• Poemas

    COMPETENCIA DE COLORES


    Hoy di un paseo entre los árboles,
    y vi cómo competían en silencio,
    cada uno mostrando su esplendor,
    con colores brillantes como un sueño.

    Las hojas se visten de oro,
    y otras, rojas como el fuego,
    se despliegan al viento con orgullo,
    bailando su danza al ritmo del cielo.

    En cada rincón, un arco iris de verde,
    donde el sol se filtra con cautela,
    y cada rama, con su traje único,
    canta una melodía de naturaleza.

    Un concierto sin palabras ni juicios,
    donde el brillo de cada color es testigo
    de que, aunque compiten por resplandecer,
    en su quietud, juntos aprenden a crecer.

    Algunos le dan respiro a las hojas
    ellas caen y desaparecen.
    Es hora de lucir sus bellas flores
    cada cual con sus propios colores.

    Malania

    Imágenes Ninet y propias.

  • Relatos

    POETA DE LOS ÁRBOLES

    A Paulina, de niña no le gustaba dar lecciones orales frente a sus compañeros de clase y prefería los exámenes escritos.
    Pero sí le gustaba estudiar de memoria poesías y declamarlas en los actos escolares.
    Siempre la elegían para eso, y disfrutaba poder decirlas sin cometer errores.
    Amaba las rimas consonantes más que las asonantes.
    Cuando adolescente, más que escribir le gustaba leer. Devoraba cuanto escrito encontraba a su paso. Pero las revistas y diarios, siempre hojeaba todas las páginas antes de empezar a leer, y –nunca supo por qué- siempre comenzaba por las últimas –de atrás hacia adelante-.
    Su madre la solía recriminar porque mientras almorzaba proseguía con la lectura. Luego, cuando ya se había recibido de maestra, abandonó ese hábito por respeto a las personas que compartían la mesa.
    Comenzó a escribir textos para niños, luego de amor y desamor. Pero hoy día le apasiona escribir sobre la naturaleza. Le gusta ilustrar sus escritos con fotografías propias o de personas allegadas, y que conocen su inclinación por ese tema.
    Son fuentes de inspiración, el firmamento en todos sus momentos y colores, con o sin nubes. El mar le apasiona, las flores, los árboles –sobre todos los de constitución rara-. A veces comparte la foto de alguno de esos árboles con su amigo Manuel, que también es un aficionado por ese tipo de imágenes.
    El rocío depositado sobre las hierbas y hojas de los árboles, o la tierra mojada, perfuman el ambiente al igual que las enredaderas de jazmines, eso afirma Paulina.
    Y cuando leyó en algún sitio web que hay una “poeta de los árboles”, se identificó y se sintió su clon. La otra, dice ser amante de las hojas caídas, pero Paulina prefería y prefiere amar las hojas en pie, verdes y coloridas.
    Hoy día descarta escribir poesías tristes, prefiere las bondades naturales y los animales, todo lo que da alegría a sus días.

    Malania

    Imagen propia

  • Poesía

    ROSAS AL AMANECER

    En el silencio del alba, al despertar,
    un ramo de rosas me vino a iluminar.
    Sus pétalos rosados, suaves y finos,
    hablan del cariño en largos caminos.

    Cada flor, un suspiro de tu ser,
    una caricia que llega sin entender,
    y en su fragancia siento tu amor,
    te agradezco en cada susurro, en cada flor.

    Gracias por el gesto que llena mi alma,
    por regalarme este instante de calma,
    al alba, cuando el sol apenas se asoma,
    mi corazón late, agradecido y te honra.

    Malania

    Imagen: Gentileza de Ernesto Rucho

  • Poemas

    ATARDECER DORADO

    El sol se oculta tras un velo amarillo,
    en la vastedad de un cielo anaranjado.
    Las sombras se estiran, se hacen lentas,
    mientras la brisa acaricia el mundo callado.

    El gato negro duerme, tranquilo,
    su cuerpo reposa como molde petrificado.
    En la cama, su ser se extiende en paz,
    donde el tiempo se detiene, suspendido, marcado.

    El dorado se derrama en cada rincón,
    mientras el sueño del felino se adueña de la habitación,
    y el día se apaga en un suave suspiro,
    quedando el eco de la luz como un latido tardío.

    Malania

    Imágenes: Rosana G.B.  y M. Julián T.

  • Poesía

    ANDALUZA

    Soy miembro del Grupo “El vuelo del Fénix la esencia del arte”
    Su administradora, Milagros Ríos, ha publicado el siguiente texto y esta hermosa poesía. Me identifico con sus palabras por eso comparto en este sitio.


    “Entre las letras de mi sentir, se despliegan emociones como aves en vuelo, danzando en el sutil cielo de la vida. Cada palabra es un susurro del alma, un destello de alegría o una sombra de tristeza que dibuja un retrato profundo de lo humano. Escribiendo momentos, encuentro la esencia de nuestra existencia, donde cada rayo de sol y cada lágrima se entrelazan en una danza sublime, convirtiéndose en los versos de una poesía interminable.

    La alegría, esa chispa que ilumina nuestros días, se manifiesta en las risas compartidas, en los abrazos que calman las tempestades internas. Es en esos instantes fugaces, donde el tiempo se detiene, que capturo la magia de lo cotidiano. Con cada letra que plasmo en el papel, celebro la euforia de estar viva, de sentir que cada latido es un recordatorio de que hay belleza incluso en los momentos más simples.

    Por otro lado, la tristeza se desliza como un río silencioso, recordándonos que también forma parte de nuestro viaje. También escribo sobre ella; la tristeza tiene su propia voz, su propia historia que relatar. En mis palabras, la melancolía se convierte en un refugio, un lugar seguro donde podemos explorar nuestras vulnerabilidades sin miedo a ser juzgados. Al expresar el dolor, encontramos consuelo en la conexión con otros, porque todos compartimos el peso de la vida.

    El camino de la vida es un laberinto de experiencias, un sendero lleno de curvas, subidas y bajadas. En cada paso, las letras fluyen como hojas arrastradas por el viento, llevándome hacia nuevos horizontes. La escritura se convierte en una brújula que guía mi andar, permitiéndome reflexionar sobre lo vivido y lo que está por venir. A través de la pluma, encuentro sentido y propósito, revelando la belleza de cada etapa en este viaje inigualable.

    Así, entre letras y sentimientos, construyo un puente hacia el corazón de quienes leen estas palabras. Mi propósito es tocar esas fibras sensibles que nos unen como seres humanos, recordando que estamos todos interconectados en esta travesía llamada vida. Cada párrafo es un eco de emociones, un canto de experiencias compartidas que invitan a la reflexión y al abrazo de la empatía. La escritura se convierte así en un abrazo cálido, una invitación a sumergirse en el universo de lo que significamos, tanto en nuestra luz como en nuestra sombra”.

    Autora: Escritora española Milagros Ríos

    Imagen: Milagros Ríos.

  • Poemas

    EL SIN SENTIDO

    Desde el suelo que pisaba
    nada podía ocultar.
    Tampoco había historias que crear.
    No le fue fácil esconderse,
    lo superficial de su conducta era evidente.
    También había pisado otros suelos,
    y todos le han parecido sin sentido.
    Por más que quiera, de donde ahora está
    le es casi imposible alejarse.
    Ha echado raíces muy profundas,
    y aunque ya no pueda dar nuevos frutos,
    no se puede alejar de la tierra que lo aferra.
    La forma violenta y decidida no es lo suyo,
    y la comodidad de la vida lo mantiene
    lo aferra cada día más.
    Aunque no puede rechazar
    recibir el calor humano de ocasión
    sin que le pregunten…
    qué, cuándo, cómo ni por qué.
    Hay alguien que desde afuera
    lo sostiene, lo soporta, puede apoyarlo.
    No pregunta, solo olvida y perdona.
    No juzga, no recrimina
    e incondicionalmente, está ahí,
    en algún lugar del planeta.
    Le gustaría cambiar de aire,
    cambiar de parecer, salir del confort.
    Pero ese miedo al cambio, al equivocarse,
    al empezar de nuevo, lo aterra.
    Ya ni sabe qué es primordial,
     si el sentir o el hacer.
    No sabe si está ocupando el tiempo en algo superficial
    o lo que lo entretiene es correcto.
    En fin…su sentido hoy no tiene sentido
    es por eso que dice:
    estoy en medio del sin sentido de encontrar.
    Y me pregunto:
    ¿Qué es lo que pretende encontrar?
    ¿Es que realmente busca algo con sentido?
    Solo él lo sabrá.

    Malania

    Imagen: J. G. T.

  • Relatos

    ÉL NUNCA LLEGÓ

    Una vez una mujer, con unos años menos de los que hoy tiene, llegó a la terminal de ómnibus de una gran ciudad. Bajó de un micro de larga distancia, tomó su teléfono y marcó un número. Al otro lado, se escuchó el Hola del dueño del móvil al que había llamado. Pero de inmediato se cortó la comunicación. Y a pesar de su infructuosa insistencia, el sonido del contestador no hacía otra cosa que comunicar que la persona con la que intentaba hablar, había apagado su celular. La señora enmudeció, brotándole lágrimas de sus ojos. Permaneció parada un rato frente a una de las escaleras de la terminal, lo necesario como para dar tiempo a que él llegara, la persona a la que había llamado. Pero nunca apareció (ese día) y debió tomar cualquier otro medio para llegar a destino. Con un nudo en la garganta, la señora llegó a destino. Bajó su pesada maleta, la subió escaleras arriba y una vez dentro de su habitación desempacó lo necesario como darse una ducha y salió a caminar. Caminó las calles de la ciudad con sus ojos nublados y la mente en blanco, hasta conseguir un poco de calma y serenidad. Ese día la mujer hubiese sido Feliz si escuchaba que alguien que ella tanto amaba, le dijera aunque sea Te Quiero.

    Malania

    Imagen Propia

  • Poemas

    ABRÁZAME

    Mi corazón se enternece cuando me abrazas,
    me hace más llevadera la vida,
    me da la bienvenida a un nuevo día
    lleno de esperanza y alegría.
    Si el día se presenta triste
    un abrazo puede arrancarme lágrimas.
    Pero siempre reconforta el alma.
    Un abrazo no se lo da a cualquiera
    se lo damos a quien de verdad queremos.
    Es algo grandioso, es un gesto sobreentendido
    porque no hacen falta palabras para decir:
    “te quiero”, “gracias por estar”.

    Malania

    Imagen de la red.

  • Poemas

    POR TÍ, POR MÍ, POR TODOS

    Hoy viajé al centro de mi ser.
    Fui a buscar un reservorio de paz.
    Allí pude encontrar una fuente de serenidad.
    Me serví de ella para esparcirla sobre mis experiencias.
    Me senté al borde de la fuente para reflexionar.
    Mis pensamientos bogaron por la paz de todos,
    por tu paz, por la de él o ella, y por mi paz.
    Esa paz interna que a raíz del silencio que atraviesa mi ser,
    me calma, me fortalece y me hace sentir segura.
    También eso quiero para ti, para él o ella, para mí y para todos.
    ¿Por qué no? ¡Para todos!
    La paz me sustenta y me sostiene.
    También eso pido para ti, para él o ella, para mí y para todos.
    Doy Gracias a Dios por la serenidad que hoy llena mi alma.
    Y pido serenidad para ti, para él o ella, para mí y para todos.

    Malania

    Imagen: Propia