• Poemas

    EN BLANCO Y NEGRO

    En el lienzo del día,
    blanco y negro se despliegan,
    las sombras sueltan ecos
    como piedras en el suelo.
    La noche profunda y plena
    ha quedado atrás,
    se oculta con sus sueños
    detrás del gris del cielo.
    Entre el contraste de claros y oscuros
    se desvelan los momentos puros
    de un mundo lleno de emoción
    que en cada tono lleva su propia canción.

    Malania

    Imagen propia

  • Poemas

    MAGIA

    Quiero…
    que hoy y siempre
    inundes con tu magia
    todo mi ser.
    Quiero…
    que tu magia
    penetre
    por mis sensibles poros
    y vuelva a salir
    a través de mi piel
    con gotitas de sudor
    Quiero…
    que tu magia
    hoy y siempre
    me haga estremecer…
    Porque sé, así lo siento,
    que aun te quiero
    y siempre te querré.

    Malania

    Imagen: Gentileza de Amalia.

  • Efemérides

    DÍA DEL MAESTRO

    El Día del Maestro en Argentina se celebra cada año el día 11 de septiembre.
    Se eligió esa fecha para conmemorar a Domingo Faustino Sarmiento, quien es considerado el “Padre del aula” en el país.
    Esta efeméride tiene como objetivo poner de relieve el trabajo de los docentes y la importancia que tiene la educación.
    ¡FELIZ DÍA A TODOS LOS DOCENTES!

    Malania

    Info e imagen de la red

  • FRASES,  General

    CEBRAS

    “Los problemas empezaron cuando las cebras de rayas blancas comenzaron a odiar a las de rayas negras”. Es lo que pienso de las personas, si bien todos somos semejantes e iguales ante los ojos de Dios, o simplemente ante el Universo, hay algunos (o tal vez muchos) que odian a vecinos, a sus compañeros de estudio o de trabajo, a la gente que no comparte las mismas ideas, ya sea de política, religión u otro aspecto de la vida. Tratan de hacerles daño de cualquier manera y gozan con la tristeza y el malestar ajeno.
    Nunca los voy a entender ni comprender.
    ¿Seremos como las cebras? Que no podemos ver que todos somos iguales, y que al finalizar nuestra misión en esta vida, no nos llevaremos nada ni siquiera nuestro cuerpo?
    No cuesta nada tratar de entender al que piensa diferente, al que tiene otra visión de la vida. La envidia, el odio, el desamor, y tantas otras cosas malas son las que destruyen el corazón, el alma y la vida misma.
    Gracias querido amigo Patricio por compartir el texto de la fuente.

    Malania
    Imagen de la red.

  • Cuentos

    MASCOTA PERDIDA

    En un rincón sereno del bosque, una perrita cansada se acurrucaba junto a un árbol. Había pasado el día explorando y jugando, pero el calor y la fatiga la habían vencido. Sus pequeños ojos se cerraban lentamente mientras el sol comenzaba a bajar en el horizonte.
    Un perro curioso, que paseaba por la playa cercana, notó las huellas en la arena que se dirigían hacia el bosque. Siguiendo el rastro, llegó hasta la perrita dormida. La observó con ternura y, con un ligero movimiento de su pata, la despertó.
    Al instante, el suave murmullo del lago cercano se hizo más evidente. La perrita, al ver al perro y al reconocer la familiaridad de su compañía, se levantó con renovada energía. Juntos, siguieron las huellas que conducían hacia el lago.
    Mientras el sol se ocultaba, el lago de aguas tranquilas reflejaba los tonos dorados y rosados del atardecer. El brillo del lago parecía acunar el final del día con una paz serena. Los dueños de la perrita, preocupados y buscando en la arena, finalmente llegaron al lago y, al ver a su mascota sana y salva, sus rostros se iluminaron de alivio y alegría.
    Reunidos a la orilla del lago, el perro, la perrita y sus dueños compartieron un momento de tranquilidad y regresaron a la casa. Las huellas en la arena y el resplandor del atardecer eran un recordatorio de que, aunque el día había sido largo, el final era perfecto y lleno de gratitud.

    Malania

    Imagen: de la red

  • Poesía

    LOS CACTUS DEL PUERTO

    En el puerto de Barcelona,
    donde el cielo celeste se funde
    con el azul profundo del mar,
    se alzan los barcos, majestuosos,
    como sueños anclados en el horizonte.

    La gente pasea,
    un río de pasos y sonrisas,
    mientras el sol acaricia sus rostros
    y el viento juega con sus cabellos.

    Los cactus, en su silencio espinoso,
    vigilan desde las rocas,
    guardando historias de tiempos pasados,
    susurrando secretos del desierto
    al abrazo salado del mar.

    El puerto es un lienzo vibrante,
    donde cada día pinta nuevas aventuras,
    y el cielo celeste, testigo eterno,
    se extiende infinito,
    como el deseo de todos aquellos
    que sueñan con horizontes sin fin.

    Malania

    Imagen propia

  • Poemas

    POETA ELEGIDO

    ¿Por qué usted eligió a este poeta?
    ¿Por qué te atreves a hurgar mi alma?
    ¿Por que quieres beber de mi fuente?
    Dulce Piadosa que taconeas mi puente,
    mira que soy santo que muere crucificado
    porque soy sacerdote que comulga el amor
    pero también soy pecador que sabe pecar
    Los furores de mi corazón claman al amor
    mi alma de poeta se agita con un te quiero
    y suspiro con una sonrisa tierna de amor
    Mi necesidad es constante y legítima
    y con prontitud me trepo a una ilusión
    porque tengo real capacidad amatoria
    Y mira, soy radiante luz, cuando amo,
    parpadeante aurora cuando quiero
    y hay dulzura en mi alma si deseo
    Amo la vida real y fecunda en la mujer
    porque es la belleza del amor en acción
    como verbo de admonición y combate
    Anhelo dormir en los brazos de Venus,
    añoro entregar mi amor expectante,
    deseo que lleguen las golondrinas
    a mi corazón de eterna primavera.


    Autor: Poeta peruano Paquito Peralta.

    Imagen de la red

  • Descripción

    MARGARITAS AMARILLAS

    No me gustan las cosas sofisticadas y de las flores prefiero las simples y perfumadas.
    Me gustan las silvestres y las que son sencillas como las margaritas.
    Estas amarillas pueden considerarse comunes, pero hermosas. No se queman con el sol, no les hace nada la helada, y se multiplican para formar una alfombra amarilla sin igual, pero por supuesto no se las puede pisar. No necesitan mucho cuidado son unas de las flores que más atraen a las mariposas y a los colibríes. También son las preferidas de las abejas.

    Malania

    Imágenes: Ninet y Rubén E. Ch.

  • Poemas

    ¿ESTAREMOS CIEGOS?

    El mundo ha perdido la cabeza
    con sus juegos de casino,
    jugar a la ruleta rusa
    en constante locura.
    Somos carne de cañón
    somos números discretos
    todos somos descartables. 
    Somos meros objetos.
    Hay un lamento profundo
    una tristeza infinita
    pero los iluminados celebran
    en tu torre de marfil.
    Y así en esta premisa
    en este menú ofrecido
    solo somos despojos 
    en este mundo confuso.
    ¿Estamos tan ciegos?
    que no podemos ver
    los trucos astutos
    ¿Qué prometen siempre?
    A menudo parece así
    que somos ignorantes
    estúpidos y buenos alumnos 
    juguetes y buenos farsantes…

    Autor: Poeta portugués Mario Margaride.

    Imagen: de la red

  • Cuentos

    INCENDIO

    Era una tarde calurosa, con el sol brillando con intensidad sobre los campos en parte verdes, en otras, dorados. En una pequeña aldea, las familias se dedicaban a sus tareas diarias, disfrutando de la tranquilidad que ofrecía el entorno rural. Sin embargo, esa calma estaba a punto de ser interrumpida de una manera inesperada.
    Como lo hacía habitualmente, Pedro, un joven granjero, estaba trabajando en su huerto. Mientras plantaba verduras, vio una columna de humo elevándose a lo lejos. Al principio pensó que era una fogata de algún vecino, pero pronto se dio cuenta de que el humo se estaba volviendo más denso y se extendía rápidamente.
    Pedro dejó sus herramientas y corrió hacia la colina que le ofrecía una mejor vista. Lo que vio le heló la sangre: un incendio se había desatado en la ladera opuesta, y el fuego se estaba extendiendo rápidamente hacia su dirección. El viento norte soplaba fuerte, empujando las llamas hacia los campos que había trabajado tan duro para cuidar.
    Sin perder tiempo, Pedro comenzó a alertar a sus vecinos. Con su voz resonando en la tarde calurosa, corría de casa en casa, llamando a todos a la acción. – ¡Hay un incendio en el campo! ¡Tenemos que ayudar a apagar el fuego! ¡Llamemos a los Bomberos!  
    Los aldeanos se apresuraron a salir de sus casas, algunos en estado de pánico y otros con una determinación feroz. Las familias se reunieron, recogieron a sus animales y se dirigieron al punto más alto de la aldea, lejos del fuego. Mientras tanto, Pedro y un grupo de hombres comenzaron a organizarse para luchar contra el incendio.
    El fuego avanzaba rápidamente, y pronto las llamas comenzaron a devorar los campos de trigo y las zonas boscosas. Pedro sabía que necesitaban una estrategia para frenar el avance del fuego. Decidió dividir a los aldeanos en equipos para trabajar en varios frentes. Algunos usaban cubos de agua y mangueras para intentar controlar las llamas, otros cortaban ramas de árboles y con eso golpeaban los pastos más cortos para apagarlo.
    A medida que avanzaba la tarde, la lucha contra el incendio se volvía cada vez más difícil. Los hombres estaban agotados, y las mujeres se turnaban para llevar agua y aliento a los que estaban en el frente de batalla. A pesar de sus esfuerzos, el fuego seguía avanzando, consumiendo todo a su paso.
    Justo cuando parecía que todo estaba perdido, llegó una brigada de bomberos de la ciudad vecina. Habían escuchado las noticias del incendio, alguien dio aviso de lo que estaba sucediendo, y acudieron en ayuda. Equipados con camiones de agua y mangueras de alta presión, se unieron a la lucha y, finalmente, lograron controlar el fuego.
    La noche cayó, y el incendio se extinguió, dejando tras de sí una extensión considerable de campo quemado. Los aldeanos, aunque cansados y tristes por la pérdida, estaban agradecidos por la ayuda recibida. Se reunieron en la plaza de la aldea para celebrar su valentía y el esfuerzo colectivo que les permitió salvar vidas y propiedades.
    Pedro, exhausto pero satisfecho, miró los campos quemados y su huerto intacto, porque gracias al riego artificial que hacía poco había instalado, el agua no permitió que el fuego avance en ese sector y en otros cercanos. Agradeció a Dios por la comunidad que estaba unida y que juntos podrían superar cualquier desafío.
    Así, aunque el incendio dejó cicatrices en el campo, también fortaleció los lazos entre los aldeanos y demostró el poder de la solidaridad en tiempos de adversidad.
    En el aire flotaron preguntas y hasta hoy quedan recuerdos: ¿Cómo se produjo el incendio? ¿Una botella de vidrio que alguien tiró y quedó expuesta al sol? ¿Una colilla de cigarrillo?
    Sobre todo en días de calor intenso, se deben tomar precauciones para evitar este tipo de accidentes.

    Malania

    Imagen: Bomberos