Poesía

FITÓFILO

Con una barrena en mano
Fitofil se divertía,
hacia el poniente
su mirada volvía,
mientras con picardía
el sol alumbraba  
su rostro terso, reluciente.
Era feliz porque trabajaba
reía y se divertía
al ver que él hollaba
el arriate húmedo del huerto,
donde sembraría al atardecer
las semillas de girasoles,
enterraría bulbos de dalias
y haría injertos
junto a sus huellas de pies descalzos
chapoteando entre bemoles
que sonaban a su oído
desde el transistor
que llevaba en su bolsillo.
Era feliz entre plantas y flores
viendo los vástagos bendecidos
por la lluvia y por su dios
que lo mantenían sano y vivo.
Era feliz y reía
cuando a su casa volvía
con su perro Sarmentoso.
Lo llamó así desde aquel día
que lo halló caído y moribundo
en un sendero boscoso.
                                 
Malania
Imagen de la red. 
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2 Comentarios

  • Mário Margaride

    Olá, Malania,
    Infelizmente, muitos de nós passamos por momentos destes, como o Fitofil. Onde nos despedimos das coisas belas da vida, que nos entristece…
    Gostei muito.
    Grato, pela visita e gentil comentário no.
    Deixo os meus votos de uma excelente semana!
    Beijinhos.

    Mário Margaride

    http://poesiaaquiesta.blogspot.com

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