• Haikus

    ATARDECER FLORIDO

    Haikus

    Celeste cielo.
    Atardecer florido
    de aromas sin fin.

    Una palmera
    saluda muy airosa.
    Sus sombras, muestra.

    Hay frío intenso.
    La ventana cerrada
    protege el viento.

    Malania

    Imagen: M. Julián T.

  • Poesía

    LAPACHOS

    Los lapachos florecidos
    nos saludan al pasar
    los hay blancos y amarillos,
    se mecen con el viento
    cerca del río, lejos del mar.

    También hay de otros colores
    lila, algunos morados y otros rosa
    los pétalos deshojados por el viento
    alfombran y tiñen las baldosas.

    Cuando se cubren de flores
    anuncian buen tiempo, sin heladas,
    los pájaros alegran con sus trinos
    y el sol calienta desde la alborada.

    Malania

    Imágenes: Ninet

  • Cuentos

    EL TERO TICO

    En un vasto campo de verdes praderas y colinas suaves, vivía un tero llamado Tico. Era conocido por su elegante plumaje gris oscuro, negro y blanco y su característico grito agudo que resonaba a gran distancia. Cada mañana, al alba, Tico se levantaba temprano para recorrer su territorio y asegurarse de que todo estuviera en orden.
    Un día, mientras exploraba cerca de un arroyo, Tico vio algo inusual: una bandada de aves desconocidas había llegado al campo. Eran aves grandes con plumaje brillante y un comportamiento algo extraño. Tico, siendo el guardián del campo, decidió investigar. Voló hacia ellas con su característico vuelo enérgico y les preguntó qué hacían allí.
    Las aves le respondieron que estaban buscando un lugar seguro para anidar. Tico, siempre dispuesto, les ofreció su ayuda para encontrar el lugar perfecto. Juntos exploraron el campo, y Tico les mostró los mejores lugares para construir sus nidos, asegurándose de que estuvieran alejadas de los depredadores y con suficiente comida cerca.
    Con el tiempo, las aves nuevas se establecieron allí y, bajo la guía de Tico, el campo se llenó de vida y color. Él se convirtió en un amigo querido para las nuevas aves, y su grito ya no solo resonaba en ese lugar, sino que también se mezclaba con los nuevos cantos que llenaban el aire.
    Así, el tero demostró que ser un buen guardián no solo significa proteger tu hogar, sino también ayudar a otros y hacer nuevos amigos. Y así, el campo se convirtió en un sitio amplio, aún más alegre y armonioso gracias al espíritu generoso de Tico.

    Malania

    Imagen: Roxana E. S.

  • Prosa Poética

    BAJO LA MISMA LUNA

    Cruzando valles se va,
    camina lento en su soledad llena de silencio.

    Carga una pena, deja una lágrima
    y el viento parece hablarle como diciéndole quien sabe qué.

    Va con la luna iluminando el camino, lleva sus sueños,
    vive feliz aunque la vida le haya quitado recuerdos.

    Canta alivios, escribe versos que hablan por sí solos,
    abraza las ganas dejando ir alguna ilusión.

    Bajo la luz de la luna, consigo el tiempo,
    pasan los días marcando años de tanta nostalgia.

    Todo es ayer con el hoy lado a lado mirando a lo lejos,
    buscando lo que no ha de volver mientras sigue marchando.

    Autor: Miguel Márquez

    Imagen de la red.

  • Poesía

    COMO OREJAS DE CONEJO

    En el hogar se enciende el fuego,
    las llamas danzan con un toque etéreo.
    En un ambiente crepuscular silencioso
    oculta su rostro en un velo misterioso.

    Entre sombras y brillos se esconde
    enigma ardiente, difícil de entender.
    En las llamas vivas surgen figuras
    ocultan su rostro, no se dejan ver.

    Los reflejos titilan, secretos al oído,
    el fuego susurra un enigma encendido.
    En la noche, su calor vence al frío
    y las orejas de conejo crean un destino.

    Malania

    Imagen: M. Julián T.

  • Poesía

    EL PERRO Y EL LAGO

    En la orilla de un lago tranquilo,
    donde el sol besa el agua sin final,
    juega un perro con aire festivo,
    mientras el día se viste de cristal.

    Sus patas mojadas en el reflejo,
    dejan huellas en la arena dorada,
    y su cola, como un alegre festejo,
    se agita al ritmo de la corriente alada.

    El agua murmura canciones suaves,
    y el perro, con la mirada curiosa,
    sigue el curso de las olas suaves,
    y salta en cada espuma jocosa.

    Los peces juegan al escondite,
    entre las rocas del lecho tibio,
    y el perro, con un salto infinito,
    los observa con ojos de desafío.

    El sol se despide en tonos dorados,
    y el lago susurra un último cuento,
    mientras el perro, cansado y amado,
    se acurruca en la arena, en dulce aliento.

    El agua sigue su curso sin prisa,
    y el perro sueña con nuevas aventuras,
    en un mundo donde la calma avisa,
    que la amistad y el agua son ternuras.

    Malania

    Imagen: Noelia G.

  • Poesía

    PALMERAS DESPEINADAS

    En el lago de tus sueños,
    donde el viento juega libre,
    despeinando a las palmeras,
    en baile con frenesí.

    El frío de la mañana
    las despierta susurrante,
    pero el calor del mediodía
    les da caricias con fulgor constante.

    El viento las enreda
    en una danza sin fin,
    mientras el lago refleja
    un cielo celeste y sutil.

    Entre palmeras despeinadas,
    y el frío que se esconde,
    se funde el calor de tus besos
    sin testigos de cuándo ni dónde.

    Y así en este paisaje,
    donde el viento va y viene,
    el frío y el calor se encuentran,
    y el amor nunca se detiene.

    Malania

    Imagen propia

  • Poesía

    CAMINO SINIGUAL

    El polvo y el sol son compañeros,
    en el camino de tierra roja,
    cada huella revela los senderos
    de un viaje profundo hacia el hogar.

    Lento y firme, se abre y se queda
    para esperarte con fe y con esperanza,
    la tierra que pisas en tus suelas avanza
    con la huella de quien busca y labra.

    Entre campos y selvas, la jornada
    es un canto al valor y a la entrega,
    la misión de un alma iluminada
    que casi nunca se posterga.

    Por caminos de tierra, se despega
    el espíritu libre y sin medida,
    hacia el horizonte de la vida,
    donde ha encontrado a su prometida.

    Malania

    Imagen: Gentileza de Ninet

  • Haikus

    NUBES ESTILIZADAS

    HAIKUS

    Firmamento azul
    Las nubes se entrelazan
    Navegan juntas.

    Ilumina el sol
    con sus últimos rayos.
    Caen las sombras.

    Un poste de luz
    se inclina en el camino
    no quiere caer.

    Termina el día
    Un pájaro hizo un nido
    Vuelve la calma.

    Malania

    Imagen propia

  • Prosa Poética

    A VECES

    A veces las palabras enmudecen, el verbo no acude, el silencio se impone y el latido se acelera cuando el alma habla sublimando el instante en que acontece lo más bello.  A veces las preguntas no importan, los obstáculos no impiden el movimiento, mis cielos flotan y se dispersan en la inmensidad de tu universo. A veces se acrecienta la intensidad del deseo por detener el tiempo, paralizar la maquinaria que envuelve con su sonido el transcurrir del tiempo y permanecer en la misma constelación en que nuestras almas vibran eternamente.

    A veces, ocurren cosas tan espectaculares solo con tu recuerdo que no necesito verte para sentir en mí el suave fluir de tu aliento. A veces, muchas veces, tantas veces como mi corazón te llama, tantas veces como mi alma te presiente, tantas veces como en sueños tus visitas se prolongan en las horas en que mis desvelos te pertenecen, en los momentos de calma cuando solo tu respiración se escucha desde mi silencio.

    A veces, muchas veces, casi tantas veces como años tiene la noche de los tiempos me elevo hacia los crepúsculos sabiendo que entre los rojos fuego del firmamento me esperas y me abrazas confundiéndonos con lo etéreo.

    A veces, muchas veces, no es necesario que estés presente físicamente, tu recuerdo puebla mis noches, tu alma conmigo danza, tu corazón palpita al unísono con este corazón que no requiere pronunciar palabras para expresar el amor que mi Ser hacia el tuyo siente.

    Siempre, y no solo a veces, el cuerpo se delata y se agita al compás del melódico latido de los corazones que se abrazan, de las almas que se reconocen, se acarician y se estremecen al contacto de las vibraciones que ambas desprenden. A veces con desesperada nostalgia se extrañan, se buscan y se encuentran bajo el sutil manto de estrellas que el Universo les ofrece como morada eterna.  

    Autora: Escritora española Marina Collado Prieto

    Imagen de la red