LA FLOR DEL PARQUE
Esbelta y muy bella
eligió estar en el parque
para que todos la admiren
como dama en primavera.
Flores rosadas en la acera
juegan a dos colores,
son clavelinas pequeñas
algunas blancas matizadas.
Y en la barranca del golfo
lucen las amarillas
aprovechando el fresco atardecer
que trae las azules aguas.
MalaniaImágenes de R. M. T. y propias
ATARDECER DE DICIEMBRE
De a ratos un viento débil, pero agradable y fresco, desplazaba el velo gris y dibujaba siluetas de niebla en el camino. En un instante, la hierba iba tomando el color de la noche. A lo lejos había quedado el banco y un grupo de palmeras junto a un corpulento cedro azulado. Fijó su atención en el camino para evitar los profundos charcos y los regueros de agua.
Algunas ventanas iluminadas indicaban que todavía alguien estaba despierto, quizás para completar alguna tarea que seguramente no podía esperar a otro día. La tristeza volvió a apoderarse de ella, debía de ser el tiempo con esa horrible niebla. Tampoco le gustaban las despedidas.A la derecha e izquierda los árboles se balanceaban como espíritus presentes. Algunos extendían las ramas hacia la niebla como lamentándose del mal tiempo.
Ella aceleró el paso porque no quería pensar en que llegaría tarde. En su casa la esperaban para la cena. Como intuyendo algo, se detuvo y dio media vuelta.
Entonces vio la silueta de una persona que estaba en medio del camino oscuro, envuelto en la niebla, solo se reconocía el contorno de la figura.
Él, preocupado por su demora, la había ido a esperar. La tomó por sorpresa y ni hablar del susto que se llevó cuando se le acercaba sin emitir palabra. La quiso sorprender y solo consiguió que ella entre en pánico. La alzó en sus brazos y recién dentro de la casa, abrió muy grande los ojos sin entender lo que estaba pasando. Él estaba nuevamente allí abrazándola, susurrándole al oído cuánto la quería y que jamás la abandonaría.Malania
Imágenes: propia y de G. F. T.
TURISTAS
El sol regala al río
sus últimos rayos luminosos
llevándose las gotas
de un día caluroso.La noche con su brisa
va ganando espacio
sobre una canoa vigilante
con los bañeros del ocaso.Los turistas se retiran,
los peces ríen, aletean
vuelven a su cauce
nadie los tortura
nadie los mira
son felices
en la normalidad de sus días.Malania
Imagen propia
LETRAS EN SILENCIO
Tus letras me hicieron recordar momentos que han pasado en mi vida.Aprendí que las preguntas sin respuestas mandan a recogerte al buen silencio.
Entonces…no más preguntas a aquella persona (tú) que no responde.Me quedaré con tus letras flotando en el universo, mi universo.MalaniaImagen propiaAMANECER EN RUTA
Sol de amanecer
desparrama colores
en abanico.
Testigo, un árbol,
el cielo azul y blanco
y una palmera.
de lecho un campo
oscuro como noche
aún no despierta.Malania
Imagen: propia
FLOR DE MI JARDÍN
Como esta preciosa flor,rosa rosa de mi jardín,fue cambiando su coloren el día a día,así ha ido cambiandotu vida y la mía.Hoy te necesitopero no desespero,hoy quiero abrazartepero no con apego.Todos los díasen mis amanecereste recuerdo.MalaniaImágenes propiasSIN RESPUESTA
Algo se había perdido,
mi carta no tuvo respuesta.
Tal vez dije algo,
palabras que no debí pronunciar
que no tenía que poner en vela.
Algo se hundió en mi interior
y sin nada que pudiera rellenar,
el gran vacío que quedó en mi corazón.
Mi cuerpo, una resonancia hueca.
Con el trabajo olvidaba,
pero entre la noche y el alba
de nuevo lo recordaba.
Es duro esperar respuesta
solo quería saber
si lo había herido
con mis palabras de amor,
un amor sin futuro ni destino.Malania
Imagen de la red
PUNTO ÚNICO
Las golondrinas bordabansignos etéreos en el cielo turquesacomo queriendo deshacer un nudocon un solo objetivo, el fluir de la vida.Le hablaban de un futuro cercano:tal vez juniose dibujaron en 6, 8, 10 y 11Recordó su niñezla fecha de nacimiento pero…¿a quién puede interesarle su vida de niña?si está a más de la mitad de su camino.En el silenciode la madrugada tibia litoraleñadestila gotas de su frentey todo su cuerpopizcas de agua con sabor a sal marinacuando recuerdaaquellos inolvidables momentos.Le gustaría comenzar desde el principioy no dar lugar al finalpara poder proyectar una continuidadsin perder la esperanzade que ese día llegarátal vez en ese 10 o quizás 11.Encontrarlo nuevamenteEn el bar de siempre…en el espacio desmesurado de la vidaen un punto único (nosotros)en este sinfín de mundos a la vez.Una ventanaaun siendo enrejadasigue siendo ventanapensóy un amoraun en la lejana distanciasigue siendo amor.MalaniaImágenes: propia y de la redHACIA EL MAR
La noche se mutila
por truenos estridentes
y aullidos de perros
con estrellas caprichosas
que titilan apuradas
robando la luz de la luna
como queriendo alumbrar
desoyendo la tormenta
a la par de los relámpagos.Las primeras gotas
esgrimiendo una sonrisa
se escabullen entre las hojas
de romero, salvia
y flores de saúco.El aroma de la absenta
baña pétalos de hisopo
y el verdor del erguido laurel.Mientras los frutos
de rosa mosqueta
y arbustos de retama
escoltan al viento
que lleva hacia el mar
la transparencia del agua.Malania
Imágenes propias y de la red
ESE ALGO
Él poseía algo que me hacía estremecer el corazón, desde aquel primer día, cuando a través de la ventana, lo vi sentado vestido con su traje gris.
Había despertado algo que hacía mucho tiempo estuvo dormido en mi interior. Era un anhelo puro y ardiente.
Emanaba de sus ojos como una fuerza imantada, escondida, misteriosa.
¿Qué era? Cómo definir aquella emoción que yo sentía de pronto, al estar sentada frente a él.
Él está allá, pensando en qué escribir, a la una de la tarde, o quizás en medio de la noche. Y yo aquí, tratando de recordar lo que iba pensando mientras caminaba durante la mañana.
Él no es mi sol, ni mi luna, ni mi estrella, porque es un ser pensante, maravilloso, que posee algo, ese algo que aún me hace estremecer cuando lo miro a través de esta ventana.
Camino y lo veo, en el pestañear de los pétalos de rosa, cuando las mece el viento; en el aleteo de un gorrión con el cuerpo mojado por la lluvia. Y siento su perfume, al pasar frente a la arboleda cubierta de frutas de guayaba, maduras y jugosas, o de enredaderas de maracuyá (mburucuyá) prendidas al cerco de alambre tejido. Y lo escucho, en el gorjeo de una paloma o en el canto del zorzal.
No es locura, ni soy zombi. Estoy cuerda, muy cuerda.Malania
Imagen de la red.