• Poemas

    BAILANDO EN MI SOLEDAD

     Dejando cantar el silencio, él sigue bailando,
    mientras las horas no se pueden detener
    y el tiempo continúa su viaje.
    Todo parece un sueño pero es la realidad,
    la fantasía tan viva juega con la ilusión.

    Bailando en  mi soledad se dice muy suavemente:
    ese hombre que va marcando el compás lleno de felicidad.

    Su risa a los cuatro vientos se siente
    entre el encanto presente que lo llama a no detenerse.

    Bailando en mi soledad va repitiendo hasta salir el sol
    sin dejar de hacerlo y pareciera querer volar sin destino.

    Autor: Miguel Márquez

    Imagen:   Malania