Poesía
ESPERÁNDOTE
Qué más da,
si un celemín o dos
es la distancia
que hay entre tú y yo.
O diez
o cien metros cuadrados,
o una
o cien fanegas
o quinientas varas.
O quizás estás
a la vuelta de la esquina
entre tules tornasoles
o en espumas de alfaguara.
O con un corcel
cobijado entre tacuaras.
La medida no importa
ni la distancia que nos separa.
Lo importante es que estás,
y yo,
aguardo tu llegada.Malania
Imagen propia
AIRE FRAGANTE
Resplandece el horizonte,
con una belleza extrema.
Con colores alegres
transforma las penas.
No importan las formas
ni el actor en escena,
mientras se disipen
las tristes huellas
de irónicos pasos
y la empinada cuesta.Malania
Imagen: propia
¡GRACIAS!
Gracias por el aire que respiro
y por la sonrisa de los niños.
Gracias por los amaneceres celestes
y las multicolores flores silvestres.
Gracias por la algarabía de los pájaros
cuando se acercan a tomar agua del cántaro.
Gracias por el pan de cada día
y por la armónica vida en familia.
Gracias por el fresco amanecer
y el esplendor del atardecer.
MalaniaImagen propia
SIN UNA BRECHA
¿Me ayudas?
Sin que exista una brecha.A escribir en el agua
con una pluma estrecha.A pintar en el cielo
con el ala de un pájaro en vuelo.Tú en una nube azul
vestida con brocado y tul.Yo en una blanca
con burbujas matizadas.O bien en una sola
unidas por una estola.O con algodón y juncos
los dos en uno, los dos juntos.
Malania.Imagen: de la red.
MELLA
Aguardaba que saliera la luna,
pero el viento la había tapado con las nubes.El objeto de su vida se marchitaba en una tuna,
y no adornaba el aire el sonido de su bucle.El fuego de su cuerpo ya no adornaba piel alguna,
pero su pasión florecía detrás de una cortina de tules.La oscuridad relucía por una ventana de vidrios fume,
rasgada por puñales de oro viejo sin fortuna.El escaso resplandor de estrellas lúgubres,
ahondaban la mella de su ánimo en pugna.La monserga había llegado a la cumbre.
Malania
Imagen: G. F. T.
DE ABUELAS
La abuela Victoria
parece una reina
se viste y se peina
usando una hebilla.Es muy coqueta
igual que Violeta.
Con zapatos de charol
y vestidos de seda
pasean por la alameda
y nunca les falta
un labial en la cartera.
La abuela Florencia
no tiene paciencia
cocina muy poco
y come a lo loco.
La abuela Sofía
pasea a su perra Tina
y los otros días
se la olvidó en la esquina.
La abuela Roberta
se queja y se queja
no quiere estar sola
quiere ir a las fiestas.
La abuela Petrona
es la más glotona
se roba los dulces
de doña Ramona.
La abuela Ramona
le tiene paciencia
siente mucha pena
porque está enferma.
La abuela Renata
luce de escarlata
se come de todo
lo que viene en lata.
Pero la más sencilla
es la abuela Guillermina
hasta con sus alpargatas
siempre luce linda.Malania
Imagen: de “album.es”