• Poesía

    MASCOTA ESPÍA

    En un sector del jardín florecido,
    donde el sol se posa en paz al mediodía,
    camina sigilosa y sin ruido
    la elegante gata Sía.

    No es gata común, es espía
    de pajaritos que cantan sin temor,
    pero más que cazadora fría,
    es soñadora de amor.

    Entre flores se esconde ligera,
    ojos dorados, bigotes en tensión,
    más cuando el viento la espera,
    sólo juega sin intención.

    Los pajaritos vuelan desprevenidos,
    mientras Sía se estira al sol,
    la panza al cielo, los sueños dormidos,
    con el jardín como su control.

    Porque aunque parezca acechadora,
    Sía es reina, y no enemiga,
    bajo el sol, entre aromas de aurora,
    vive su vida tranquila… y amiga.

    Malania

    Imágenes: M. Julián T.

  • Poemas

    NOCHE DE NOSTALGIA

    El hombre estaba agotado
    había perdido toda esperanza.
    Han volado sus sueños
    desaparecieron sus deseos.
    Lleno de vacíos, nada le importaba.
    Sus actos carecían de significado
    lo que hacía a nadie le interesaba.
    Era eso lo que él pensaba.
    Sus palabras comenzaron a marchitarse
    su voz ya no vibraba en el aire.
    No lograba seducir ni a las flores.
    Sus versos estaban más que vacíos.
    Solo la nostálgica noche
    le brindaba consuelo.
    Se identificaba con ella,
    buscaba el olvido en la oscuridad.
    Quería desconectarse de sí mismo,
    alejarse de su naufragio mundano.
    Una vez dormido, no podía pensar
    no sufría por el adiós, quizás definitivo,
    sabía que la había perdido.
    Se abandonaba en esos sueños sin soñar.
    Pero esos sueños lo engañaban
    le decían que ella todavía le pertenecía,
    y que algún día volvería.

    Malania

    Imagen: propia

  • Poemas

    TRABAJADOR

    En el calendario surge un día especial,
    donde el trabajo se viste de gala y brillo,
    una jornada que destaca lo laboral,
    honrando al obrero con justo castillo.

    Bajo el sol radiante, en la faena diaria,
    se forja el futuro con sudor y empeño,
    cada esfuerzo traza la senda solidaria,
    donde el progreso se erige como dueño.

    En fábricas, campos, en las calles bulliciosas,
    se teje el tapiz de la sociedad,
    manos laboriosas y manos generosas,
    construyen puentes hacia la prosperidad.

    Hoy celebramos la fuerza del trabajo,
    el valor del esfuerzo y la dedicación,
    cimientos firmes en este vasto trabajo,
    que edifican un mundo de superación.

    ¡Oh, día del trabajador, día de reconocimiento!
    Donde el alma obrera encuentra su voz,
    en cada tarea, en cada momento,
    se alza la grandeza del esfuerzo feroz.

    ¡Brindemos por aquellos que con tesón labran,
    el camino hacia un futuro más justo y pleno,
    en este día, en cada esquina, se graban,
    los anhelos de un mundo lleno de sueños!

    Malania

    Imagen: de la red

  • Poesía

    DÉJAME SENTIR

    Eres mi más profundo pensamiento,
    el tiempo que comparto,
    el sustento del día a día,
    la caricia que me deja el viento.
    Eso me lo dice el tiempo…
    Eres la luz que me abraza
    el canto del zorzal al amanecer
    el reflejo del amor en el espejo.

    Déjame sentirte más de la cuenta.
    Déjame mirarte de lejos,
    mírame la piel como se eriza
    cuando me escribes versos.
    Déjame un soplo suavecito
    en la intimidad de mis sueños.
    Déjame una lluvia de fuego
    y nadie más que tú
    se sumirá detrás de mi velo.

    Malania

    Imagen: Propia

  • Poesía

    NATURA PURA

    El río canta su melódica voz,
    las montañas guardan su serena paz,
    y las estrellas, al caer la noche,
    tejen sueños en el mar.

    La luna, reina de la quietud,
    se alza con gracia, en su viaje sin fin,
    mientras la vida, en su frágil curso,
    nos invita a ser parte de su festín.

    Espectáculos que el alma abraza,
    en cada amanecer, en cada rincón,
    la naturaleza, con su eterno latido,
    nos regala su canción.

    Malania

    Imagen: M. Julián T.

  • Poesía

    EL PRINCIPITO

    TRAS UNA PUESTA DE SOL

    En un planeta de tamaño tan pequeño,
    como una cajita de juguetes,
    vivía un niño de ojos brillantes
    y un corazón lleno de sueños.

    En su rincón del cosmos lejano,
    cultivó con cariño una rosa,
    un ser tan frágil y delicado
    que él protegía con su alma hermosa.

    Un día, decidió partir al espacio,
    viajar a otros mundos le llamaba,
    en cada planeta conoció a alguien,
    que a su corazón no entendía ni amaba.

    Un gigante de metal, un rey tan altivo,
    un contador de estrellas, un hombre de negocios,
    todos se creían superiores al niño,
    pero él enseñaba con sus gestos generosos.

    “Lo que importa no es lo que se ve,
    sino lo que no se puede tocar”,
    les decía, dejando huella,
    como la rosa que sabía cuidar.

    Hasta que llegó a la Tierra,
    donde un aviador le ofreció su amistad,
    pero el niño, con su rosa en mente,
    dejando un vacío, decidió regresar.

    El aviador miró al niño partir,
    y en su pecho quedó una pena,
    pues el niño con su rosa tan pura,
    le enseñó el valor de la vida plena.

    “Vuelve a tu planeta, pequeño viajero,
    y cuida tu rosa, fiel y sincero”,
    le susurró el viento, sabio y sereno,
    mientras el niño volaba, dejando un sueño.

    Malania

    Imagen: Roxana E. S. y de la red.

  • Poesía

    UNIENDO DESTINOS

    Un puente viejo cruza el arroyo Mboi Ka´é
    testigo eterno de sueños de ayer.
    El sol se alza con destellos dorados,
    pintando de luz los rincones olvidados.

    La ciudad despierta, bullicio y risa,
    bajo el hechizo que el día desliza.
    Sus calles murmuran historias pasadas,
    mientras el puente vigila, sereno, las aguas.

    Arroyo que canta, arroyo que llora,
    llevando secretos de horas y auroras.
    El puente respira, un gigante de piedra,
    uniendo destinos en su noble entrega.

    Malania

    Imagen: Roxana E. S.

  • Poesía

    CIUDAD AMADA

    Nací en esta tierra tucumana,
    ciudad que amo, que me vio crecer,
    con sus calles que cuentan historias
    y su gente, siempre dispuesta a volver.

    Al fondo, el cerro, guardián sereno,
    muestra su silueta bajo el sol del mediodía,
    y en su cima, un susurro de viento
    acaricia recuerdos, como una melodía.

    Los árboles en la plaza,
    testigos del paso de los años,
    bajo su sombra me pierdo,
    mientras el tiempo se hace lejano.

    Ciudad que amo, tierra de mis sueños,
    en cada rincón guardas una huella,
    y al fondo, los árboles, el cerro,
    y yo, eterno amante de tu belleza.

    Malania

    Imagen: Rubén E. Ch.

  • Poesía

    AMANECER CON ESTILO

    El sol imponente asoma, dorado y sereno,
    despierta la tierra con su luz temprana,
    y el cielo se tiñe de un claro profundo y pleno,
    en el amanecer del primer día de semana.

    El lunes llega, con su ritmo y su calma,
    como un puente colgante entre sueños y realidad,
    cruzando un río de pensamientos y de alma,
    donde las nubes grises se desvanecen con suavidad.

    Pero hay nubes oscuras que amenazan al sol,
    como presagio de sombras en la vida que llega,
    sin embargo, el abrazo de la luz es un farol,
    guiándonos a través de un día más que se despliega.

    Bajo ese puente, el río sigue su curso fiel,
    y cada gota de agua refleja la esperanza,
    en el amanecer del lunes, todo es posible,
    como un abrazo de sol, viento y confianza.

    Malania

    Imagen: Lua Tenaschuk

  • Poemas

    SUEÑO O PESADILLA

    Cerraré mis ojos en voz baja,
    para meterme muy despacio en el sueño.
    En ese instante mi corazón ya no trabaja,
    la voluntad suspende su latido.
    Y yo me siento tan lejos,
    y tan pequeña,
    que a mi Dios invoco,
    pero no le pido nada,
    solo agradezco.
    Quiero compartir contigo el universo
    ¿Por qué el mundo soñado no es el mismo?
    Sueños bellos,
    sueños de muchos colores…
    A pesar de todo,
    mi pesadilla es siempre el optimismo.
    Y me duermo débil,
    me desvanezco en tus brazos.
    Y sueño,
    sueño que soy fuerte,
    sueño que me amas.

    Malania

    Imagen: de la red