Poemas

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    FLOR DE MI JARDÍN

     
     
    Como esta preciosa flor,
    rosa rosa de mi jardín, 
    fue cambiando su color
    en el día a día,
    así ha ido cambiando
    tu vida y la mía. 
    Hoy te necesito
    pero no desespero,
    hoy quiero abrazarte
    pero no con apego.
    Todos los días 
    en mis amaneceres 
    te recuerdo.
     
    Malania
     
    Imágenes propias
     
     

     

  • Poemas

    PUNTO ÚNICO

     
    Las golondrinas bordaban
    signos etéreos en el cielo turquesa
    como queriendo deshacer un nudo
    con un solo objetivo, el fluir de la vida.
    Le hablaban de un futuro cercano:
    tal vez junio
    se dibujaron en 6, 8, 10 y 11
     
    Recordó su niñez
    la fecha de nacimiento pero…
    ¿a quién puede interesarle su vida de niña?
    si está a más de la mitad de su camino.
     
    En el silencio
    de la madrugada tibia litoraleña
    destila gotas de su frente
    y todo su cuerpo
    pizcas de agua con sabor a sal marina
    cuando recuerda
    aquellos inolvidables momentos.
     
    Le gustaría comenzar desde el principio
    y no dar lugar al final
    para poder proyectar una continuidad
    sin perder la esperanza
    de que ese día llegará
    tal vez en ese 10 o quizás 11.
     
    Encontrarlo nuevamente
    En el bar de siempre…
    en el espacio desmesurado de la vida
    en un punto único (nosotros)
    en este sinfín de mundos a la vez.
     
    Una ventana
    aun siendo enrejada
    sigue siendo ventana
    pensó
    y un amor
    aun en la lejana distancia
    sigue siendo amor.
     
    Malania
    Imágenes: propia y de la red
                                             

  • Poemas

    HACIA EL MAR

     

    La noche se mutila
    por truenos estridentes
    y aullidos de perros
    con estrellas caprichosas
    que titilan apuradas
    robando la luz de la luna
    como queriendo alumbrar
    desoyendo la tormenta
    a la par de los relámpagos.

    Las primeras gotas
    esgrimiendo una sonrisa
    se escabullen entre las hojas
    de romero, salvia
    y flores de saúco.

    El aroma de la absenta
    baña pétalos de hisopo
    y el verdor del erguido laurel.

    Mientras los frutos
    de rosa mosqueta
    y arbustos de retama
    escoltan al viento
    que lleva hacia el mar
    la transparencia del agua.

    Malania

    Imágenes propias y de la red

     

  • Poemas

    SE DURMIÓ

    Se durmió el día, lo alcanzó la noche.
    El sol distraído cayó en el horizonte,
    la luna tan bella se mostró elegante,
    Dominó el silencio en la madrugada,
    esperando un nuevo amanecer.

    Autor: poeta uruguayo Miguel Márquez

    Imagen: propia (Malania)

  • Poemas

    NUNCA MÁS

    Bajo el brillo de la luna
    serpenteaba una canoa
    y con ella alguien,
    aburrido de no hacer nada,
    plañía en medio del lago
    buscando esa paz
    que el opiáceo no le daba.

    Y afligido
    por su destino incierto,
    exhalaba
    con los brazos abiertos,
    clamando amor
    cual ave en el desierto,
    bajo un cielo azul
    en mar adentro.

    Un remolino lo sorprendió
    envolviendo la canoa  
    y sin contemplación ninguna
    al fondo los sumergió.
    Nada pudo hacer el sol
    y frente a la luna lloró.
    Nunca más nadie los vio.
    Malania
    Imagen: C. J. V.
                                  
  • Poemas

    ESTÍMULO

    El estímulo no era suficiente
    para pensar con calma.
    Sentía que todas mis fuerzas
    me habían abandonado.
    Pasé tres días extraños
    sintiéndome como si estuviese
    andando por el fondo del mar
    como envuelta en una membrana.
    Algo me impedía entrar
    en contacto con el mundo.
    Las cortinas de lino flameaban
    al compás de la cálida brisa
    de una ventana entreabierta.
    Una entena surcaba
    el cielo calmo estrellado.
    Y en cada una de ellas,
    en cada estrella vibraba
    un pedacito de aquel ser
    que en lejanía
    todavía es amado.
    Malania
    Imagen de la red.                                                                               
                                           
  • Poemas

    EL VIEJO ASCENSOR

    Tus retóricas palabras
    se injertan
    en la melanina de mi cuerpo.
    Sin presión alguna
    la entropía aumenta
    reconoce tus atributos
    de ser endémico.
    Mis lamentos por no tenerte
    se precipitan
    junto al frío aguacero
    corroyendo el recuerdo
    de momentos inolvidables
    junto a aquella ventana
    del bar de la esquina
    y de momentos vividos
    en aquel viejo ascensor
    con besos interminables
    vertidos del corazón.

    Malania

    Imagen propia

     
     
                                      

     

  • Poemas

    PAISAJE DEL CAMINANTE

    Las flores violetas
    no dudaron en liberarse
    atravesaron las rejas
    sin pedir permiso
    para mostrar al mundo
    su candor, color y belleza.

    Mientras camino bajo los aleros
    los rayos del sol son los primeros
    en derretir el rocío fresco
    que se desliza por las curvas
    de los techos sin canaletas
    bañando la acera abierta
    y a los descuidados transeúntes
    hasta que se despierta el viento
    para secar la tierra y las veredas.

    Malania

    Imagen propia

  • Poemas

    SI PUDIÉRAMOS

    Si pudiéramos
    con la valentía de buen soldado
    y sin soberbia
    desempañar los cristales
    lustrar las hojas de las plantas
    sazonar con miel las humedades
    verter presencia a las soledades
    dar luz a las sombras
    y alumbrar penumbras y oscuridades.
    Si pudiéramos 
    volver a palpitar
    en el aliento de las rosas
    reestructurar el tiempo
    combatiendo la erosión
    del camino al corazón
    avanzando
    a través de la densidad del aire.
    Abre los ojos
    y vivamos juntos el momento postergado.
    Malania
    Imagen propia
                                                        
  • Poemas

    CONMOCIONADOS

    La falta de acción los amustiaba
    ella en soledad completa
    él acompañado solitario.
    Decidieron conocerse
    luego de haber charlado meses
    sin verse la cara 
    sin estar frente a frente
    tomaron café y jugo de naranja.
    De la mano doblaron la esquina
    brincó el corazón de ambos
    de testigo 
    solo la sombra de los árboles
    Ribeteaba el viento
    besando el festón de hojas
    de la gran copa verde brillante.
    La luz del sol los conmocionó
    el beso duró un segundo
    alguien los vio
    alguien sonrió
    ellos también
    con la promesa
    de volver a encontrarse.
    Sin decir palabra.
    solo un apretón de manos
    bastó para entenderse
    para comprender el deseo.
    Malania
    Imagen propia