Poesía

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    MASCOTA ESPÍA

    En un sector del jardín florecido,
    donde el sol se posa en paz al mediodía,
    camina sigilosa y sin ruido
    la elegante gata Sía.

    No es gata común, es espía
    de pajaritos que cantan sin temor,
    pero más que cazadora fría,
    es soñadora de amor.

    Entre flores se esconde ligera,
    ojos dorados, bigotes en tensión,
    más cuando el viento la espera,
    sólo juega sin intención.

    Los pajaritos vuelan desprevenidos,
    mientras Sía se estira al sol,
    la panza al cielo, los sueños dormidos,
    con el jardín como su control.

    Porque aunque parezca acechadora,
    Sía es reina, y no enemiga,
    bajo el sol, entre aromas de aurora,
    vive su vida tranquila… y amiga.

    Malania

    Imágenes: M. Julián T.

  • Poesía

    EN SUS QUINCE AÑOS

    PARA MIA

    De parte de su abuela, con todo mi amor

    Han pasado muchas lunas, muchos soles,
    el tiempo no se ha notado entre canciones y colores.
    De repente, quince años —¡qué misterio tan callado!—
    y mi niña se ha hecho grande, sin que el tiempo haya avisado.

    Eres risa en la mañana, luz serena en el andar,
    una mezcla de ternura con el fuego de soñar.
    A veces callas bajito, con mirada de universo,
    otras, el mundo se alegra cuando ríes sin esfuerzo.

    Entre libros y voleibol, vas dejando tu señal,
    con coraje y con dulzura, con cariño sin igual.
    Buena hija, buena amiga, con tu corazón abierto,
    el amor que tú regalas siempre vuelve, siempre es cierto.

    Hoy tus quince son un canto, una flor que va a brotar,
    un camino que comienza con promesas de brillar.
    Y aunque crezcas y te alejes, lleva siempre en la memoria
    que este amor que yo te tengo… es eterno, es tuyo, es gloria.

    Estoy segura que desde el cielo
    tu abuela y tus abuelos sonríen al verte brillar,
    orgullosos de tu esencia, de tu forma de amar.
    Y yo, desde aquí cerquita, te abrazo con emoción,
    porque verte crecer, Mía, es mi mayor bendición.

    Sigue siendo buena hija, buena hermana, buena amiga,
    no dejes que el mundo apague esa luz que hay en tu vida.
    Sé valiente, sé tú misma, con tu alma generosa,
    que quien ama siempre encuentra la vida hermosa.

    Malania

    Imagen: Propia

  • Poesía

    HORMIGA FLORIDA

    Una hormiga negra, brilla como el sol,
    lleva flores frescas sobre su cráneo inquieto,
    corona de pétalos, corona de misión,
    en su andar diminuto, perfecto y secreto.

    Camina sobre el mar, sin miedo, sin pesar,
    las olas no la tocan, el viento no la ve,
    como si el universo la dejara pasar,
    como si el agua supiera quién es.

    Cada paso un suspiro, cada flor una promesa,
    que entrega al horizonte con felicidad,
    su carga no pesa: es pura belleza,
    y su rumbo es sueño, fe y voluntad.

    Quién sabe adónde va, o si alguna vez llegó,
    pero el mar, en silencio, su viaje guardó.

    Malania

    Imagen de la red.

  • Poesía

    TODO AMARILLO

    Un camino muy largo,
    parecía ser un túnel,
    algo así como el túnel del tiempo.

    A lo lejos, ya casi al final
    se divisaba un inmenso faro.
    La luz era tan intensa
    que hasta en sus ojos se reflejaba.

    Se encendía fuertemente,
    y de a ratos, entre nubes titilaba.

    Muy despacito se consumía
    hasta que en lucecita
    muy pequeña, se convertía.

    Pero nunca se apagaba.
    Su corazón fuertemente latía,
    a que la siguiera, la empujaba.

    Entonces,
    corrió la niña, ligera, en la brisa
    por el camino hacia la playa,
    los pies descalzos, el alma tranquila,
    el sol la abraza, el mundo calla.

    A los lados, aromitos –espinillos-,
    como guardianes dorados del día,
    todo reluce, todo amarillo,
    también su vestido, también su alegría.

    A lo lejos, se encuentra el destino:
    entre espuma salada y reflejos fríos,
    el corazón duda entre dos caminos:
    se une en un beso el mar y el río.

    Y ella corre, danza, no se detiene,
    como si un sueño es lo que persigue,
    como si supiera que el tiempo viene
    a llevarse eso que el alma abriga.

    Malania

    Imágenes: Gentileza de Antonio M. N. y propia

  • Poesía

    TU MAR MI RÍO

    Tus ojos muy asombrados
    han fijado su mirada
    en el agua de la oleada
    de un mar embravecido.

    Que en día refulgente
    y actitud inexplicable
    borraba huellas adorables
    de pisadas en la arena.

    Tu cuerpo tendido a pleno
    sin contar labor alguna
    se tiñó dorado y bello
    borrando rastros del tiempo.

    En el otro extremo del Globo
    mis ojos muy absortos
    penetraron su mirada
    en muy apacible río.

    La brisa lo acariciaba
    meciéndolo en tierno lecho
    como mezquinando al tiempo
    para olvidar al frío invierno.

    Manaban miles burbujas
    de su cálido interior
    lo besaban y acariciaban
    con timidez y fulgor.

    Soñoliento y agobiado
    se extendía al fin el día
    tú, en la lejana España
    yo, en esta tierra querida.

    Si se unieran algún día
    mar y río, río y mar
    la bravura dormiría
    en brazos del río en paz.

    Malania

    Imágenes: propias

  • Poesía

    PUESTA DE SOL

    Sentada junto a un banco solitario,
    contemplaba la puesta de sol.
    Quizás un alma perdida,
    en una embarcación sin guía,
    acunada por el río,
    miraba pasar la vida.
    Detrás de mí las casas,
    en un tranquilo barrio, esparcidas,
    sin ruido alguno, parecían dormidas.
    Las aguas muy despacio corrían,
    como cauce estancado parecía.
    A lo lejos el ladrido de perros
    el silencio rompía.
    Comenzó a mover las hojas
    una suave brisa.
    El aroma a bizcocho recién horneado
    me abría el apetito sin prisa.
    Los cristales de mis anteojos
    ya no me ayudaban,
    no tenía un panorama nítido.
    Era hora de dejar el lugar,
    mi piel sentía frío.
    El sol se había escondido, tras el mismo río.
    Sentí que ese instante me envolvía
    en un otoñal y agradable rocío.
    En casa me esperaban para la cena,
    creían que me había perdido.

    Malania

    Imagen: Noe G.

  • Poesía

    TIERRA FÉRTIL Y MANOS HACENDOSAS

    En el huerto de Doña Cata,
    se esconde un secreto de la tierra,
    donde las verduras bailan al viento,
    y el sol acaricia su verde esencia.

    Zapallos grandes como el sol,
    reposan junto a un tronco en calma,
    mientras morrones coloridos, brillantes,
    se alzan con fuerza, llenando su alma.

    Jalapeños picantes, ardientes,
    guardan su fuego en cada rincón,
    y las calabazas, doradas y sabias,
    sueñan con el otoño y su canción.

    En su chacra, Doña Cata cuida,
    el jardín que canta en su corazón,
    cada verdura es un tesoro,
    que florece en un abrazo de pasión.

    Así, con amor y mucha paciencia,
    cultiva en su tierra el mejor sabor,
    y sus manos, llenas de alegría,
    ofrecen al mundo su más dulce labor.

    Malania

    Imágenes: Cata B.

  • Poesía

    DÉJAME SENTIR

    Eres mi más profundo pensamiento,
    el tiempo que comparto,
    el sustento del día a día,
    la caricia que me deja el viento.
    Eso me lo dice el tiempo…
    Eres la luz que me abraza
    el canto del zorzal al amanecer
    el reflejo del amor en el espejo.

    Déjame sentirte más de la cuenta.
    Déjame mirarte de lejos,
    mírame la piel como se eriza
    cuando me escribes versos.
    Déjame un soplo suavecito
    en la intimidad de mis sueños.
    Déjame una lluvia de fuego
    y nadie más que tú
    se sumirá detrás de mi velo.

    Malania

    Imagen: Propia

  • Poesía

    NATURA PURA

    El río canta su melódica voz,
    las montañas guardan su serena paz,
    y las estrellas, al caer la noche,
    tejen sueños en el mar.

    La luna, reina de la quietud,
    se alza con gracia, en su viaje sin fin,
    mientras la vida, en su frágil curso,
    nos invita a ser parte de su festín.

    Espectáculos que el alma abraza,
    en cada amanecer, en cada rincón,
    la naturaleza, con su eterno latido,
    nos regala su canción.

    Malania

    Imagen: M. Julián T.

  • Poesía

    ESPECTACULAR

    Bajo el manto del cielo gris,
    el sol danza en su fulgor,
    la tierra susurra, callada y fiel,
    secretos que nacen del amor.

    Espectáculos de la naturaleza,
    en cada rincón, magia y color,
    el viento pinta con suaves trazos
    el horizonte, en su esplendor.

    Malania

    Imagen: Javier A. T.