• Poemas

    MARIPOSA CANSADA

    Una mariposa anaranjada
    me hacía compañía.
    Eso es lo que creía.
    La encontré sobre una roca,
    con sus alas abiertas,
    parecía muy cansada.
    Quizás estaba hambrienta
    o necesitaba beber agua.
    Le acerqué unas miguitas
    y una tapita con agua,
    pero no se movió para nada.
    ¿Estás enferma? – Le pregunté,
    por si así se inmutara.
    Pero nada de eso pasaba.
    La dejé tranquila un rato
    solo la miraba, por si acaso.
    Llegó la hora de irme
    sola no quería dejarla.
    Con una hoja y suavemente
    acaricié sus alas.
    ¡Estaba dormida!
    Salió volando asustada.
    Quizás ¿me estaba espiando?
    ¿Una mariposa disfrazada?
    ¿Era una mariposa o un alma?
    Mis secretos se llevó,
    ya no podré encontrarla.

    Malania

    Imagen de la red, gentileza de Ricardo Gamero.