Poesía

ENTRE REJAS

Desde el balcón la rosa miraba
por unas rejas estaba acorralada.
Su dueña la mezquinaba y cuidaba,  
no quería que nadie la tocara.

Cuando llovía la rosa lloraba
para que nadie en la casa lo notara.
Quería volar y escapar del viento
que muchas veces la zamarreaba.

Pero el día menos pensado
a todos los enfrentó
penetró por entre las rejas
y tal cual era se mostró.

Todos la acariciaron
y por cada pétalo exhaló
el más exquisito perfume
que a todos les encantó.

Desde ese día se convirtió
en la fragante princesa,
le hablaban y le cantaban
hasta que la luna aparezca.

La luna la iluminaba
mientras la brisa nocturna la acunaba.
Vivió la rosa por días y meses
feliz, sin que nadie la dañara.

Malania
Imagen: M. J. T.



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