EVANESCENCIA
Apoyó sus pies en el piso
el frío lo hizo estremecer
Melancólico la recordó
más allá del mal y del bien
asceta o epicúreo
quizás, marginal
¡qué importaba!
Sus ojos brillaron ante el espejo
allí la veía y la vio
con sus cabellos mojados
recién peinados
la hacía a su lado.
La nostalgia impermanente
se posó
en un ir y venir
de imágenes del recuerdo
Un baile de palabras
sus oídos poblaron
y un soplo de caricias aceitosas
con aromas silvestres
su piel iluminó
Apresurado y silencioso
se alejó de la ducha
vistió ropa cómoda y salió
pateando el aire que lo tenía al revés
en busca aventurada
de un azarístico encuentro
pero la evanescencia ganó
en espacio y en tiempo
y su notable altura
(dos metros o quizás menos)
se volvieron enanas
en un banco de madera
frente al Parque Lezama
Más de mil personas
reunidas en torno al lago
esperaban sin hastío
el show del baile de colores.
Y entre ese tumulto, ella estaba.
AMOR POR TI
Agapantos Te amo a pesar de todo
del tiempo y la distancia
de mi nostalgia por ti
o de tu risa sarcástica.
Te amo con serenidad pura
a la espera de una mágica
respuesta con cordura.
Te amo con tu cuerpo acartonado
y aunque estés acorralado
llenas las páginas blancas
con tiernas frases de amor
y reflejos de locura.Malania
AMOR SIN TRAMPAS
El tiempo remueve
las esquinas vacilantes
con lluvia de nostalgias
Un solo soplo de viento
me envuelve
y no me deja escapar
hacia tus cálidos brazos
en el laberinto de la duda.
Las sábanas soñadas
descubren mi cuerpo
siempre esperándote
en la madrugada.
Malania
SUEÑOS Y REALIDADES
PIES DESCALZOS
Un laberinto de palabras
se dibuja con desvarío por tu espalda
unas con aceite, cinceladas
otras por tus muslos aleteadas
bajo sábanas blancas azuladas
Sin parar mis manos antojadas
llegan a tus blancos pies
que sobresalen de mi cama
al otro extremo
de almohadas arrugadas.
En un respiro que sopla
desde el fondo del alma
queda atrás lo incierto
pintado en puntos suspensivos
cautivos en madrugada.
Ante el testigo espejo
nace el recuerdo
transformado en deseo
late en el tiempo
como aquellas mañanas
entre cálidas y frías
de encuentros y secretos.
Malania
Fotografía de la red.
CON PÉTALOS DE ROSAS
Vagabundo enamorado
Un marginado vagabundo, entibia su cuerpo con el resto de un abandonado café, en una mesa solitaria con huellas de lágrimas de ausencia. El único local rodeado por árboles frutales, no hay otro que abra sus puertas antes de que salga el sol y cierra pasada la media noche. Errante camina por calles de tierra juntando pétalos de rosas deshojadas por el viento y escorias de un fingido jardín sin dueño. Prepara su cama con cartones y restos de algún lienzo deshilachado. Apoya su cabeza sobre una bolsa de un raso viejo, atada en un extremo con una suerte de bretel, que bien pudo haber sido un camisolín de una dama olvidada (o no). Desde adentro crujen hojas secas y más pétalos de rosas rojas que hacen las veces de una improvisada e incómoda almohada, donde el rojo se volvió amarronado por las huellas del sucio terreno donde es apoyada. Flemático al despertar acomoda su cabeza y besa su “almohada” como si a alguien recordara. Recoge los cartones acomodando uno a uno bajo una cimbra enmohecida, a la que el pasar del tiempo borró todo rastro de pintura. Arranca unas hojas de hierba que para él son depurativas y vuelve a las calles terradas y otras empedradas, con la compañía de algún perro abandonado y bajo el brazo, su almohada. La claridad del día le indica el camino hacia el único café que abre sus puertas antes de salir el sol.
Malania Nashki