BAILANDO EN MI SOLEDAD
Dejando cantar el silencio, él sigue bailando,
mientras las horas no se pueden detener
y el tiempo continúa su viaje.
Todo parece un sueño pero es la realidad,
la fantasía tan viva juega con la ilusión.Bailando en mi soledad se dice muy suavemente:
ese hombre que va marcando el compás lleno de felicidad.Su risa a los cuatro vientos se siente
entre el encanto presente que lo llama a no detenerse.Bailando en mi soledad va repitiendo hasta salir el sol
sin dejar de hacerlo y pareciera querer volar sin destino.Autor: Miguel Márquez
Imagen: Malania