• Poemas

    EVANESCENCIA

    Apoyó sus pies en el piso

    el frío lo hizo estremecer

    Melancólico la recordó

    más allá del mal y del bien

    asceta o epicúreo

    quizás, marginal

    ¡qué importaba!

    Sus ojos brillaron ante el espejo

    allí la veía y la vio

    con sus cabellos mojados

    recién peinados

    la hacía a su lado.

    La nostalgia impermanente

    se posó

    en un ir y venir

    de imágenes del recuerdo

    Un baile de palabras

    sus oídos poblaron

    y un soplo de caricias aceitosas

    con aromas silvestres

    su piel iluminó

    Apresurado y silencioso

    se alejó de la ducha

    vistió ropa cómoda y salió

    pateando el aire que lo tenía al revés

    en busca aventurada

    de un azarístico encuentro

    pero la evanescencia ganó

    en espacio y en tiempo  

    y su notable altura

    (dos metros o quizás menos)

    se volvieron enanas

    en un banco de madera

    frente al Parque Lezama

     Más de mil personas

    reunidas en torno al lago

    esperaban sin hastío

    el show del baile de colores.

    Y entre ese tumulto, ella estaba.

    Foto de Abstracto creado por kjpargeter – www.freepik.es

  • Poemas

    AMOR POR TI

    Agapantos

    Te amo a pesar de todo
    del tiempo y la distancia
    de mi nostalgia por ti
    o de tu risa sarcástica.
    Te amo con serenidad pura
    a la espera de una mágica
    respuesta con cordura.
    Te amo con tu cuerpo acartonado
    y aunque estés acorralado
    llenas las páginas blancas
    con tiernas frases de amor
    y reflejos de locura.

    Malania

  • Poemas

    AMOR SIN TRAMPAS

    El tiempo remueve

    las esquinas vacilantes

    con lluvia de nostalgias

    Un solo soplo de viento

    me envuelve

    y no me deja escapar

    hacia tus cálidos brazos

    en el laberinto de la duda.

    Las sábanas soñadas

    descubren mi cuerpo

    siempre esperándote

    en la madrugada.  

    Malania

  • Poemas

    SUEÑOS Y REALIDADES

    PIES DESCALZOS

    Un laberinto de palabras

    se dibuja con desvarío por tu espalda

    unas con aceite, cinceladas

    otras por tus muslos aleteadas

    bajo sábanas blancas azuladas

    Sin parar mis manos antojadas

    llegan a tus blancos pies

    que sobresalen de mi cama

    al otro extremo

    de almohadas arrugadas.

    En un respiro que sopla

    desde el fondo del alma

    queda atrás lo incierto

    pintado en puntos suspensivos

    cautivos en madrugada.

     

    Ante el testigo espejo

    nace el recuerdo

    transformado en deseo

    late en el tiempo 

    como aquellas mañanas

    entre cálidas y frías

    de encuentros y secretos.

    Malania

    Fotografía de la red.

  • Cuentos

    CON PÉTALOS DE ROSAS

    Vagabundo enamorado

    Un marginado vagabundo, entibia su cuerpo con el resto de un abandonado café, en una mesa solitaria con huellas de lágrimas de ausencia. El único local rodeado por árboles frutales, no hay otro que abra sus puertas antes de que salga el sol y cierra pasada la media noche.                                  Errante camina por calles de tierra juntando pétalos de rosas deshojadas por el viento y escorias de un fingido jardín sin dueño. Prepara su cama con cartones y restos de algún lienzo deshilachado. Apoya su cabeza sobre una bolsa de un raso viejo, atada en un extremo con una suerte de bretel, que bien pudo haber sido un camisolín de una dama olvidada (o no).  Desde adentro crujen hojas secas y más pétalos de rosas rojas que hacen las veces de una improvisada e incómoda almohada, donde el rojo se volvió amarronado por las huellas del sucio terreno donde es apoyada.      Flemático al despertar acomoda su cabeza y besa su “almohada” como si a alguien recordara. Recoge los cartones acomodando uno a uno bajo una cimbra enmohecida, a la que el pasar del tiempo borró todo rastro de pintura. Arranca unas hojas de hierba que para él son depurativas y vuelve a las calles terradas y otras empedradas, con la compañía de algún perro abandonado y bajo el brazo, su almohada. La claridad del día le indica el camino hacia el único café que abre sus puertas antes de salir el sol.

    Malania Nashki