Poemas

ACTITUD DE POETA

Ya no arroja el poeta sus palabras con fuerza
en versos plasmados en hojas blancas
y a contratiempo, como olas revueltas.
Camina, ondeando los pasos bajo la lluvia
con la vista fija y de a ratos perdida
en las baldosas sueltas,
indiferente a las lentejuelas de oro y naranja
con que el mismo sol salpica
las ventanas de las casas.
Un aire agrio y ventoso lo transporta
al otro lado de la ciudad sombría.
Reflejos de fuego en los espejados ventanales
se mezclan con lo plateado de sus cabellos.
Un resplandor estruendoso lo estremece  
y una voz casi imperceptible
le hace cambiar el rumbo.
¿Alguien lo sigue, lo vigila o lo cuida?
¡Quién sabe! Quizás ni el poeta lo sabe.

Imagen de la red.

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8 Comentarios

  • Anónimo

    El poder de observación de un poeta es enorme y muchas veces se puede crecer (cuanto más caído está) siempre va a depender de si su soledad es algo ventajoso como las gotas de lluvia que caen y luego afloran flores o plantas. Un buen descriptor de emociones, pienso que debe ser observador, tener mucho sentimiento y cuando pasea bien sea con nieve, lluvia o sol es adaptarse a las circunstancias del momento. Más muchas veces se desconoce si no se procesa esta delicadeza.

    Es un gran poema que invita a la reflexión y a ver ciertas cuestiones que nos aprecen muy complicadas a traducirlas en más sencillas. Gracias por compartir estas maravillosas letras, amiga.

    Un abrazo y buenas noches.

    Joaquín Lourido

      • Juan Hernandez Meza

        Muy de acuerdo con Joaquin, el poeta siempre observa solo que a veces desde dentro y otras de ojos para fuera, escribe de experiencias ajenas o personales. Es muy bello este poema, ultimamente he estado escribiendo mucho por eso no he grabado nada tuyo, actualmente estoy colaborando con un musico poniendole voz a algunas de sus melodias, pero este poema me gustaria grabarlo si te parece. Saludos.

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