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ARRECIAR

TORMENTA PINCELADA
La lluvia tararea una canción.
Tamborilean los cristales.
Tembladeral, hojas ávidas,
se confunden  en la oscuridad.
Silencio y quietud visten al alba.
Remanso de tierra profunda,
cálida y húmeda
Ella espera ansiosa,
las horas trepan el aire,
el puntal se desploma,
la esperanza desvanece.
Sus ojos color bronce,
humedecen parpadeos.
Noche galardonada de añil,
vestido de gris el día
y ella plagada de negro
El sol se sumió en silencio.
Ausencia de caricias y besos.
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