• Poesía

    CAMPOS AMARILLOS

    Despierta el sol con cálidas caricias
    al campo de girasoles maduros,
    susurrando con su lenguaje mudo
    pintando de dorado en danza que abanica.

    Con su fulgor, en cada rincón terreno,
    cubre el horizonte tranquilo y sereno.
    Un manto celeste que nunca se cansa
    el brillo del sol se extiende y avanza.

    El calor se mezcla con los girasoles
    pintando una estampa con brisa de verano
    y se funde con los colores de otras flores
    bajo el cielo cálido, celeste y calmo.

    Malania
    Imagen: Propia