Minicuentos

PERRO GUARDIÁN

Canelo estaba malherido, tirado al borde de la carretera que une dos pueblos de Misiones, Argentina. Fue encontrado por cazadores a los que se les había descompuesto el automóvil en el que viajaban de regreso a sus casas.
Apenas si respiraba, Canelo fue llevado en otro vehículo que cruzaba por el lugar, a una veterinaria.
Pero había un problema: ¿Quién se haría cargo del perroUna vez medicado había que retirarlo para no tener que pagar internación en ese lugar.
Uno de los cazadores, Mauro, preguntó a varias personas si lo querían, pero nadie respondió que sí.
Mauro ya tenía tres perras en su casa y se le hacía difícil, pero tampoco lo dejaría en la calle. Así que, a pesar de todo, decidió llevarlo consigo. A los pocos días Canelo ya comía y movía la cola cuando él se le acercaba. Por la noche cuando nadie lo veía, y como no tenía bandeja con piedritas para satisfacer sus necesidades, pero sí, un enorme patio donde hacerlo, se movía solo para eso y volvía al lugar asignado a recuperarse, una cucha debajo de la pileta del lavadero.
Hoy Canelo vive en una casa de campo con Adela, una señora de mediana edad que lo cuida como uno más de la familia. Durante la semana viven los dos solos porque los hijos de Adela trabajan y solo la acompañan los fines de semana, cuando pueden.
Adela se subió al árbol para recoger a su loro que se le ha escapado de la jaula. Canelo la acompaña para asegurarse que no le pase nada.

Malania

Imagen: Reina.

Compartir:

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *