ÉL NUNCA LLEGÓ
Una vez una mujer, con unos años menos de los que hoy tiene, llegó a la terminal de ómnibus de una gran ciudad. Bajó de un micro de larga distancia, tomó su teléfono y marcó un número. Al otro lado, se escuchó el Hola del dueño del móvil al que había llamado. Pero de inmediato se cortó la comunicación. Y a pesar de su infructuosa insistencia, el sonido del contestador no hacía otra cosa que comunicar que la persona con la que intentaba hablar, había apagado su celular. La señora enmudeció, brotándole lágrimas de sus ojos. Permaneció parada un rato frente a una de las escaleras de la terminal, lo necesario como para dar tiempo a que él llegara, la persona a la que había llamado. Pero nunca apareció (ese día) y debió tomar cualquier otro medio para llegar a destino. Con un nudo en la garganta, la señora llegó a destino. Bajó su pesada maleta, la subió escaleras arriba y una vez dentro de su habitación desempacó lo necesario como darse una ducha y salió a caminar. Caminó las calles de la ciudad con sus ojos nublados y la mente en blanco, hasta conseguir un poco de calma y serenidad. Ese día la mujer hubiese sido Feliz si escuchaba que alguien que ella tanto amaba, le dijera aunque sea Te Quiero.
Malania
Imagen Propia
ESCALERA CARACOL
Las primeras escaleras caracol fueron construidas en la Edad Media con una finalidad militar. Su principal objetivo era proteger la fortaleza o castillo en el que se encontraban. Y se caracterizaban por su circulación hacía la derecha para mejorar la defensa.
De esta manera, las escaleras de caracol más primitivas, limitaban el acceso de posibles invasores. Esto se debe a que tenían menos visión y sobre todo menos espacio para realizar movimientos de espada con su mano derecha, justamente al contrario que los defensores, que contaban con todas las ventajas posibles para manejar sus armas.
Además de esto, no disponían de barandillas para aumentar las posibilidades de defensa, porque esto facilitaba que el defensor pudiera dar un golpe seco al atacante y hacerle caer escaleras abajo sin posibilidad de agarre.
Sin duda, las primeras escaleras de caracol de la historia son todo un ejemplo de creatividad funcional.
La escalera de la fotografía fue construida dentro de una altísima torre circular. En su interior posee ventanas pequeñas para el ingreso del aire y luz natural. Subir hasta el último escalón me ha costado bastante, pero me permitió disfrutar de la vista general de toda la ciudad.Malania
Imagen: Guillermo F. T.