Poesía

  • Poesía

    LIBRE

    Salió de casa sin saber a dónde, caminó sin rumbo,
    recorrió las calles que le parecieron largas.

    No sintió cansancio cargando una paz,
    disfrutó momentos de tanta alegría que lo hizo cambiar.

    Libre como un pájaro en pleno vuelo se lo pudo ver,
    dibujó en su rostro una gran sonrisa, regalando amor, lo mejor de sí.

    Como todo ser miró hacia el cielo, agradecido,
    siguiendo el camino de la felicidad.

    Derramó una lágrima cargada de emoción
    y su corazón mostró fortaleza  como todo buen hijo de Dios.

    Libre se hizo un viajero por un mundo difícil pero no imposible,
    regaló llantos y risas, aprendió a abrazar lo bueno y dejar lo malo.

        Autor: Poeta uruguayo Miguel Márquez

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    LIBRE

    Salió de su casa con la libertad de los días,
    no tenía apuro en llegar a casa de su prometida.

    Recorrió caminos llanos y sinuosos, cortos y largos,
    cambió momentos tristes por plena alegría.

    ¿Ella lo esperaba? Él no lo sabía,
    siguió su camino con una gran sonrisa.

    Miró al cielo, estaba agradecido,
    con espíritu y cuerpo, cual si fuera un niño.

    Pero en pocos días, algo cambió su destino,
    dejó atrás lo malo y abrazó lo bueno en el camino.

    Una niña sola en el mundo, acabó enamorándolo
    y de sus ojos azules quedó prendado y cautivo.

    Ofreció su libertad, abandonó sus tristezas
    por aquella otra que no le brindaba cariño.

    Se unió con fuerza a la niña de ojos azules
    sin dudas, sin desatinos, con libre albedrío.

    Malania

    Imagen propia

  • Poesía

    VAPOROSA

    Misteriosa
    se balancea con el viento.
    Adsorbe corpúsculos
    diminutos de la flora.
    Se asoma
    y el balcón adorna.
    Afloran zarcillos
    expanden su aroma.
    Atrae sonrisas
    de algunas personas
    cuando sobre ella
    se posa una alondra.
    Un canto a la vida
    la tristeza borra.

    Malania

    Imagen: M. J. T.

  • Poesía

    ENTRE REJAS

    Desde el balcón la rosa miraba
    por unas rejas estaba acorralada.
    Su dueña la mezquinaba y cuidaba,  
    no quería que nadie la tocara.

    Cuando llovía la rosa lloraba
    para que nadie en la casa lo notara.
    Quería volar y escapar del viento
    que muchas veces la zamarreaba.

    Pero el día menos pensado
    a todos los enfrentó
    penetró por entre las rejas
    y tal cual era se mostró.

    Todos la acariciaron
    y por cada pétalo exhaló
    el más exquisito perfume
    que a todos les encantó.

    Desde ese día se convirtió
    en la fragante princesa,
    le hablaban y le cantaban
    hasta que la luna aparezca.

    La luna la iluminaba
    mientras la brisa nocturna la acunaba.
    Vivió la rosa por días y meses
    feliz, sin que nadie la dañara.

    Malania
    Imagen: M. J. T.



  • Poesía

    AL AIRE LIBRE

    Cuál sería la intención
    de aquel joven tan apuesto
    al subirse a un sillón
    y desde allí tomar su puesto.

    Una Kalanchoe suculenta
    lo observaba con sus flores,
    mientras mecía sus hojas
    el viento de mil amores.

    El colchón de pastos verdes
    lo esperaba por si acaso
    el joven errara el paso
    y sufriera un batacazo.

    Nada de eso sucedió
    y el joven bajó tranquilo
    luego de quitarle el hilo
    que al gato intruso enredó.

    Vaya hazaña bien lograda
    en tardecita sombreada
    con aroma a Kalanchoe
    y a rosas muy perfumadas.

    Malania

    Imagen: M. J. T.

  • Poesía

    GATO EN EL JARDÍN

    Plantas pequeñas y césped
    crecían poco a poco
    regadas por la lluvia
    y abonadas con hojas de coco.

    El gato las cuidaba
    de langostas y otros bichos,
    de día las vigilaba,
    dormía de noche, como niño.

    Hoy fue a ver a sus rosas
    florecidas como nunca,
    como bellas mariposas
    matizadas en rosa y fucsia.

    Malania

    Imagen: M. J. T.

    Mis rosas

  • Poesía

    EN EL TÚNEL DE TACUARAS

    Allá va
    contemplando el horizonte
    persiguiendo una mariposa
    que se ha escondido en el monte.

    Por el túnel de tacuaras
    ella sigue su camino
    y el viento la acompaña
    como si fuera un niño.

    Y con sus alas al viento
    la dorada mariposa
    va bajando suavemente,
    sobre su hombro se posa.

    Vuelve la niña contenta,
    con su adorado amor,
    por su deseo logrado:
    su mariposa ha encontrado.


    Malania

    Imagen: M. J. T.

  • Poesía

    LUNA VIAJERA

    Imagen: J. Ric.

    En esta madrugada
    decidiste acompañarme
    recorriendo el mismo camino
    sin miedo a equivocarte.
    Mientras yo dormía
    quizás me acariciaste
    o con tu luz me besaste,
    porque al despertarme
    estabas sonriente y brillante.
    ¿Quién sabe cuántos secretos
    los guardas con recelo
    para que nadie pueda robarte?
    Es lo que me gusta de ti
    y por eso quisiera mimarte
    pero al no poder tocarte
    te dedico versos y cantos
    aun estando distante.

    Malania

    Imagen propia

  • Poesía

    SOLITARIA

    Desde la rigidez de su columna
    irradia su luminosidad,
    penetrando suavemente
    en la mañanera bruma
    de una ciudad en cuna,
    de un río calmo sin dunas,
    imitando los gestos de la luna.

    Malania

    Imagen propia
                                             
  • Poesía

    FUEGO y POETA

     
    No deja nada al albur
    en su juego de palabras
    entre paredes raspadas
    y los muebles de bambú.
     

    Mientras un cigarrillo del sur
    hace arder en la hondonada
    reptiles y aves calladas
    anidando en un abedul.
     

    En envolvente llama azul
    arden piedras no talladas
    y los vástagos de la cascada
    mueren en lenguas doradas.
     

    Gana en la noche la luz
    entre nubes achaparradas
    todo es convertido a nada
    baja del cielo una cruz.
     
    Malania
    Imagen: P. H. 

     

    Imagen propia

  • Poesía

    SOÑAR DE SOÑADORES

    Yerguen las ideas
    bajo el fresco rocío
    desveladas por la música
    que inunda la oscuridad
    en noches de estío.
    Ocultando las palabras
    que callan con desvarío
    por temor a sucumbir
    en aguas cristalinas
    del espejado río.
     La dura soledad
    en penumbrosa vigilia
    aguarda el renacer
    de un poema de amor
    repleto de cariño.
                                                         Malania.
    Fotografía: Lua  T.