• Poemas

    POETA ELEGIDO

    ¿Por qué usted eligió a este poeta?
    ¿Por qué te atreves a hurgar mi alma?
    ¿Por que quieres beber de mi fuente?
    Dulce Piadosa que taconeas mi puente,
    mira que soy santo que muere crucificado
    porque soy sacerdote que comulga el amor
    pero también soy pecador que sabe pecar
    Los furores de mi corazón claman al amor
    mi alma de poeta se agita con un te quiero
    y suspiro con una sonrisa tierna de amor
    Mi necesidad es constante y legítima
    y con prontitud me trepo a una ilusión
    porque tengo real capacidad amatoria
    Y mira, soy radiante luz, cuando amo,
    parpadeante aurora cuando quiero
    y hay dulzura en mi alma si deseo
    Amo la vida real y fecunda en la mujer
    porque es la belleza del amor en acción
    como verbo de admonición y combate
    Anhelo dormir en los brazos de Venus,
    añoro entregar mi amor expectante,
    deseo que lleguen las golondrinas
    a mi corazón de eterna primavera.


    Autor: Poeta peruano Paquito Peralta.

    Imagen de la red

  • Poemas

    CAMPO Y CIUDAD

    En el campo, la quietud susurra su canción,
    bajo un cielo vasto, sin fin ni condición.
    La tierra se extiende, verde y serena,
    donde el tiempo transcurre sin prisa, sin pena.

    Los campos dorados bailan al viento,
    mientras el sol pinta de oro cada momento.
    El aroma a tierra mojada al amanecer,
    perfuma la mañana, fresca como el agua a beber.

    En la ciudad, un mar de luces y ruido,
    donde el tiempo se escapa, fugaz y perdido.
    Edificios altos, aceras llenas de prisa,
    cada paso apresurado, en la vida precisa.

    Las calles respiran historias sin fin,
    en cada esquina, un sueño que empieza a vivir.
    El bullicio constante, la gente que va y viene,
    en busca de un destino que nunca detiene.

    Campo y ciudad, dos mundos en contraste,
    uno de paz y otro de prisa constante.
    En ambos se escribe la vida con pasión,
    cada uno único, en su propia canción.

    Pero a veces hay sorpresas:

    Un cerdo se pasea bajo la luz del sol y calle cementosa,
    en un barrio tranquilo, cerca de la ciudad bulliciosa.
    Y  otro, en el campo sereno, bajo el sol radiante,
    se deleita en la tierra, o en el pasto, libre y vibrante.

    Malania

    Imagen: Yoyi G.

  • General

    REYES MAGOS

    Los Reyes Magos, llamados así por la tradición cristiana, basada en la denominación que recibían los sacerdotes eruditos en el Antiguo Oriente. Según el Evangelio de Mateo, tras el nacimiento de Jesús de Nazaret, acudieron desde Oriente para rendirle homenaje y entregarle regalos: oro, incienso y mirra. Mateo cita a estos “magos” sin precisar sus nombres, tampoco afirmaba que fueran reyes, ni que fueron tres. Fue en el siglo III d. C. cuando se estableció que podrían haber sido reyes, por los regalos tendrían que haber sido personas pudientes. También en ese siglo se estableció su número, uno por regalo. Otras iglesias afirmaban que podrían haber sido doce, como los apóstoles o las tribus de Israel.
    Los nombres actuales de los tres Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltasar, aparecen por primera vez en el conocido mosaico de San Apolinar el Nuevo (Rávena) que data del siglo VI d. C.
    Al final del siglo XV d. C. el rey Baltasar aparece con tez negra y los tres reyes, además de representar diferentes edades, representan las tres razas conocidas hasta la Edad Media, Melchor encarnará a los europeos, Gaspar a los asiáticos y Baltasar a los africanos.
    En España a partir del siglo XIX se inició la tradición de convertir la noche de Reyes (noche previa a la Epifanía) en una fiesta infantil con regalos para niños, a imitación de lo que se hacía en otros países el día de Navidad, en homenaje al santo oriental San Nicolás.
    La palabra “mago” proviene del persa ma-gu-u-sha que significa sacerdote.
    Y llegó al griego, refiriéndose a una casta de sacerdotes persas o babilonios que estudiaban las estrellas en su deseo de buscar a Dios. Del griego pasó al latín como “magus”, de donde llegó el español “mago”.

    Malania

    Información e imagen de la red.

  • Relatos

    PASCUAS

    Cuál es el significado de la Pascua,  cómo la vivíamos antes y cómo se la vive ahora en los diferentes lugares.
    Pascua, según lo que relata el Nuevo testamento de La Biblia es la resurrección de Cristo tres días después de haber sido crucificado.
    Para los cristianos es una época de recogimiento, reflexión y meditación.
    La palabra Pascua deriva del latín eclesiástico pascha y se pronuncia pasca. 
    Esa palabra “pasca” me hace recordar a mi madre porque en esos días, ella hacía unos panes diferentes a los que elaboraba durante todo el año. Preparaba la masa, armaba el pan y antes de poner al horno  le hacía rosetas, hojas y distintas formas de flores de la misma masa para adornarlo en la parte superior. Luego lo pintaba con huevo apenas batido y un chorrito de leche. Un horno a leña al fondo del gran patio de tierra, esperaba caliente por las brasas encendidas por mi padre, para asar el pan.
    Ese pan se llevaba a bendecir la noche del Sábado de Gloria junto con otros alimentos, que según ella, tenían que ser de las diferentes especies: animal, vegetal y mineral, es decir de los tres reinos de la naturaleza.
    Preparaba una canasta de mimbre, bastante grande, adornada con flores de siempre viva. Esa canasta no se usaba para otra cosa el resto del año. En ella colocaba el pan que había preparado con sus manos, una pequeña rosca de pan dulce y otros alimentos  en porciones pequeñas, menos el pan (que llamábamos “la pasca”) iba entero. Recuerdo que esos alimentos eran: carne asada de vaca y de cerdo, chorizos,  queso o ricota que adornaba con clavos de olor, crema de leche, manteca, huevos hervidos a los que se le pintaba la cáscara. Otros huevos se vaciaban y se los rellenaba con maní tostado y azúcar que sería algo así como la que hoy día se la conoce como garrapiñada.
    También no podían faltar las manzanas, bananas y toda fruta de estación, además sal y azúcar y algunas otras especias que consideraban que podía cubrir algún huequito que quedaba en la canasta. También iba una botellita con agua y una vela pequeña para encenderla en el momento que lo indicara el sacerdote.
    Esa noche, la del Sábado de Gloria, no se comía carne, solamente se cenaba varénikes hervidos, rellenos con ricota y bañados con crema de leche.
    Toda la comida que se llevaba a bendecir a la iglesia (parroquia o capilla más cercana) se comía recién en el desayuno del día Domingo de Pascua. Se nos prohibía comer la noche del sábado, a pesar de que los aromas a carne asada y demás alimentos nos tentaba a no cumplir con el precepto.
    Mis hermanos y yo nos levantábamos temprano junto con mis padres. Se servía la mesa de desayuno con todo ese manjar que para mí es inolvidable.
    No existían ni el conejo ni los huevos de chocolate, al menos para nosotros, para mi familia y todas las familias del pueblo en el que vivía. Nadie hablaba de eso.
    A mediodía mi padre preparaba un asado al horno y comíamos con ensalada y el pan bendecido. Si sobraba algo en el canasto se guardaba y se comía durante la semana.  No se podía tirar ni una miga de lo que había sido bendecido.
    Hoy día las costumbres son distintas cada uno podrá decir y contar su experiencia en la red social Facebook de Escritores y Letras, si lo desea.  Cómo se celebra en su hogar por ejemplo.
    Recuerdo algo que me llamó la atención y fue cuando años atrás, visitamos con una amiga un colegio de sacerdotes,  que el sábado sirvieron en el almuerzo asado de cordero (Cordero Pascual). Entonces me di cuenta de las diferentes costumbres porque en casa, mi madre no nos dejaba comer carne desde la cena del jueves de noche hasta la del sábado. Recién comíamos carne el domingo. Nos pasábamos con vegetales, porque tampoco podíamos comer derivados de animales.
    Hoy día el tema del no comer carne es tomado de forma distinta, tanto por la gente como por la iglesia misma. 
    La Pascua, que significa paso de la muerte a la vida, (de la esclavitud de pecado a la libertad), era lo que yo no entendía cuando era niña. En una de las homilías de una iglesia católica el sacerdote dijo: Pascua significa el paso de la muerte a la vida y yo no entendía por qué lo decía así, que se moría al pecado y se pasaba a una vida nueva.  ¿Cómo moríamos si estábamos todos vivos? Hoy entiendo lo de esa muerte a la que se refería el sacerdote,  que hay que arrepentirse de las cosas malas que uno pudo haber hecho durante el año y comenzar una vida nueva, es decir morir o dejar morir dentro de uno mismo lo que pudo haber sido malo, arrepintiéndose de ello y abocarse a cambiar por una mejor forma de vivir, en armonía y en paz.

    Malania

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    SAN VALENTÍN

    Un poco de historia

    Hoy, día de San Valentín, el mundo lo celebra. El 14 de febrero es una fecha para festejar el amor.
     Pero cómo nació la idea del 14 de febrero.
    En la antigua Roma se adoraban a muchos dioses pero el del Cristianismo estaba prohibido, se los perseguía a quienes lo practicaban y hasta los mataban. A pesar de esto,  había sacerdotes que predicaban los Mandamientos y propiciaban  que la gente se casara bajo el ritual cristiano.
    Valentín fue uno de los que se dedicó a casar parejas aun cuando estaba prohibido.  El Emperador  aseguraba  que los soldados casados no eran tan buenos y eficientes como los solteros porque los casados tenían más compromisos, querían regresar a sus casas para estar con sus mujeres y familia, mientras que los solteros no tenían a nadie que los obligara a volver.
    Cuando el Emperador se enteró de que Valentín celebraba casamientos en secreto, lo mandó encarcelar.  El sacerdote intentó cristianizarlo y aunque en un principio Claudio II se sintió atraído por esta religión que los mismos romanos perseguían y por la que tantos morían, los soldados y el propio Gobernador de Roma lo obligaron a desistir y organizaron una campaña en contra de Valentín que terminó con el pedido del propio Emperador de que se lo procese  y asesine.
    El oficial Asterius, encargado de esa misión,  quiso ridiculizar y poner a prueba a Valentín. Le retó a que devolviese la vista a una hija suya, llamada Julia, que nació ciega. Valentín aceptó y ocurrió el milagro de devolverle la vista. 
    Este hecho convulsionó a Asterius y su familia, quienes se convirtieron al cristianismo. 
    Pero nada hizo cambiar la idea del Emperador y San Valentín fue decapitado el 14 de febrero del  270 d.C. (después de Cristo) Así, Valentín perdió la cabeza por amor… amor a Dios, a las parejas que se amaban y a su propia amada, la hija de Asterius.

    Malania 

    Fuente e imagen: de la red

     

  • General

    HALLACA

    Uno de los platos más reconocidos y elaborados que se presenta en la gastronomía venezolana es sin lugar a dudas la hallaca.
    Es el más tradicional de los platos que engalanan las festividades navideñas en Venezuela.
    Desde su cubierta de hojas de plátano hasta los detalles que adornan y componen su guiso, pasando por su ingrediente primordial, la masa de maíz coloreada con onoto, también llamado achiote.
    Cada ingrediente tiene sus raíces: la hoja de plátano, usada tanto por el negro africano como por el indio americano, es el maravilloso envoltorio que la cobija; al descubrirla, traemos al presente nuestro pasado con habitantes primitivos, pues la masa de maíz coloreada con onoto es la que nos recibe con su bonito color amarillo; luego, en su interior se deja apreciar la llegada de los españoles a estas tierras, carnes de gallina, cerdo y res, aceitunas, alcaparras, pasas… todo picado finamente.
    Son guisados y maravillosamente distribuidos lo que hace presentar un manjar exquisito.
    La palabra «Hallaca» proviene del guaraní y deriva de la palabra «ayúa» ó «ayuar» que significa mezclar o revolver.
    De estas palabras se presume que «ayuaca» sea una cosa mezclada, que por deformación lingüística paso a llamarse «ayaca».
    Otra versión presume que la palabra procede de alguna lengua aborigen del occidente del país, cuyo significado es «envoltorio» o «bojote».
    Sea cual sea el origen de esta palabra, sabemos que «la hallaca» es el orgullo de la cocina venezolana, tanto por su nombre como por su confección.
    Ella, sin distinciones sociales se presenta espléndida en la mesa navideña.
    La hallaca constituye un ejemplo de las consecuencias del mestizaje y sus manifestaciones de carácter universal.
    En Argentina se llama TAMAL y se acostumbra a envolverlo en chala de choclo o de maíz.
    La hallaca o hayaca es similar a un tamal o envuelto, se prepara con una masa de maíz rellena con guiso de carne, aceitunas, pasas, alcaparras, y más. Se envuelven en hojas de plátano y se cocinan al vapor.

    Fuente: Internet
    Imagen de la red.

  • General

    NUNCA ES TARDE

    Era un hombre de unos cincuenta años.
    Entraba al edificio por una ventana sin orificios
    y sin mirar a nadie ni siquiera al portero,
    subía las escaleras hasta el piso primero.  
    Allí vivía con un gato y un perro, cinco peces y un conejo.
    Muchas veces se escuchaba un zapateo,
    pero nunca se supo si era el hombre
    o el perro, que saltaba con el conejo.
    Decían que tenía una pierna más corta que la otra
    y por eso, usaba zapatos de tacos
    medianamente altos y con bordes de acero.
    Caminaba por las calles
    como un canto desconocido y lento,
    sus proyectos inconclusos nunca tenían acuerdo,
    con una mujer del pasado
    que llevó el mismo nombre del perro.  
    Fueron socios en algún tiempo.
    Nunca fueron amantes,
    aunque las malas lenguas decían
    que una sola vez tuvieron sexo,
    fue cuando engendraron a una niña
    que nació en el invierno.
    La mujer llamada Calíope, era tan pero tan fea
    con ojos de rana y cabellos de cerdo.
    Borrachos en la media noche
    no se sintió lo feo y agrio del cuerpo.
    A veces de sus ojos negros
    brotaban lágrimas como anzuelos.
    Él no perdía las esperanzas
    de escuchar algún “te quiero”.
    Pero si hasta para conquistas ¡era lerdo!.
    Una vez por semana veía a la niña con celo.
    Era muy bella y coqueta, de la madre no sacó ni el pelo.
    Se parecía a su abuelo, ojos grandes color cielo
    y los labios como de nadie, porque eran de terciopelo.
    La madre viajó muy lejos
    en búsqueda de otros sueños
    y dejó a la niña en penumbras
    un día en año nuevo.
    El padre se mudó de casa con el gato,
    el conejo, los cinco peces y el perro.
    Llevó con él a su hija para darle un buen sustento.
    Muy obediente la niña, la vida no la tomó como juego
    y estudiando se graduó, como logro de sus sueños.
    El padre ya jubilado acompañaba sus proyectos.
    Logró ser muy exitosa, aunque tuvo retos a duelo.
    Viajó con su canoso padre, sin sonrisas ni al espejo,
    pero lo que tenía de serio no lo tenía de viejo.
    Un día menos pensado despertó otros sentimientos,
    se dio cuenta que al sonreír era dulce y muy tierno,
    para esa dama que apareció como si fuera un cuento.
    Se enamoraron los dos y al año nació un niño,
    y más que padre era el abuelo,
    pero él orgulloso no hizo caso a los chimentos
    y logró su eterno sueño.
    El hombre llamado Eusebio,
    formó una familia con su esposa Rufina,
    su hija Yanna y su hijo Aniceto.