General,  Poemas

CARICIAS

Entre otras especies, abigarradas,
estaban allí en el portal
en macetas, enraizadas,
declamándose juramentos indecentes.
Con argucia de gacelas
mecidas por el viento
se acariciaban en secreto,
se siseaban entre sí
cuando caía la noche y decaía la brisa.
Más tranquilas, las estrellas estaban
sobre el piso mojado,
por la lluvia demorada,
por la noche sin luna.
Breve crepúsculo arremetió,
en hilo de luz las sorprendió
besándose con el viento.
Esa noche no han dormido,
pero sí,  han soñado.
Malania
Imagen: M. C. R.
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