• Poemas

    EL GATO AMARILLO

    Tuvo unos minutos de inmovilidad,
    mientras pensaba en los detalles
    del sueño que había tenido.
    Una muchacha liviana y ágil
    danzaba descalza
    en una playa de arena algodonada.
    El sol su cara iluminaba  
    y el pelo lucía revuelto
    por la brisa salada.
    El mar comenzaba a agitarse
    y una ola despedía en la arena
    a una hermosa sirena.
    Las campanadas lo sobresaltaron
    y junto a él, con sorpresa encontró,
    a un hermoso pollo color marrón.  
    El cielo estaba nublado,
    lo veía por la ventana,
    se sintió tan cómodo
    como en un angelical paraíso
    y así pasó toda la mañana
    esperando a que el pollo despierte
    y se aleje de su cama.

    Malania

    Imagen: Reyna