• Poemas

    COMO EL BENTEVEO

    La niebla vagaba por la pradera sin ánimo de desaparecer.
    El viento la barrió hacia el norte con la intensión de alejarla.
    Según él, ella eclipsaba el paisaje verde y azul.
    Quizás en su glosario no existían definiciones lascivas
    y su enfado, si bien no era ostensible, latía.
    Hoy, ninguno de los dos piensa de manera sistemática como ayer.
    Ella es como un benteveo atesorando pedacitos de luna en el hueco de un árbol. O como un colibrí cuidando a sus pichones en la rama de un árbol,
    de la casa de una abuela tranquila.
    Mientras tanto, él atesora algodones de nubes azules, en su agitado corazón.

    Malania

    Imagen: Gentileza de Rubén Ch. y Ricardo G.

     
     

     

  • General

    AMOR SIN FRONTERAS

    Allá por el año 2007 leí este artículo, y fue tan grande mi alegría y mi emoción, que decidí compartirla.

    “Amor sin fronteras”

    “Esta escena apenas representa un sector teñido de celeste y blanco. Pero la imagen se repitió por todo el estadio Camp Nou, que registró una multitudinaria presencia de simpatizantes argentinos que desde distintas ciudades de Europa se trasladaron hasta Barcelona para seguir al equipo de Pekerman. No faltaron banderas ni camisetas, por ejemplo de River, Boca, Estudiantes, Banfield, Newell´s y Rosario Central, que hasta tiene una peña en la ciudad condal denominada Club Central de Catalunya”.

    Info e imagen de la red.

  • Efemérides

    DÍA DE LOS ENAMORADOS

    Cada 14 de febrero,  el mundo celebra el amor, el cariño y la amistad a través de lo que se conoce como Día de San Valentín.
    La festividad tiene sus raíces en la antigua Roma.
    Se cree que San Valentín fue un sacerdote que, en el Siglo lll, desobedeció la orden del emperador Claudio ll de prohibir los matrimonios de jóvenes soldados, argumentando que los hombres casados eran malos soldados.
    El Papa Gelasio l formalizó el culto al santo, a fin de cristianizar la celebración pagana de Lupercales, que tenía lugar en febrero.

    Información de la red.
    Imagen: de la red

  • Poemas

    ERES

    ¿Acaso eres?…
    Esa hoja que se desprendió del árbol,
    y flota en el océano,
    como si fuera una pequeña nave
    que navega hacia el amor,
    portando sobre ella
    múltiples caricias? …
    ¿Llegarás algún día?…
    Para entregármelas,
    para hacerme sentir
    que vivo todavía?…
    El tiempo vuela,
    a través del viento,
    la distancia y el amor.
    Pero mi precioso y caro pasar del tiempo,
    quiero dedicártelo a vos.

    Malania

    Imagen: Propia

  • Poemas

    DESPERTAR EN LA NOCHE

    Palabras que acarician mi alma.
    Silencios que traen recuerdos,
    de un pasado que no existió.
    De un amor que está presente,
    como olas de mar en calma.
    Amor…
    En el tiempo, en la distancia.
    En estrellas del amanecer
    que no restan su importancia.
    En el arco iris de paisajes
    que van al vuelo. Estás ahí,
    como caricia de terciopelo.
    Palabras a cielo abierto
    desencadenadas de una tormenta.
    Pasa la noche,
    no es todo sueño.
    Palabras con rayos de sol,
    latidos del corazón, aumentan.
    Un ¡Te quiero!, corre hacia el viento,
    la nube blanca es amuleto.
    ¡Te espero!, grito en silencio.
    ¡Te amo!, queda en suspenso…

    Malania

    Imagen: Rox E. S.

  • Prosa Poética

    ISLA “LA DIGUE”

    Los deseos de hace años pueden ser actuales o no. Lo cierto es que lo escrito, escrito está y si no se lo borra, en el papel permanecerá.
    Hace unos años pude haber escrito un deseo, o dos, o más. Y muchos de ellos están en este espacio.
    Volar y soñar, no cuesta nada. Quizás algún día, hasta se tenga que pagar por ello.
    Entonces aprovecho lo que es gratuito y escribo:

    “La Digue” es una isla emocionante, como para realizar una excursión real o imaginaria y virtual.  
    Me gustaría ir contigo en excursión a la Isla de la Digue –le dije una mañana de un día cualquiera-.  Sería una espléndida y emocionante excursión en medio de una vegetación salvaje y protegida.
    Andaríamos en carro porque ahí no hay coches.
    Disfrutaríamos bañándonos en las playas que son aisladas, por lo cual tendríamos mucha privacidad.
    Nos alojaríamos en una de las casas que son de estilo colonial.
    Nos encontraríamos con fabulosas tortugas gigantes.
    Nos tomaríamos fotos en los aromáticos cultivos de vainillas.
    Podríamos decirle al mundo: “Nos amamos”
    ¿Te parece buena la idea?
    Por supuesto que viajamos…
    A través de las redes, todo es posible.

    Malania

    Imagen  de la red

  • Poesía

    BESOS EN EL CAMINO

    BESOS EN EL CAMINO

    AUSENCIA

    Quizá por orgullo,
    tal vez por dolor,
    que me duele el alma,
    y también mi corazón.

    Me sonríe tiernamente
    tu corazón cristalino.
    Mi corazón empañado,
    siembra besos en el camino.

    Te esperaré por siempre,
    a través del horizonte,
    o en las nubes azules,
    que van del sur hasta el norte.

    Malania

    Imagen propia

  • Poemas

    TESORO

    La vida es un tesoro
    y es de tontos malgastarla,
    no cometeré desatino,
    no viviré intensamente
    para no quemarla.
    Porque sin ese tesoro,
    no podré amarla.

    Malania

    Imagen: propia

  • Poemas

    SIN SENTIDO

    ¿Para qué remar contra la corriente?
    si naufragarás en medio del mar.
    ¿Para qué soplar en contra del viento?
    Te endurecerá el corazón, el aire polar.
    Y todo, todo será dolor,
    todo, todo será mentira,
    no sentirás al amor,
    desaparecerá en la gran vía.
    La angustia se apoderará de tu cuerpo,
    dormirás con rencor,
    o te quitará el sueño.
    Y en ese mar que un día te dio alegría,
    hoy, sin la muerte, serás
    solo un triste perdedor en vida.

    Malania

    Imagen propia

  • Poemas

    VIAJE DE SUEÑOS

    En un bosque, en el campo o en la ciudad,
    no hay lugar donde no habiten sueños,
    esos que navegan en silencio,
    entre las flores y frutos de árboles,
    entre grandes matas de arbustos
    o de hierbas aromáticas
    O viajan en vagones sobre rieles y durmientes
    mientras se observan maravillosos paisajes.
    No hay lugar mejor o peor para soñar,
    cualquiera es apropiado,
    lo importante es no dejar de soñar.

    Malania

    Imágenes propias

  • Relatos

    NO LO ABANDONES

    El sol se apodera del entrelazado asfalto que une mi casa con la tuya, con la de ella, con la de él.
    A mediodía quema los pies descalzos de las mascotas perdidas.
    Ya no les quedan sueños solo lamentos de un caminar sin fin.
    Buscan comida entre las bolsas de residuo que los vecinos dejan en los canastos.
    Pedazos de pan, restos de carne en huesos del asado del domingo, o del puchero de cualquier mediodía.
    Entre rejas miran hacia adentro para ver si algún alma solidaria le tira un poco de comida fresca.
    Con pena se alejan buscando la sombra de algún árbol y un poco de agua que algunos buenos vecinos dejan a propósito para que ellos sacien su sed.
    Otras veces se alegran moviendo la cola en agradecimiento por la comida fresca que alguien les ofrece. Pero no se quedan, siguen su camino entre muros de cemento y agrios silencios.
    Es la rutina de perros (no tanto de gatos), que luchan por subsistir.
    Han nacido en algún lugar, alguien los habrá criado desde pequeños, o quizás desde temprana edad, han sido abandonados por los que fueron sus dueños. Los dejaron en un yuyal, en un descampado, o en algún lugar soleado y con asfalto caliente. Quién sabe. Nunca han tenido ni siquiera una caja de cartón con un pedazo de trapo viejo donde poder dormir los días de invierno. Ni un oso de peluche para jugar como muchos perros tienen. Han nacido y crecido en una cuna de lamentos: “no te quiero”, “no tengo tiempo para cuidarte”,  “no tengo comida para darte, el presupuesto no alcanza”. O lo que es peor: “no te me acerques”, “sal de aquí, hueles mal”, y tantas otros pretextos para no aceptar a estas “criaturas” o animales, como mejor te quede llamarlos. No saben hablar, no saben pedir ni quejarse, se comunican con su mirada cuando están tristes o enfermos, o cuando necesitan algo, y con el batir de sus colas cuando están alegres.
    Y en estos transitados trayectos les duele la vida, les quema el desánimo al caminar por el asfalto caliente en busca de comida y agua.
    Si cada uno de nosotros se apiadara de ellos, al menos colocando recipientes con agua fresca, que podemos cambiar todos los días, y algún pedazo de pan o restos de comida fresca, no pasarían hambre ni sed. Ellos no tienen la culpa de haber nacido o de haber sido abandonados.

    Y si en tu barrio o ciudad no has encontrado a ninguna de estas mascotas callejeras, eres afortunado de que no te duela el alma por verlos sufrir.

    Malania

    Imagen: propia. Es de un perro que apareció en el lugar y le brindaron refugio.