ANÉCDOTA I
VOZ INTERIOR
Un día lunes, necesitaba ir por unos trámites a la Obra Social, comprar medicamentos en la farmacia no urgentes y averiguar en la Óptica el precio de unos anteojos.
Mientras me preparaba para salir, una voz interior me decía que lo dejara para otro día. Varias veces me vino a la mente eso de no moverme de casa. Pero la porfía a veces es más fuerte que uno mismo. Pues pensé, ¿por qué no ir si mañana puedo dedicarme a otra cosa? Me puse el abrigo, y con el paraguas en mano, porque lloviznaba, me dirigí a tomar el tren subterráneo. ¡Vaya sorpresa! No funcionaba la línea “C”. Tomé un colectivo que iba repleto por la falta de trenes. Bajé unas paradas antes porque el colectivo se desviaba por mantenimiento de calles.
Llegué a la oficina de la Obra Social, estaba cerrada. En la puerta, un cartel: “DÍA DE LA SANIDAD. HOY, CERRADO”. Me dirigí a la Farmacia, no conseguí lo que buscaba, era la única que atendía por mi Obra Social. Lo tendrían en unos días. Fui caminando varias cuadras bajo la llovizna, la óptica de la Obra Social, también estaba cerrada.
En conclusión, cuando escuches tu voz interior que intensamente te dice que no hagas algo, pues hazle caso. Por algo me avisaba que no saliera.
Malania
Imagen: de la red
2 Comentarios
Mário Margaride
Curiosa crónica aqui relatas, amiga Malania.
Por vezes intuição, tem mesmo razão.
Gostei de ler.
Votos de uma feliz semana, com tudo de bom.
Beijinhos!
Mário Margaride
http://poesiaaquiesta.blogspot.com
Malania Nashki
Es necesario tener en cuenta y hacer caso a la intuición. Casi nunca falla.
El relato ha sido tomado de la vida real.
Gracias por tu visita y tus palabras.
Buena semana también para ti.
Besos