UNA HISTORIA EN UN POCILLO
Sentado en una esquina,
sus palabras nacen
como agua de vertiente,
para hacer de ellas
un precioso poema,
donde laten
el naciente y el poniente
de un horizonte
olvidado,
hoy no contemplado.
El aroma del café
le susurra una historia
acariciada por el vapor
que emana de la taza
ardiente
en sus temblorosas manos.
MalaniaImagen: de la red
A LAS CINCO
Me acurruqué junto a ti,
sin ti,
antes del alba
a las cinco de la mañana.
Me levanté,
no te vi
pero te sentí;
estabas conmigo.
Y así
con tu compañía,
en vuelo de palabras,
humeantes
como el café
de tantas mañanas,
me quedé dormida
en el umbral
de mis deseos,
sin presenciar
tu regreso
y tu partida.Malania
Imagen de la red.
DE FIESTA LOS SENTIDOS
El aroma dulce de la crema
de las medialunas y el café,
con el sabor perfecto,
y la vista contemplativa
de los altos edificios,
hicieron que sus sentidos
estuvieran de fiesta.
De a ratos sentía
que sus pies no pisaban tierra firme,
sino que lo hacía sobre nubes o algodones.
Tenía la sensación de que flotaba.
La ciudad ruidosa pero bonita, tenía
esos regalos para sus habitantes:
calles con adoquines, árboles gigantes
parques con mucho verde y flores.
Con ojos cristalinos por la emoción
andar por los mismos lugares
le causaba fuertes y extrañas sensaciones.
No fue una idea descabellada
visitar Buenos Aires una vez más.Malania
Imagen: de la red