• Prosa Poética

    CAMINARÉ EN LA ARENA


    Ya no hay barreras, se fue ese portón
    y la libertad llamó, invitó a salir.

    Quedó ese espacio para seguir marcando un rumbo,
    todo depende adónde queramos ir.

    Sigo sin detenerme sabiendo que caminaré en la arena,
    mis huellas se borrarán pero nada detendrá la marcha.

    Andaré sin rumbo donde lleve el viento regalando felicidad,
    con la bendición de Dios y nada se apagará.

    Caminaré en la arena hacia donde la luz me guíe y no me perderé,
    vamos que el tiempo se va, seguro nos está llamando a hacer camino,
    no debemos rendirnos con la bendición de Dios.

    Autor: Miguel Márquez

    Imagen: Propia (Malania)

  • General

    MARGINALIDAD

    Tengo encinta la opinión bajo el cielo y este sol 
    Una vida peregrina de estación en estación. 
    A veces sueño que la vida pasará a ser mejor 
    Cierro los ojos y digo que no puede ir a peor. 
    Pero la realidad hace un roto al corazón 
    Y no hay aguja que hile 
    Un colchón alrededor 
    Que abrigue de la indiferencia 
    Si brota al por mayor. 
    Un momento en la vida hay que dirimir 
    La conciencia no te atraca 
    Si no induce a la verdad. 
    Es la ruina de los hombres tener que mendigar 
    Por haber nacido con el bolso cerrado 
    Sin un trozo de pan que llevarse al lecho 
    Sin opción de poder luchar 
    Obligado a la marginalidad. 

    Autor: Gustavo García Pradillo

    Imagen: de la red x G. G. P.

  • Poesía

    GERBERAS DE MI JARDÍN

    En mi jardín las gerberas danzan,
    colores vivos en día soleado,
    naranja y matizada sin recado,
    en la brisa de su aroma se extravagan.

    Flores que el sol acaricia y alaba,
    pétalos que el viento ha acicalado,
    mi jardín, un rincón encantado,
    donde la natura su encanto alcanza.

    Malania

    Imagen propia

  • Cuentos

    VENDO VENDO

    ¡Atentos que se disparó el Blue! Tiró el flaco en la mesa del antiguo bar; atónitos a su alrededor, los muchachos apenas atinaron a mirarse entre ellos, como no pudiendo entender cómo y desde cuándo el flaco manejaba ese nivel de información y cómo es que andaba metido en eso, si lo suyo era estar todo el día sentado en la puerta de su casa, con una briznita de pasto que llevaba con habilidad de un extremo a otro de su boca.
    Incógnita que no tardó mucho en llegar al dueño del bar, que, por portación de sospecha, le comenzó a cobrar la rueda de grapa que religiosamente todas las tardes consumía con sus amigos; y no quedó solo allí la cosa; el sodero que le dejaba de onda, dos sifones, le retiró el beneficio y el saludo.
    Cómo era de esperar, se fue quedando cada vez más solo. Si hasta el patrullero que pasaba todos los días frente a su casa haciendo su ronda, cambió la consigna y desde entonces dejó de vigilar la cuadra donde vivía el flaco.
    Se hizo vox populi que el flaco había hecho guita y simulaba para vivirlos a todos; eso hizo que empeorara la situación, porque además de bronca la gente fue acumulando comentarios que en cada esquina la gente hacía; que comercializaba moneda extranjera clandestinamente; que con razón estaba todo el día en la puerta; que lo vieron subido a un auto de alta gama; que frecuentaba a una señorita adinerada; que hizo un viaje al exterior, y un sinnúmero de cosas, tan difíciles de comprobar como el dato que el flaco tiró aquel día en la mesa del bar, al que asistió como era costumbre, vestido con su bombacha bataraza; alpargatas con forma de juanete, pañuelito al cuello, camisa amarillenta del uso y una boina siempre inclinada para la derecha, cuando por la ventana del bar, vio como a doña Ramona se le escapó su perro, el Blue, que salió disparado por la calle escapando del veterinario que estaba llevando adelante la campaña de vacunación antirrábica.
    Lo que nunca imaginó el flaco, es que un perro iba a causar más rabia que la propia rabia.

    Autor: Patricio Massa.

    Web: patriciomassa.blogspot.com

    Imagen: P. M.

  • Poemas

    ¿DÓNDE DORMIRÁN LOS GRILLOS?

    Poema Infantil

    ¿Dónde dormirán los grillos? ya no se escucha su canto,
    la noche está silenciosa.

    Quiero oír el cantar de los sapos,
    volando a los cuatro vientos con el sonido de la naturaleza.

    Canta grillito canta, los sapos tal vez
    estén esperando para acompañarte a coro.

    La noche parece triste, camina la soledad,
    buscándote, una luciérnaga ilumina
    todos los rincones con su luz intermitente.

    ¿Dónde dormirán los grillos? pregunto y no tengo respuesta,
    tanto silencio, me quedo dormido sin escuchar su canto.

    Autor: Poeta Uruguayo Miguel Márquez

    Imagen de la red

  • Prosa Poética

    MIRA MÁS ALLÁ

    MIRA MÁS ALLÁ DE LAS TORMENTAS

    Mira más allá de las tormentas y no temas en seguir andando,
    habrán momentos difíciles que la fe los vencerá.

    Dios irá a tu lado con toda la fortaleza en ti,
    te dará certezas y la seguridad no te dejará caer.

    Mira más allá de las tormentas, verás la calma,
    verás el sol en el horizonte y el Señor dirá:

    -por más difícil que sean tus días, cree, porque estaré fortaleciéndote-

    Autor: Miguel Márquez

    Imagen: propia (Malania)

  • Prosa Poética

    ATARDECER FOGOSO

    En el último suspiro del día, cuando el sol todavía alumbraba el horizonte en un atardecer fogoso, los árboles del bosque parecían sombras dormidas bajo una aureola dorada. Las nubes, como enormes montañas nevadas, navegaban lentamente por el cielo teñido de tonos rosados y naranjas.
    En medio de ese espectáculo celestial, dos amigos se encontraban en el claro del bosque. Ella, con brillo en sus ojos y el cabello iluminado por los últimos rayos del sol, miraba maravillada el juego de luces y sombras. Él, con una sonrisa cómplice, extendió la mano hacia ella, atrapando un momento que parecía suspendido en el tiempo.
    “¿Ves cómo todo cobra vida al caer el sol?”, susurró él, mientras el cielo se oscurecía lentamente y las estrellas comenzaban a despertar. Ella asintió, sin apartar la mirada del cielo encendido. En ese momento, supieron que aquella tarde les había regalado algo más que un atardecer fugaz: habían descubierto la magia de estar juntos en un mundo donde hasta las sombras de los árboles parecían bailar al compás del sol que se despedía.

    Malania

    Imagen: R. G. B.