• Poemas

    DE A DOS

    Labios que desean emigrar
    para humedecer la sequedad
    de tus momentos silenciosos.
    Para ver y sentir tus manos ansiosas
    agitando vientos que no existen
    que sí vibran, sin pausa y sin cansancio.
    Pícaras, logran encontrar el punto exacto,
    justo en el momento cumbre e ideal.
    Siguen brisas
    acarician la tibieza de tus humedecidos poros.
    Múltiples deseos penden de la soledad
    en horas silenciosas, tranquilas, íntimas.
    Malania
    Imagen propia
  • Poesía

    HORMIGA FLORIDA

    Una hormiga negra, brilla como el sol,
    lleva flores frescas sobre su cráneo inquieto,
    corona de pétalos, corona de misión,
    en su andar diminuto, perfecto y secreto.

    Camina sobre el mar, sin miedo, sin pesar,
    las olas no la tocan, el viento no la ve,
    como si el universo la dejara pasar,
    como si el agua supiera quién es.

    Cada paso un suspiro, cada flor una promesa,
    que entrega al horizonte con felicidad,
    su carga no pesa: es pura belleza,
    y su rumbo es sueño, fe y voluntad.

    Quién sabe adónde va, o si alguna vez llegó,
    pero el mar, en silencio, su viaje guardó.

    Malania

    Imagen de la red.

  • Poemas

    BIEN PARA UNOS, MAL PARA OTROS

    Escucho los sonidos
    de teros que vuelan
    y gritan a coro.
    Le han quitado el nido.

    La tala imperiosa
    duerme los eucaliptos,
    se visten del silencio
    que late bajo sus hojas.

    Algunas aún le quedan
    verdes y engañosas,
    resistiéndose a sucumbir
    se vuelven amarillas
    para nada vistosas.

    Un hachero trabaja
    corta las ramas finas,
    tendrá leña en el invierno.
    Alegre retoza en la colina.

    Con el tronco oreado
    y de la misma cerna
    algún mueble fabrica,
    mesa y silla rústica
    o simples tabicas.

    Los teros volaron
    sin gritar a coro
    a construir su nido,
    a buscar comida,
    en bosque cercano
    o en alguna serna.

    Malania

    Imagen propia

    Serna: tierra de sembradura generalmente de secano.
    Secano: Tierra de labor que no tiene riego, y solo participa del agua de lluvia.
    Cerna: Cerno. Corazón de maderas duras como el roble.

  • Poemas

    TU BESO

    Te  busqué…
    en las nubes,
    solo vi tu boca,
    guardabas un beso.
    Silencioso,
    ¡Tanto amor!
    que a mí me convoca…
    Dentro mis entrañas,
    seduce, sofoca,
    se duerme,
    me acaricia,
    con tu piel
    me toca.

    Malania
    Imagen propia

  • Poesía

    PUESTA DE SOL

    Sentada junto a un banco solitario,
    contemplaba la puesta de sol.
    Quizás un alma perdida,
    en una embarcación sin guía,
    acunada por el río,
    miraba pasar la vida.
    Detrás de mí las casas,
    en un tranquilo barrio, esparcidas,
    sin ruido alguno, parecían dormidas.
    Las aguas muy despacio corrían,
    como cauce estancado parecía.
    A lo lejos el ladrido de perros
    el silencio rompía.
    Comenzó a mover las hojas
    una suave brisa.
    El aroma a bizcocho recién horneado
    me abría el apetito sin prisa.
    Los cristales de mis anteojos
    ya no me ayudaban,
    no tenía un panorama nítido.
    Era hora de dejar el lugar,
    mi piel sentía frío.
    El sol se había escondido, tras el mismo río.
    Sentí que ese instante me envolvía
    en un otoñal y agradable rocío.
    En casa me esperaban para la cena,
    creían que me había perdido.

    Malania

    Imagen: Noe G.

  • Poesía

    ARENA ARDIENTE

    ¿Estás allí?
    Hoy haré de rocas, granizos,
    para endurecer mi mente,
    que no inflame tu frente
    y no invada tu ventana.
    Para verte en las mañanas,
    descansado en tu silencio,
    con sabor dulce y aliento
    de un aire lleno de vida,
    pensando en alguna parida
    con tus manos plasmarás.
    A través de atlánticas aguas,
    y granas de arena ardiente,
    tú, despejarás la mente,
    yo apaciguaré las llamas.

    Malania

    Imagen: propia

  • Poemas

    ATARDECER DE MARZO

    Como margarita invertida
    de centro blanco y pétalos amarillos,
    besa el río y se mira en su espejo
    y como si fuera poco
    se atreve, y con su brillo
    penetra aguas adentro
    hasta perderse en el fondo,
    silenciosa, haciendo eco.
    ¿Permanecerá allí hasta el alba?
    ¿O se irá detrás del horizonte?
    para coquetear con la noche
    hasta dormirse en sus brazos
    envuelta en su enorme manto.

    Malania

    Imagen: Rox E. S.

  • Poesía

    PLÁTANOS EN HILERA

    Árboles plantados en hilera,
    como soldados erguidos sin fusiles,
    con ramas extendidas en silencio,
    una fila que parece eterna.

    Camina el hombre sobre las hojas secas,
    que crujen bajo sus pies,
    haciendo  eco en el viento,
    que anuncia el paso del tiempo.

    Los plátanos, con su sombra quebrada,
    le ofrecen su alfombra dorada,
    y al llegar ante ellos,
    los árboles le hacen venia,
    como si reconocieran
    el peso del alma que los observa.

    El hombre avanza, sin prisa,
    y la tierra, humedecida por el rocío,
    se despide suavemente del otoño
    para dar paso a próximos retoños.

    Malania

    Imagen propia.

  • Poesía

    RECUERDOS DE DESPEDIDA

    Hoy ha vuelto a recordar
    cuánto quiso a ese hombre.

    Recordó su despedida
    cuando se fue, ese triste día,
    se alejó en silencio.
    Él no quiso hablar.
    Él ya no lo quería
    y ella sufría
    por tanto amor que sentía.

    Yo sé cuánto lo quiso,
    sé cuánto lo amó,
    y solamente yo sé
    cuánto lo lloró.

    Cuando pasa por lugares
    que con él caminó
    le vuelven los recuerdos
    de su querer y su amor.

    Olvidarlo no ha podido,
    olvidarlo no podrá.

    Malania

    Imagen propia

  • Poemas

    COMPETENCIA DE COLORES


    Hoy di un paseo entre los árboles,
    y vi cómo competían en silencio,
    cada uno mostrando su esplendor,
    con colores brillantes como un sueño.

    Las hojas se visten de oro,
    y otras, rojas como el fuego,
    se despliegan al viento con orgullo,
    bailando su danza al ritmo del cielo.

    En cada rincón, un arco iris de verde,
    donde el sol se filtra con cautela,
    y cada rama, con su traje único,
    canta una melodía de naturaleza.

    Un concierto sin palabras ni juicios,
    donde el brillo de cada color es testigo
    de que, aunque compiten por resplandecer,
    en su quietud, juntos aprenden a crecer.

    Algunos le dan respiro a las hojas
    ellas caen y desaparecen.
    Es hora de lucir sus bellas flores
    cada cual con sus propios colores.

    Malania

    Imágenes Ninet y propias.