Minicuentos

CAMELIAS VIOLETAS

Amaneció gris el día
ideal para no salir,
encender la salamandra,
calentar el agua en la pava,
preparar un buen mate
y compartir con la abuela,
que desde muy temprano,
con agujas entre sus manos
y lanas de colores,
entre azul y habano
muy feliz tejía.
A su lado dormía
sobre un cuadrado mullido,
la gata Petronila.
La abuela le hablaba
y Petronila le maullaba,
como si ambas tuvieran
un lenguaje diferente.
Bajo la tenue llovizna
llamó a la puerta Vicente
y entre sus manos traía,
para la abuela un presente.
Se lo enviaba un caballero
que de antaño conocía
es que dijo, no quería
dejar pasar sin saludar,
por su aniversario ese día.
No habrá fiesta, le dijo,
y Vicente lo sabía,
con las camelias violetas
y su gata Petronila
muy feliz ella se sentía.

Malania Imagen de la red gentileza de R. G.

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