OLAS DE SILENCIO
Sentada en cualquier lugar
navegan mis pensamientos
te buscan, por camino incierto
me cuentan, lo que le cuentas.
Dormida sobre mi lecho
mi corazón resuena, no duerme
mi mente también navega
como si fuera un duende.
Si tus palabras me faltan
dejando vacía mi alma
vibra sonoro en mi sueño
el deseo de tu beso en llama.
Entre todas, una nube azul
que deja escapar los rayos
de un tímido sol madrugador
me hace recordar tu encanto.
Escucho… olas de silencio
el canto que va contra el viento
rocas que apilan suspiros
y que erosionan al tiempo.
Si el invierno y el verano
eclosionaran un momento
las estaciones del año
serían nuestro sustento.
Sustento de amor eterno
de pasión y de ternura
en la selva o en el mar
con besos en curvaturas.
Las que recorren tu cuerpo
las que gobiernan tu albura
las que me hacen estremecer
sin dar paso a la cordura.
Fotografía: Roxana Sotelo
NOCHE
NocheQue cubresaldeas y estepas.Que visteselegancia y rudeza.Que desnudasfilosofía de viday las dudas de la muerte.Que te prestaspara mirar las estrellaso la estilizada de cuarto menguante.Que inspirasa escritores poetas.Que cobijasa peregrinose inocentes criaturas.Que quitasel sueño a triunfadoresy angustiados pensadores.Que ocultasa fantasmas y rufianes.Que callasa mariposas y aves.Que duermestímidos murmullosy ecos florecientes.Que te amigascon blancas floresque se abren para vertejunto a hojas de otoñoy musgos verdes.Que enlazassueños lejanos.Que unesen abrazos tiernosa enamorados viajerosy amanecidos forasteros..Noche, noche,
lecho de sueños.ARCO IRIS
Las mariposas descalzas
en la noche desnuda
visitan a las rosas
bañadas por la lluvia.
Los caracoles diluyen
una muda historia
y dejan grabados
entre rosas y amapolas
el hermoso colorido
de un arco iris bordado.
En el lecho azul
de un humedal (o bañado)
refleja el poeta
aquel amor aún recordado.SUEÑO INGENUO
Pétalos de hielo
en madrugadas de otoño
deshojan tus dedos.
Temblorosos tus labios
pronuncian un
te quiero.
Pétalos de rosas
en tardes de primavera
acarician tus ojos.
Vacilantes tus manos
provocan sonrojo.
Pétalos de miel
en noches de invierno
esparce tu lengua.
Indeciso el destino
no permite tregua.
Pétalos de amor
en tarde soleada
tu árbol derrama.
Valiente la entrega
pues ella te ama.
Pétalos por doquier
de día o de noche
derriten el hielo
sellan en mi boca:
Yo también te quiero.ÁRBOL DE VIDAS
Foto: J. Benito (Prohibida su reproducción)
Al ver esta preciosa fotografía,pensé en el amoramor al arte, a la vegetacióna los frutos, a la floramor al trabajo y al amor por ti.También pensé en la creaciónla forma de cada fruto, el colorel tamaño, el sabor,dulce o saladoy pensé en vos.Eres diferente y único en especieno hay otro igual.Tampoco son iguales la sandía,la manzana y el morróna pesar de ser rojos.La banana, el limónla pera y la papayaamarillos sony la lista es infinita,frutos tropicales,silvestres o cultivados.Cada uno es diferentey no todos gustamos de todoéste es más rico que el otroy la química es particularde acuerdo al paladarla atracción por un sabores individual.El final es privado,
es único, tuyo y mío.TORTUGA Y COLIBRÍ
Muchas veces, sin proponértelo, llegas a una página no poco interesante y descubres cosas que quizás son conocidas por algunos y no por otros.
Cada persona tiene su animal de poder, o espíritu guardián, como decía Don Juan Matus (Carlos Castañeda): “Siempre llevarás contigo un espíritu, tu otro yo”, el que ha adoptado distintos nombres en las distintas culturas, siendo el de Animal de Poder el que considero más adecuado, ya que incluye las capacidades del animal específico.
Queda para seguir investigando si realmente son así como los vemos o sólo son energías representativas, que nuestra mente aún primitiva necesita representar simbólicamente.Una frase de San Francisco de Asís:
“No herir a nuestros humildes hermanos (los animales) es nuestro primer deber hacia ellos, pero detenerse aquí no es suficiente. Nosotros tenemos una misión más elevada -serles de servicio a ellos siempre que lo requieran. Si un hombre excluye a cualquiera de las criaturas de Dios del resguardo de la compasión, ese hombre actuará igualmente con sus compañeros humanos.”
EL COLIBRÍ
Se dice que Colibrí nos trae mensajes especiales. Nos trae amor como ninguna otra medicina puede hacerlo, y su presencia trae alegría al observador.
Busca la dulzura de la vida.
Su larga lengua le permite pasar por alto la capa exterior, a menudo dura y amarga, y encontrar los tesoros escondidos debajo.
El que tiene medicina de Colibrí:
No pierde tiempo mirando atrás y deseando “lo que fue”, pues le interesa aprovechar “lo que es”. Nunca podría volverse adicto a algún estimulante artificial, pues encuentra alegría en su propio corazón. Le da mucho placer esparcir alegría, amor y belleza a todos los que lo rodean, y tiene el don de llevar esa alegría interna hacia espacios nuevos y diferentes. Tiene el talento de encontrar lo bueno en la gente, y no se detiene ante un exterior áspero o abrupto, pues sabe que, si pudiera llegar más allá de esa dura capa externa, encontraría bondad y belleza dentro.
LA TORTUGA
Cuando siente peligro o se siente incómoda e insegura, se mete en su caparazón y se protege.
La medicina de Tortuga incluye una conexión con el centro, la destreza de navegar, la paciencia, los límites propios, asociación con lo femenino, el respeto hacia los límites de los demás, el desarrollo de nuevas ideas, la protección psíquica de uno mismo, la confianza en sí mismo, la tenacidad, la defensa sin violencia.
Tanto Colibrí como Tortuga, se sienten libres, esa es la coincidencia. Pero ambos pueden tener una atracción inmensa y espléndida, siempre que el Colibrí pueda traspasar la dura caparazón de la tortuga.
Dijo la Tortuga llamada Geisha: Un Colibrí, llamado Emperador, me buscó y logró sacarme de la nube gris en la que yo vivía adormecida por el frío de mi corazón. Gracias a él pude volver a poner los pies en la tierra sin tantos miedos, sobre todo el miedo al amor. Y pude volver a sentir el perfume de las flores.
Por eso es que amo tanto a Colibrí.
ESPINAS DE AMOR INCOHERENTE
Es una locura salir a caminarantes de que salga el sol.Al viento se le ha dadopor hablarme al oídoel derecho no escuchase instaló en su tímpanoel agua de la ducha.El izquierdo lo llamala respuesta es su ecoy se estampan luegoen la cornisa del recuerdoempañado por una nubesulfatada y en duelo.La belleza azul lo hizo temblaren la penumbra sintió vibrarsus huesos, su piely su carne cansadaSe escabulló pasmadoen la penumbra de la viday aspiró profundoel aroma de la tierra humedecida.Su nombre viveen cada latidoexactamenteen el mismo cuerpoque no es de otroque es el suyo, el de élhasta quien sabe cuándo.Y nada los separamás que el vientoque le trae noticiasal oído izquierdoporque el derechosigue anonadadobajo el silenciode los pétalos blancosy de las espinas de un cactusque vive en pedregosa tierraescondiéndose del fríode los días que pasansin tener un rasgo mínimode algún lejano amor.No hay hastío en la penumbrahay nostalgia del ayer vivido.MalaniaFUE POR ESO
-¿Por qué no legamos nuestros palmos?Él la escuchó y comprendió que lo quería fastidiar con la propuesta. Continuó su tarea junto al antro campestre, colocó cipos y su obrar la molestó todavía más. Arrojó un terrón sobre las espaldas del trabajador, quiso tullirlo, pero el hombre no se inmutó. Su isba iba tomando forma, deseaba hacerla hermosa, su mirada fija en el evo no le permitía error. Él, solo él conocía su secreto. Ella, como un buque en lastre, alomaba con el único propósito de incomodarlo, y en proclive los terrones no cesaban de circular por el aire. Algunos iban lejos, otros caían en la obra. Era tal su obsesión por truncar el objetivo de Lucio, que con gritos y amenazas logró sacarlo de sí.Lucio disparó hacia Lucía, la tomó en sus brazos, la sentó sobre la carreta cubierta de espartillos, la sofocó con besos y la paseó por el sendero al río, hasta dejarla dormida.Lucía despertó, después de varias primaveras, hundida en el lecho, cubierta con sábanas de seda, en una alcoba de paredes color lavanda, de la vivienda que Lucio logró acabar sin su estúpida intromisión, vivienda que él había prometido como ofrenda a esa mujer disparatada por la que sintió amor inmensurable y nunca pudo hacerla suya. Él era etéreo. Cuando ella despertó, Lucio se había evaporado.No llegues tarde
Entre aromas de espinillos
y madreselvas gigantescas
revolotean gorriones
cotejando con piruetas
a las dulces mariposas
que descansan en la estepa.
Un gorrión de entre los mil
se separa del montón
y en vuelo alto, a las nubes
se dirige en su afición
por recorrer la distancia
hacia su tan ansiado amor.
Al llegar a la otra orilla
cautivo en su soledad
su silencio lo desploma
como escapando del mar
a su amor se va buscando
sin siquiera mirar atrás.
Pero al llegar a su alcoba
no la encuentra despertar
¿ ya se ha ido
o ya se ha muerto?…
¿Por qué llegas tan tarde?
le pregunta el vendaval
Ya se ha ido…
o ya se ha muerto!…
¡quédate en tu soledad!
En su sueño recorrido
resultó ser un disfraz.
Atrevido el horizonte
atrevido el vendaval…
por mentir que ya se ha ido
por mentir que ya se ha muerto…
El gorrión no quedó herido
con fervor que hizo vibrar:
¡Te Amo!
resonó al viento
¡Te Amo! desde mi soledad.SILENCIO DE UN SILENCIO
Hay silencios. . . y SILENCIOS.Los que sumen en la tristeza.Los que te permiten reflexionar.Los que por amor, te hacen callar.Los que evitan el dolor.Los que dejan que hablestan sólo con la mirada.Los que te gritan por dentroque no te quedes callada.Los que dan lugar a las dudas.Los que te regalan sueños.Los que te traen sorpresas.Los que te insinúan:“el que será tu dueño”.Y también hay . . .tantos otros, silencios.