Prosa Poética

EL HOMBRE QUE LOGRÓ CAMBIAR

Un hombre avaro y egoísta, cierta mañana se sentó en un pequeño banco en el patio de su casa.
Hacía calor ese día. Él miró al cielo y preguntó las razones de su soledad. Tengo todo querido Padre, es decir lo que se puede obtener con dinero, sí. Pero no tengo a nadie que me de amor, no tengo amigos.
Luego hizo silencio cuando una voz le habló suavemente:
– ¿Nunca reflexionaste, pensaste en qué estabas fallando?
Él contestó a la voz
– No, realmente no.
La voz le siguió hablando:
– Reflexiona entonces, reconoce tus errores, ama, sé bondadoso, haz el bien de corazón y tendrás felicidad, calmarás tus aflicciones.
El hombre quedó pensativo, luego de un rato ya decidido a hacer lo que le dijo la voz, salió.
Pasó el tiempo y todo cambió para él, la felicidad se apoderó de su interior.
Aprendió la lección pero, no sabía quién era el dueño de esa voz que lo aconsejó.
Una noche preguntó en la tranquilidad de la casa:
– Voz, si me escuchas ¿Quién eres? dime si es que puedes.
La voz no demoró en contestar
– Soy tu Padre, el que llaman Padre Celestial, búscame al despertar y no te olvides al acostarte, antes acuérdate de mí en una oración.

Autor: poeta uruguayo Miguel Márquez

Imagen: de la red

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