• Poemas

    SENTADA SOLA

    Te vi sola y lejana, sentada, guardabas silencio,
    tu voz callada mientras el tiempo se iba.

    Te vi en tu tristeza, quise acercarme pero no pude,
    dejé seguir el momento, no logré entender tu pena.

    No me animé a preguntar, tuve miedo a molestar,
    el viento mecía suave tu cabello, parecía acariciarte.

    Sentada sola estabas, en mí las preguntas,
    ¿Por qué? sin respuestas, cómo saber qué te hiere.

    Te vi y nada pude hacer, cómo calmar tu dolor,
    no puedo olvidar, tú llorabas, tan solo miré sin hacer nada.

    Sentada sola ahí en ese viejo banco de una plaza casi vacía,
    me faltaron palabras para llevarte consuelo,
    me fui también, llorando y no comprendí.

    Autor: Miguel Márquez

    Imagen: Rubén E. Ch.

  • Prosa Poética

    EMOCIONES HOY

    Reflexión dirigida a emociones:

    Tristeza, te permito estar cuando lo necesites, porque sé que sentirte no es debilidad, sino un acto de amor hacia mí mismo.
    Miedo, te escucho con atención, porque aunque a veces me paralizás, también me recordás lo valiente que puedo ser.
    Dolor, te agradezco, porque aunque dolés mucho, traés contigo la promesa de sanación y fortaleza.
    Alegría, gratitud y abundancia les doy la bienvenida y les agradezco porque a través de ustedes me permito disfrutar de las pequeñas cosas como un abrazo cálido, el aroma del café, la sonrisa de un ser querido o el simple hecho de respirar.
    Me permito vivir plenamente el aquí y ahora, sabiendo que la vida se construye en esos momentos simples y mágicos.

    Hoy reconozco que los desafíos forman parte de este viaje. Acepto que no siempre estaré bien, pero también sé que cada obstáculo trae consigo una oportunidad para aprender y crecer. Decido transformar cada tropiezo en un peldaño hacia mi mejor versión.
    Mientras camino este sendero, elijo cuidar de mi cuerpo, mi mente y mi espíritu. Hago espacio para lo que me nutre, lo que me equilibra y lo que me conecta conmigo mismo y con los demás. Agradezco por todo lo que tengo y por todo lo que está por venir, confiando en que cada paso que doy tiene un propósito.

    Autora: Escritora Sonia Coutto

    Imagen: Gentileza Ricardo Gamero.

  • Relatos

    ALEGRÍA Y TRISTEZA

    DESCRIPCIÓN NO PERSONAL
    UN DÍA DOMINGO


    No todos son iguales, por supuesto, dijo Ricardo.
    Pero lo he pensado así, y lo describiré de esta manera:
    El día, comienza con alegría -es el día del Señor- y del necesario y ansiado descanso para muchos y, además para algunos el de reunión de la familia.
    Hay alegrías, charlas, almuerzos, brindis, en fin: día de compañía y de compartir cosas… Y luego la tarde, el mate, el sosiego que … marca el comienzo de lo que será algo así como una sensación de tipo agridulce, compuesta por un lado de plenitud por lo que se han vivido horas felices y por otro el nacimiento de algo así como una cierta nostalgia y casi tristeza, porque eso se acaba y es la separación de cada uno tomar su rumbo y comenzar a pensar en el día de mañana (lunes), inicio de la semana laboral con su rutina de trabajo -bendición para el que lo tiene y sufrimiento para el que no-, el de volver a las obligaciones, con sus cargas y cansancios,  agotamientos -en algunos físicos en otros mentales-, sus responsabilidades y, a veces preocupaciones.
    Y por último Ricardo agregó:
    -Creo, en esta descripción, se me quedaron cosas en el tintero. Hay mucho para reflexionar, y es, debe ser, distinto según sea para una u otras personas, según su situación o momento de vida por el que esté atravesando.

    Malania

    Imagen: Javier A. T.

  • Poesía

    NACE EL NIÑO DIOS

    Bajo el cielo estrellado, en la fría noche,
    nace el Niño Dios, con su amor inmenso,
    en un humilde pesebre, entre los susurros,
    un canto de esperanza, sin ruido, sin murmullo.

    La alegría se extiende, como un manto de luz,
    en cada rincón, se encienden las sonrisas,
    el frío se olvida, la paz se hace canción,
    y en el aire flota la promesa de Redención.

    Pero entre las luces y el dulce cantar,
    hay sombras que susurran, recuerdos al mar.
    La soledad se cruza con la nostalgia de antaño,
    y la tristeza susurra su eco lejano.

    En el corazón del pueblo, en cada alma herida,
    resuena la esperanza de una nueva vida.
    Porque al nacer el Niño, no hay dolor que resista,
    y la Navidad es la respuesta a la herida.

    Es la luz que transforma, que cura y que salva,
    un refugio para el alma, cuando la vida no habla.
    Y en este diciembre, entre risas y llanto,
    recordamos que el amor es siempre el encanto.

    Que la Navidad nos abrace en su más puro cantar,
    y aunque el camino sea largo, siempre habrá un hogar.
    Porque al Niño Dios, entre susurros de fe,
    le damos el alma, la esperanza, y la piel.

    Malania

    Imagen propia

  • Prosa Poética

    HAZ TU MAÑANA ESPECIAL

     Deja cantar ese pájaro tempranero en tu ventana.

    Déjalo que venga a despertarte aunque el sol no quiera mostrarse.

    Deja hablar a la soledad y baila con el sonido que regala el silencio.

    Recuerda tras las nubes, el sol. Siempre está,
    puede suceder que se tome un descanso sin privarnos su luz.

    Si tu día es con lluvia y la tristeza quiere ganarte, haz tu mañana especial.

    Todo depende de ti, de tus ganas, tus fuerzas, tu voluntad.

    Canta y ríe y lo malo se alejará lentamente regalando sonrisas.

    Autor: Miguel Márquez
    Imagen:

  • Poesía

    JACARANDÁS

    En la arboleda donde el viento canta,
    el sol se filtra, tímido y dorado,
    y entre los árboles, su sombra encanta,
    un mundo verde, en paz, abrazado.

    Los jacarandás de flores violetas,
    pintan de sueños el cielo lejano,
    y sus pétalos, cual seda ligera,
    alfombran senderos desde muy temprano.

    En sus ramas, los pájaros se esconden,
    para romper la tristeza de hombres callados,
    con sus trinos del alma, al paisaje responden,
    al respirar de un jardín un poco olvidado.

    Así, entre árboles y flores en calma,
    la arboleda cubre de quietud los seres,
    y los jacarandás sus flores derraman,
    aliviando corazones con males de ayeres.

    Malania

    Imagen: de la red.

    Avenida de Buenos Aires

  • Relatos

    MORETONES

    25 de noviembre: Día Internacional de la lucha contra la violencia de género.

    A Celia Raquel la llamaban Cera. Ella atribuía ese apodo a las dos primeras sílabas de sus nombres, pero los compañeros de la escuela lo asociaban con el color de la piel pálida y mustia y se lo decían sin piedad. Siempre fue de perfil bajo y muy buena en los estudios. Pero a los padres no les importaba eso, eran humildes al extremo y necesitaban que su hija trabaje a la par de ellos. Asistió a la escuela solamente hasta segundo grado, pero a pesar de eso nadie la podía engañar en cuentas de matemáticas ni en ortografía. O quizás la enseñanza de antes ¿era mejor que la de hoy día? Es algo que siempre me pregunto.
    Cera tenía 15 años y cuidaba de sus hermanos menores cuando sus padres se ausentaban para vender sus productos de la chacra.
    Un día sábado llegaron a su casa los padres de la novia de su hermano Mikel. Venían en son de hacer un trato entre las dos familias. Mikel quería casarse con Irena, pero los padres de la chica aceptarían esa unión únicamente a cambio de Cera, la que debía casarse con el hijo de ellos y hermano de Irena, llamado Mejailo. Como los jóvenes “no tenían ni voz ni voto”, al poco tiempo se llevaron a cabo las bodas, el mismo día para ambos. La fiesta de Irena y Mikel duró una semana completa en la casa de Mikel, mientras que la de Cera y Mejailo se realizó en la casa de este último. Como no quedaba lejos una de otra participaban en cada una en diferentes horarios. Las fiestas se caracterizaban por la música, el baile y la comida típica y casera.
    Irena tuvo tres hijas mujeres mientras Cera, quien tuvo a su primer hijo al año de casada, después tuvo cuatro hijos más. Nunca contó si se casó por amor o por obligación. Nunca se vio que la pareja se diera un beso o un abrazo, ni siquiera se tomaban de la mano.
    La hija menor de Cera, María Eulalia, vivía aterrorizada por el comportamiento de su padre. Cuando llegaba a su casa alcoholizado, golpeaba a su madre dejándole moretones en sus piernas, rompía lo que encontraba a su paso y la destrataba con palabras obscenas. Nunca supo por qué su padre se comportaba de esa manera con su madre, porque a sus hijos no los tocaba, nunca les hizo daño. Ella consideraba a su madre una santa, porque trabajaba todo el día en su casa para que no le faltara el pan en la mesa diaria.
    Nunca contó nada a sus hijos, del tema no se hablaba en la casa. Pero sí los uniformados venían y se lo llevaban. Muchas veces fue preso por darle golpes a su madre, los vecinos se encargaban de denunciarlo ante las autoridades policiales. Pasado el día, la mujer le llevaba ropa limpia y comida, y luego lo dejaban en libertad. Quizás ella misma por lástima, pedía que lo liberaran.
    María Eulalia nunca le tuvo rencor, respetaba a sus padres, aunque él haya sido un golpeador. Cuando enfermó, la madre lo cuidaba día y noche, hasta el momento de su muerte. La mujer, a pesar de haber podido reconstruir su vida con otro hombre, prefirió vivir sola el resto de su vida, por más de diez años.
    María Eulalia recuerda con mucha  tristeza los moretones en las piernas de su madre y el jarrito de aluminio todo magullado, sobre el brocal del pozo, colgado de un grueso clavo,  con el que tomaban el agua pura del pozo de vertiente. 

    Malania

    Imagen de la red

  • Descripción,  Poesía

    VAQUITA DE SAN ANTONIO

    Mariquita, Vaquita de San Antonio o Catarina, son una familia de insectos coleópteros. Muchas especies se alimentan de pulgones por lo que contribuyen a controlar estas plagas. La mayoría son depredadores carnívoros que se alimentan de insectos como áfidos y cochinillas. Otras especies se alimentan de plantas y hongos.
    Las especies que depredan plagas agrícolas se consideran insectos beneficiosos.

    Quien sabe cuántos nombres más tiene ese animalito que es útil para el jardín y plantaciones varias.

    En el jardín, las vaquitas de San Antonio,
    con diferentes colores, marcan su territorio.
    Vuelan ligeras, como un susurro en el viento,
    brillan en el sol, dejando su encantamiento.

    Alegran los días con sus paso sinceros,
    pasean sobre hojas, un camino viajero.
    Entre risas y sombras, su espíritu juega,
    la vaquita de San Antonio, siempre despliega.

    En cada rincón, un destello de vida,
    en su vuelo ligero, la tristeza se olvida.
    Con colores vibrantes, su magia contagia,
    en el aire, en la tierra, ¡la alegría es su equipaje!

    Malania

    Imágenes: R. E. Ch. y de la red

    Imagen: Gentileza de Ricardo G.

  • Cuentos,  Relatos

    EL DINERO NO ES TODO

    Continuación de la Primera parte publicada el día 29-09-2024……

    “No quiero volver a la pudrición de vivir sólo por el dinero”…

    Segunda parte

    No quiero pasar lo que pasé cuando estuve en Norte América, comentó Rubén. Necesito volver a la luz, a la verdad, volver a vivir como cualquier ser de luz (que no he vuelto a ser por casi 20 años).
    Entendí que me había sacado una capa de encima, -como si fuese una cebolla-.  Pero no tengo en claro cuántas capas más debo retirar de mi caparazón de tristezas para volver a ser lo que una vez creía que era, sin darme cuenta de en qué me estaba convirtiendo -con el paso del tiempo- que simplemente era en otra cosa que nunca quise ser, ni siquiera entendí por qué llegué aún muy confundido, a ciertas situaciones terribles de mi vida, sólo intentando que no me hagan más daño, y cuidando de no hacer daño a nadie. Toda una vida loca.
    Quizás, la lectura de ayer (sobre “Anatomía de un ataque Arcóntico” de Patrick Herbert) del sitio “Biblioteca Pléyades”, me acercó ciertos conceptos importantes para poder entender mejor la verdad de las cosas y “qué es lo que está pasando” en el mundo, realmente.
    Desde hace cierto tiempo, unos 12 a 15 años atrás, sentí como que algo o alguien definió que yo ya estaba “como maduro” para aprovechar mis sentimientos, y desde allí empezó una campaña de terror sobre mí, para cosechar/ordeñar mis sentimientos de miedo y angustia. Era una cosa que intentaba catalogar de loca, de que no podía ser, de que un Dios bueno (épocas que creía que un dios bueno nos cuidaba) no podía dejar hacer tales cosas con la gente que Él cuida, ni dejar que seres malvados tomen posesión de uno de “sus hijos”. Pensaba: “Si yo, a los cachorritos de mi perra de raza doberman, no los vendía a la gente que me parecía que no tenía amor por los perros (y eso que me darían buena cantidad de dinero por ellos), y se los regalaba a aquellos que no tenían dinero, pero los veía con tanto amor por los animales… ¿Cómo Dios no haría mucho más por mí?
    Después… vi que eso no pasaba.
    Que mis miedos y angustia eran cada vez más fuertes. Y no era sólo una sensación, sino que la vida, aun teniendo en ese tiempo buenos ingresos económicos, se me presentaba angustiante, terrible y esquiva. Finalmente terminó en lo que terminó en 2012.
    Al volver a Argentina pensé que era el designio de Dios. Que aquí Dios me cuidaría mejor, quizás. Que como aquel país del norte es el paraíso del mal, no debí haber pensado en ir allá, como lo había intentado siempre, desde adolescente. Que ahora, estando en mi país, adonde yo pertenecía, un dios bueno me cuidaría de nuevo. Pero me equivoqué una vez más. El juez que me tocó en el reclamo sobre mí por denuncias mentirosas hizo –porque no pude pagar una fianza de mucho dinero, que es lo que me pidió- lo necesario para que vuelva al infierno, donde me torturaron hasta que entendí que sólo los delincuentes salen libres. Acepté convertirme en falso delincuente, para que me soltaran, me liberaran del suplicio, y así poder volver a Argentina, mi país de origen.
    Para este momento, ya Dios no era ninguna entidad para mí. No queda nada de esas ideas. Con todo lo que me pasó, pienso que a este mundo lo controlan los demonios. Y que la única posibilidad de estar alejado de ellos es que no te identifiquen como una probable “vaca lechera” de emociones negativas. Yo perdí. Ya estoy catalogado. Todo ocurrió en aquel país, donde los sentimientos de envidia, angustia, y todo tipo de tensiones emocionales negativas son las reglas que manejan la vida de los habitantes. Por eso hay tantas muertes, tanta delincuencia. Por eso también hay tantas historias de gente que pasa de “millonario” a vagabundo, o “linyera”, y también al revés. Hay tantas almas dando vueltas con tantos sentimientos negativos para “colectar” que, a veces, los diablos  se olvidan de los anteriores, o bien les permiten volver a su vida para luego poder “ordeñarlos” de sentimientos negativos mucho mejores, más fuertes, después de haberles permitido tener esperanzas en una vida mejor. En eso caí yo. Pero siempre creo que todas las cosas tienen alguna salida, y tengo que encontrarla.
    Lo bueno es que ya sé que no hay un dios que nos cuide, o al menos a las almas como la mía, que ya cayó en manos de los demonios que controlan esta parte del universo donde estoy. Y también sé que estos entes tratarán de hacerme todo el daño posible –a través de cualquiera- para hacerme generar miedos, angustias, y todo tipo de sentimientos negativos de los que ellos se alimentan. Y finalmente sé que es probable que lo consigan, porque aún no estoy dispuesto a morirme y abandonar este sector del universo donde estoy puesto a prueba, pero, a la vez, estoy trabajando en evitar mi sentimiento de odio, que supongo es lo más delicioso para alguien que se alimenta del mal. Quizás pueda alejarles con mi voluntad de no hacer daño a nadie, ni pensar en ganar mucho dinero.
    Hoy el ataque de estos demonios viene a través del indio que vive en la misma propiedad que habito, en el departamento que está adelante del mío, de esta casa donde vivo mi miseria actual. Siendo una persona tan primitiva este indio (no creo que lea nada más fuera del Whatsafpp en su teléfono), entiendo que lo podrán manipular con facilidad. Y por eso hoy está atacándome con lo que puede. Ahora que lo entendí, voy a operar contra eso, tratándolo de la mejor forma posible, y no haciendo caso a las provocaciones de él. Será “uno fuera”.
    Ahora decido que vuelvo a mi vida. Estoy despierto. El sueño del amanecer ya pasó. Una vez más, pude esclarecer dónde está el mal, y lo que hace. Ya no me volveré a dormir por hoy, creo.

    Continuará el domingo 13 próximo.

    Malania

    Imagen: Propia y de la red

  • Poemas

    LA TRISTEZA MUY DENTRO

    La tristeza,
    prendida como atada a su alma,
    lleva pena muy dentro.

    Es el rostro,
    la imagen del sufrimiento,
    las huellas del tiempo muestran cicatrices

    La tristeza,
    muy dentro deja ver hacia fuera
    todo el daño con el ir de los años.

    Ya sin nada consigo, solo carga humildad,
    la pobreza en el ser y el hambre del día pero,
    igual sigue andando.

    Autor: Miguel Márquez
    Imagen de la red