NACE EL NIÑO DIOS
Bajo el cielo estrellado, en la fría noche,
nace el Niño Dios, con su amor inmenso,
en un humilde pesebre, entre los susurros,
un canto de esperanza, sin ruido, sin murmullo.La alegría se extiende, como un manto de luz,
en cada rincón, se encienden las sonrisas,
el frío se olvida, la paz se hace canción,
y en el aire flota la promesa de Redención.Pero entre las luces y el dulce cantar,
hay sombras que susurran, recuerdos al mar.
La soledad se cruza con la nostalgia de antaño,
y la tristeza susurra su eco lejano.En el corazón del pueblo, en cada alma herida,
resuena la esperanza de una nueva vida.
Porque al nacer el Niño, no hay dolor que resista,
y la Navidad es la respuesta a la herida.Es la luz que transforma, que cura y que salva,
un refugio para el alma, cuando la vida no habla.
Y en este diciembre, entre risas y llanto,
recordamos que el amor es siempre el encanto.Que la Navidad nos abrace en su más puro cantar,
y aunque el camino sea largo, siempre habrá un hogar.
Porque al Niño Dios, entre susurros de fe,
le damos el alma, la esperanza, y la piel.Malania
Imagen propia
NAVIDAD 2024
La Navidad no elige momento para llegar, siempre es el mismo día, instituido vaya uno a saber por quién. Más de uno puede no estar en el mejor momento de su vida. Si estamos tristes tenemos que alegrarnos con su llegada aunque tengamos que pasar ese día quizás sin comida ni bebida o sin el amor que queremos esté a nuestro lado, o tal vez algunos no estén gozando de buena salud, entonces es el momento de pedir al Niño Dios todas las Bendiciones para sanarnos y estar mejor. Sé que no es fácil, pero ¿qué otra cosa podemos hacer? Disfrutemos de la Navidad aunque sea con un solo pedazo de pan y en armonía con nosotros mismos. Los que tenemos familia, reunámonos en el lugar que se pueda y los que no la tienen, quizás haya amigos y amigas o vecinos que también están solos, o no, y podrán recibir juntos con ellos la Nochebuena y el nuevo año. No nos encerremos en nuestra casa como si el mundo no existiera, no nos deprimamos porque aquellos que estuvieron con nosotros la Navidad anterior, ya no están. El hecho de estar vivos ya es una bendición, valorémoslo. Agradezcamos lo poco o mucho que tenemos. Y recordemos: no es tan importante tener muchos alimentos y bebidas en ese día, lo importante es la llegada de la Navidad.
A TODOS: ¡FELICES FIESTAS!
Malania