Con saludos de madrugada, cuando al despertar tú me llamabas en mi ser tú penetrabas exaltando mis sentidos susurrándome al oído un acto de amor intenso estremecías mi cuerpo llenabas mi corazón de alegría y de pasión.
Al amanecer mis sentidos te reclaman y preguntan ¿Quién ocupa mi lugar? ¿Será el cielo, la luna o el sol? ¿Será mujer? ¿Será varón? ¿Será otra cosa? o simplemente será… ¿tu soledad ignota?