Poesía

  • Poesía

    ELINA

    Desde el ventanal de cristales rasguñados
    su corazón se acelera virando su peluda cola
    mientras los estridentes pájaros
    con sus malabares
    la inducen a dar saltos en el aire.
    De la bandada sobresale uno
    el de color tostado
    de cabeza nevada y cuerpo dorado
    Juega a las escondidas y ella enloquece
    él le arroja flores de lapacho rosa
    y ella las besa acariciándolas
    al compás de la llama roja
    de su corazón exaltado.
    Entonces recuerda:
    Él la despertaba todos los días
    se le había hecho costumbre
    darse besos madrugados
    con o sin razón, a plena lumbre.
    Pero una mañana extraña
    él se quedó dormido, o tal vez no
    y ella lo esperó
    durante todo el día, la noche, al otro día
    y sucesivamente hasta hoy lo espera
    pero nadie le dice qué ha sucedido
    adónde fueron sus vuelos
    dónde anclaron sus besos
    quizás en el viento
    o tal vez en algún mar del mismo universo.
    Hoy día trata de aplacar sus penas
    La humedad de la lluvia
    y los tibios rayos del sol
    le brindan sustento.
    Malania

    Imagen: M. J. T.

  • Poesía

    PERFUME MILAGROSO

    Iluminaba una luz fría
    el espejo del invierno
    la luna llena se desvanecía
    entre las últimas estrellas del cielo.
    Un hombre se abrió paso
    en un bosque erizado de malezas
    la esperanza desaparecía
    en hilos de humo por la chimenea.
    La debilidad revoloteaba
    y resquebrajaba su interior
    la tristeza lo embargaba
    había dolor en su corazón.
    Por el cielo, el viento
    las nubes desparramaba
    y al capricho del aire
    la nieve caía espesa y volaba.
    El hombre sin son ni adornos
    su construcción sofocaba
    por la tierra y por el aire
    los cimientos derrumbaba.
    Desde los muros llegaban
    los estentóreos sonidos
    del revoloteo de mariposas
    y de los pájaros aún dormidos.
    De un único adorno florido
    perfume silvestre manaba
    uno de los pájaros cortó
    con su pico una flor morada.
    Y a través de la ventana boscosa
    donde vivía  el modesto hombre
    al que solo le quedaban
    cabellos blancos y ojeras pronunciadas
    depositó la bella morada
    desparramando los pétalos
    sobre sus labios resecos
    al despuntar la alborada.
    El perfume lo despertó
    con un cosquilleo en los labios
    la humedad del rocío lo cubrió
    curando el mal que lo asechaba
    por un misterioso milagro.
    Malania
    Imagen: P. H.
  • Poesía

    LAS ROSAS DEL INGENIERO

    Blancas, fucsias y violetas
    rojas, matizadas y perlas
    las rosas del ingeniero
    a veces  llamado jardinero.

    De dos plantas abandonadas
    en una casa prestada
    eligió cuidadosamente
    los apropiados esquejes
    en luna cuarto creciente.

    Multiplicó las raíces
    y se extendieron las ramas
    ofreciendo ramilletes
    confundidas con retamas.

    Desde lejos se percibían
    los aromas del ambiente,
    las calles atomizadas
    con el rocío amanecido
    recibían al sol naciente.

    El ingeniero orgulloso
    de su ingeniosa obra
    al hermosear aquella casa
    en el tiempo abandonada  
    ahora sus rosas alberga  
    con su corazón de jardinero.

    Malania

    Imagen: R. M. T.

  • Poesía

    ESPONJOSA NUBE

    Se le oscureció el semblante
    con su cara pálida.
    Se quedó mirando
    emocionada y seria,  
    la pecera helada
    a través de la ventana.
    El invierno ha sido duro
    y ha convertido ríos y lagos
    en gruesas capas de hielo,
    también de la pecera, el agua.
    Una esponjosa nube blanca
    ha descendido como un hada
    congelando hasta las algas.
    Las opulentas cortinas
    y las gruesas alfombras
    se tragaron su tenue voz
    en poesía exclamada.  
    Jamás se había sentido
    tan impresionada,
    no escuchaba las palabras
    de aquellos que le hablaban.
    No quería entender nada,
    prefirió dejar que resbalen
    por sus oídos aturdidos
    junto a sus tibias lágrimas.

    Malania

    Imagen: Gentileza de R. G.

  • Poesía

    AMADA

    Hace exactamente veinte días
    la imaginaste en blanco y negro,
    aparejada con el aumento
    de las huellas del tiempo.
    La llama de la ternura
    permanece en sus adentros,
    con el deseo de ser amada
    para embellecer por las mañanas,
    con tus caricias, su cuerpo.

    Malania

    Imagen: de la red

  • Poesía

    EN EL PAÍS DE CLELIA

    CANCIÓN INFANTIL

    La abeja Candela
    se subió a una estrella
    voló por los aires
    iluminada por una vela.

    La niña Camila
    abrió su sombrilla
    para no mojarse
    con la fuerte llovizna.

    La ovejita Kilina
    caminó por la villa
    estaba muy triste
    porque perdió su hebilla.

    La joven Renata
    se vistió de escarlata
    subió al escenario
    cantó en serenata.

    La señora Clelia
    paseaba a su perra
    mientras tomaba mate
    con su amiga Berta.

    El  ciervo Victorio
    se cayó en un hoyo
    salvó su cabeza
    apoyándose en su codo.

    El enano Jinete
    remontó su barrilete
    y por tanto viento
    se le voló el bonete.

    El señor hornero
    juntó barro y paja
    construyó su casa
    subido a un sombrero.

    Malania

    Imagen: de la red.

  • Poesía

    ESPERÁNDOTE

    Qué más da,
    si un celemín o dos
    es la distancia
    que hay entre tú y yo.
    O diez
    o cien metros cuadrados,
    o una 
    o cien fanegas
    o quinientas varas.
    O quizás estás
    a la vuelta de la esquina
    entre tules tornasoles
    o en espumas de alfaguara.
    O con un corcel
    cobijado  entre tacuaras.
    La medida no importa
    ni la distancia que nos separa.
    Lo importante es que estás,
    y yo,
    aguardo tu llegada.

    Malania

    Imagen propia

     
     
     
  • Poesía

    AIRE FRAGANTE

    Resplandece el horizonte,
    con una belleza extrema.
    Con colores alegres
    transforma las penas.
    No importan las formas
    ni el actor en escena,
    mientras se disipen
    las tristes huellas
    de irónicos pasos
    y la empinada cuesta.

    Malania

    Imagen: propia

  • Poesía

    ¡GRACIAS!

    Gracias por el aire que respiro
    y por la sonrisa de los niños.
    Gracias por los amaneceres celestes
    y las multicolores flores silvestres.
    Gracias por la algarabía de los pájaros
    cuando se acercan a tomar agua del cántaro.
    Gracias por el pan de cada día
    y por la armónica vida en familia.
    Gracias por el fresco amanecer
    y el esplendor del atardecer.



    Malania

    Imagen propia

  • Poesía

    SIN UNA BRECHA

    ¿Me ayudas?
    Sin que exista una brecha.

    A escribir en el agua
    con una pluma estrecha.

    A pintar en el cielo
    con el ala de un pájaro en vuelo.

    Tú en una nube azul
    vestida con brocado y tul.

    Yo en una blanca
    con burbujas matizadas.

    O bien en una sola
    unidas por una estola.

    O con algodón y juncos
    los dos en uno,  los dos juntos.  


    Malania.

    Imagen:  de la red.