las va a soltar…
juntos, recorren distancias
como enamorados en alta mar…
¡Él, siempre romántico,
demostrándoles amor de verdad!
Las olas y el viento como creación magistral
te ofrecen…¡Relajación total!Autora: Sira Vargas de Biheller
Tucacas- VenezuelaImagen: Sira Vargas de Biheller
SIN RESPUESTAS
¿Por qué te ocultas
detrás de la pantalla?
¿Por qué estás
detrás del sol de la mañana?
¿Por qué arrasas mi camino
y toda mi alma?
¿Por qué silencias
como el viento en calma?
¿Por qué estás aquí
pero estás allá?
¿Por qué te veo
en las cosas más simples?
¿Serás sencillo
o tal vez muy orgulloso?
¿Por qué siento celos
cuando descubro el rocío?
¿Será que es cierto
que estás en celo
desde el 1 de enero?
¿Será que ha despertado
en mí un sentimiento?
¿Será que no me entero
y es que ya te quiero?
¿Llegaré a tu cima
o caeré en mi sima?Malania
Imagen: de la red
CONSEJO MATERNAL
Hoy, tercer domingo de Octubre, se celebra en Argentina, como todos los años, el Día de la Madre y Día de la Familia.
Esta poesía, cuyo autor es Olegario Víctor Andrade, la recité en uno de los actos escolares de primaria.
No la olvido y creo que no la olvidaré jamás.“Ven para acá, me dijo dulcemente
mi madre cierto día,
(aún me parece que escucho en el ambiente
de su voz la celeste melodía).Ven y dime qué causas tan extrañas
te arrancan esa lágrima, hijo mío,
que cuelga de tus trémulas pestañas
como gota cuajada de rocío.Tú tienes una pena y me la ocultas:
¿no sabes que la madre más sencilla
sabe leer en el alma de sus hijos
como tú en la cartilla?¿Quieres que te adivine lo que sientes?
Ven para acá, pilluelo,
que con un par de besos en la frente
disiparé las nubes de tu cielo.Yo prorrumpí a llorar. Nada, le dije,
las causa de mis lágrimas ignoro;
pero de vez en cuando se me oprime
el corazón, y ¡lloro!…Ella inclinó la frente pensativa,
se turbó su pupila,
y enjugando sus ojos y los míos,
me dijo más tranquila:Llama siempre a tu madre cuando sufras
que vendrá muerta o viva:
si está en el mundo a compartir tus penas,
y si no, a consolarte desde arriba.Y lo hago así cuando la suerte ruda
como hoy perturba de mi hogar la calma,
invoco el nombre de mi madre amada,
¡y entonces siento que se ensancha mi alma!”Texto e imagen de la red.
Biografía:
Olegario V. Andrade nació el 6 de marzo de 1839. Aunque existen discrepancias sobre el lugar donde se produjo el mismo, el acta de su nacimiento y otros datos coinciden en que nació en Alegrete, Departamento de Río Grande del Sur, Brasil.
Falleció en Buenos Aires el 30 de octubre de 1882, a causa de un ataque cerebral.
Su sepelio fue una muestra del reconocimiento general a su obra. Habló el presidente de ese momento, Julio A. Roca, y recitaron sus composiciones poéticas personalidades del mundo de las letras.
Sus restos se encuentran en el Cementerio de la Recoleta, y un busto suyo se halla en el Jardín de los Poetas de El Rosedal de Buenos Aires.NATURALEZA HUMANA
Huir del viento,
para que no te dañe la piel.
Huir del sol,
para que no te queme ni te salgan manchas.
Huir de la lluvia,
para que no se te estropee la ropa.
Huir del calor,
encerrándote en una fresca habitación,
para no sofocarte.
Huir del frío,
para no tiritar y pescarte una gripe.
¡Y de cuántas más cosas!
De la guerra, de un tornado,
de un animal salvaje,
de un grupo humano agitado.
Podríamos agregar muchos más.
Huir. Huir. Huir.
Pero…NUNCA HUYAS DEL AMOR.Malania
Imagen: propia