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REGALO

 
Y aquel día, se animó a decirle:
Regálame tu sonrisa
tus besos y tus caricias
no me regales silencios
dando  lugar a fantasmas
los que crueles bailotean
hasta dañar el alma.
Ella sonrió y tomó vuelo
un vuelo no imaginario.
 
Malania
 
Imagen de la red.

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