• Poesía

    TU AUSENCIA

    Me preocupa,
    me pone triste,
    tu prolongada ausencia.
    Extraño tus caritas…
    de alegría, de gruñón,
    sonrojadas, corazón…

    ¿Dónde estás estrella mía?
    ¿Dónde estás, que no te veo?
    Se ha nublado hoy el día,
    tal vez ¿será por eso?

    No quisiera verte triste.
    Tu alegría me contagia,
    me ilumina, me da vida
    en mi cielo, te cuidaría.

    Vientos que vienen y van
    me hablan de tu silencio
    de tu soledad ignota,
    de tu dulce majestad.

    Te quiero más cada día,
    te reclaman mis espacios,
    cuando faltan tus abrazos.
    Vuelve pronto, vida mía.

    Malania

    Imagen: de la red.

  • Relatos

    ENTRE AMIGAS

    El pasto verde del parque se extendía como un tapiz bajo el brillante cielo azul de un día soleado. Tres perras corrían felices, cada una con su propia personalidad, pero todas compartiendo un mismo objetivo: la pelota.
    Una labradora marrón, juguetona, llamada Siberia, era la más grande del trío. Con su energía desbordante, saltaba y ladraba, intentando llegar primero a la pelota. Su pelaje relucía al sol mientras corría con determinación.
    A su lado, la perra blanca dorada, llamada Himalaya, rápida y astuta. Con su cola ondeando, se escabullía entre las patas de las otras dos, buscando la oportunidad perfecta para hacerse con la pelota. Su ladrido agudo resonaba en el aire mientras jugaba con la agilidad de una gacela.
    Por último, estaba la más pequeña, una bulldog francés llamada Mumbai. Aunque no era la más rápida, su estrategia era brillante. Se sentaba con calma, observando a sus amigas mientras corrían, esperando el momento ideal para actuar. Con un resoplido característico, se lanzaba de repente hacia la pelota cuando veía que las otras estaban distraídas.
    Las tres perras jugueteaban, persiguiendo la pelota que rodaba de un lado a otro, llenando el aire con ladridos de emoción. Cada una creía que podía ser la primera en atraparla, pero la pelota parecía tener vida propia, escapándose de sus patas en el último momento.
    Finalmente, en un movimiento inesperado, Himalaya se lanzó en picada, logrando llegar a la pelota antes que las otras dos. Con un salto triunfal, la tomó entre sus dientes y comenzó a correr, riendo en su propio idioma de ladridos.
    Pero Siberia y la pequeña, aunque sorprendidas, no se detuvieron y velozmente se le acercaron para disputar el balón.
    La astucia de las tres hizo reír a los que las observaban. Y entre risas y ladridos todo fue diversión compartida entre amigas.
    Cuando se cansaron, corrieron en busca de agua para beber, oportunidad que tuvieron sus dueños para esconder la pelota. 
    Felices, terminaron tiradas en el pasto dominados por el sueño.

    Malania

    Imagen: N. G.

  • Poemas

    EL VÉRTICE DEL AMOR

    Ayer, recorrí caminos,
    por la playa,
    bajo el cielo,
    por el mar.
    Vi las colinas nevar.
    Atravesé el espacio,
    navegué por las nubes,
    recorrí las calles
    de la gran ciudad.
    Me pregunté, si es bueno
    un mundo paralelo,
    creado desde el amor,
    rodeado de sueños.
    Mundo paralelo u oblicuo,
    real o imaginario,
    de noches y de días,
    de inviernos y veranos.
    Fue que en una ventana,
    por caminos diferentes,
    nació una perpendicular.
    Y en su intersección,
    encontramos un vértice.

    Hoy, recorrí un camino,
    lentamente, pacientemente.
    El camino que nació por amor,
    y vive por amor.
    No quiero regarlo con lágrimas,
    quiero regarlo con rocío del alba.
    No deseo que muera por amor.

    Caminé y caminé.
    ¿Estaba allí?…
    Me detuve ante su mirada,
    ante sus palabras.
    Observé sus atajos,
    sus ocurrencias,
    vocablo por vocablo.
    Como si escuchara su voz.
    Me deleité con las flores,
    más bellas del universo,
    de algún lejano jardín,
    allí donde nació mi amor,
    entre jazmines o amapolas,
    entre azucenas o rosas.

    Y decidí esperar,
    en el tiempo y la distancia,
    con dulzura, con pasión.
    Lo esperaré sin ansiedad,
    con el don de la vida
    que junto al tallo del amor
    me traerá una rosa rosa,
    de esas rosas que sembré,
    cuando me interné en el camino,
    en el gran camino del amor.

    Malania

    Imágenes:  Propias

  • Poemas

    ME HE LEVANTADO

    He vivido muchas malas, pero aprecio lo bueno,
    perdí, pero aprendí a disfrutar las victorias.

    Sé que la humildad vive en mí y toda la entereza,
    lloré pero aprecié más la risa.

    Dormí bajo el cielo en un rincón cualquiera de una calle,
    el frío me atrapó y el hambre se apoderó,
    pero, aun así no me perdí.

    Me mojó la lluvia y alguien me dijo
    palabras ofensivas que me dolieron,
    pero sané heridas sin dejar de lado la empatía. 

    Vi tanta maldad y no me dejé llevar,
    seguí andando, afirmé mis pasos,
    nada me detuvo.

    Me he levantado y salí entre las tinieblas para ver el sol,
    sé que no soy lo mejor, pero continúo marchando,
    nada me detiene ni me detendrá,
    por eso agradezco a Dios por guiarme con fe.

    Autor: Miguel Márquez

    Imagen: C. S.

  • Prosa Poética

    LA LUNA VIENE ASOMANDO

    La luna viene dejando su magia mientras las aves buscan su nido,
    para echarse a descansar.

    El cielo guarda su azul, para dar lugar a la noche llena de encanto.

    La luna viene asomando para llenarnos de sueños,
    cargados de fantasía que traen mucha ilusión.

    La luna viene asomando, con ella toda su belleza que trae tanta esperanza.

    Brilla con elegancia que me es difícil poder olvidarla
    por eso, sentado la espero bajo este viejo árbol en el banco de siempre.

    Autor: Miguel Márquez

    Imagen: de la red

  • Poemas

    SU PRESENCIA

    Siempre me sorprende cuando lo veo
    y la sorpresa se convierte en alegría,
    entre palabras y de la nada se aparece…
    y del modo sublime que la luz pinta colores
    en lo tenue de un amanecer en calma,
    como el de ayer, como el de hoy…
    cuando mi existencia busca un sentido
    para seguir viviendo entre frases
    y versos que nacen del alma.
    Pasa el día…
    y la agonía de la tarde imprime
    en el celeste cielo, diminutos agujeros,
    entre nubes blancas aparece
    y una pizca de él
    da presencia a mis vacíos de  ausencia
    y enciende luceros que guían mi alma.
    Habrá miles que se le asemejan…
    pero cuando lo veo ahí,
    plasmado en un escrito, entre palabras
    que no me dicen nada y me dicen todo,
    toda la gente me resulta indiferente.
    Pero si él un día, por razones ajenas
    a mis deseos fervorosos, no apareciera,
    los amaneceres perderían sus colores,
    si ya no pudiera despertar pensando en él,
    las mañanas se volverían insulsas y monótonas
    y las tardes dejarían que las noches
    se convirtieran tenebrosas, sin estrellas.

    Malania

    Imagen: Propia

  • Minicuentos

    COMO CONO TRUNCADO

    En el corazón de una ciudad futurista, se alzaba un edificio que llamaba la atención de todos los que pasaban por allí. Era una estructura moderna, con una forma de cono truncado que reflejaba el sol en sus paredes y ventanas. Sus pisos se iban reduciendo en tamaño a medida que ascendían, dando la impresión de que el edificio estaba a punto de ser lanzado hacia el cielo.
    Este edificio, no solo era una obra arquitectónica, sino también un símbolo de la innovación. Los habitantes de la ciudad y los turistas habían aprendido a apreciar la singularidad del cono truncado, que era mucho más que una simple edificación: era un punto de encuentro para la comunidad, un centro de atracción artística y un lugar de reflexión y meditación.
    En su punto máximo de altura, había una terraza abierta al público. Desde allí, se podía observar toda la ciudad con una vista panorámica impresionante. En una tarde despejada, la joven artista Amalia subió a la terraza con una misión: capturar la esencia del lugar en su lienzo.
    Mientras pintaba, Amalia no pudo evitar sentir una conexión especial con el edificio, que no solo parecía un faro de progreso, sino también un guardián de los sueños y aspiraciones de quienes vivían a sus pies. La forma truncada del cono representaba, para ella, los desafíos que se enfrentan al alcanzar grandes alturas, pero también la promesa de que siempre había un horizonte nuevo por descubrir.
    Amalia concluyó su pintura justo cuando el sol comenzaba a ponerse, y el edificio reflejaba una gama de colores cálidos que parecían fundirse con el cielo. Con una sonrisa satisfecha, miró su obra y supo que había capturado algo más que una imagen. Había capturado el espíritu de la ciudad y la esperanza que emanaba de aquel monumento moderno.
    La artista grabó un recordatorio tangible: de que los sueños, aunque desafiantes, siempre encontraban su camino hacia el cielo.

    Malania

    Imagen de la red.

  • Poemas

    EN BLANCO Y NEGRO

    En el lienzo del día,
    blanco y negro se despliegan,
    las sombras sueltan ecos
    como piedras en el suelo.
    La noche profunda y plena
    ha quedado atrás,
    se oculta con sus sueños
    detrás del gris del cielo.
    Entre el contraste de claros y oscuros
    se desvelan los momentos puros
    de un mundo lleno de emoción
    que en cada tono lleva su propia canción.

    Malania

    Imagen propia

  • General

    EL SENDERO DEL SOL

    El sol se abre camino al atardecer entre árboles,
    mientras el viento ayuda a pintar
    el horizonte de colores diferentes.
    Es como si bajara del cielo al mismo suelo
    queriendo caer al pasto para dormirse
    bajo la luna llena que no tardará en salir.
    Las nubes, coronando montañas y las ramas,
    aplauden su paso y se admiran de tanta belleza
    que el sol en su recorrido traza.

    Malania

    Imagen: Roxana E. S.

  • Haikus

    ATARDECER FLORIDO

    Haikus

    Celeste cielo.
    Atardecer florido
    de aromas sin fin.

    Una palmera
    saluda muy airosa.
    Sus sombras, muestra.

    Hay frío intenso.
    La ventana cerrada
    protege el viento.

    Malania

    Imagen: M. Julián T.