ENTROMETIDA Y SALVAJE
El reflejo de tu cuerpo,
con la luz de la luna,
se hace presente bajo mis párpados.
También te veo
en el peregrinar de estrellas
y de las nubes que con el sol sucumben.
Voy fisgoneando,
buscándote hasta en el infinito,
donde las gotas caen salvajemente,
en saltos que no pueden detenerlas,
porque corren en lecho latente,
y escapan vertiginosamente
en un imposible regresar.Imagen: E. P. L.
¿IMPORTA?
¿Importa?…
si ella se llama
Elsa o Malania,
Rocío o Paulina,
Carlota o Stefania,
Jimena o Paula?
¿Importa?…
Si es gallina o bostera
si le gusta el rock,
la salsa o la cumbia villera?
¿Importa? …
Si nació en el hemisferio norte
o en el cono sur,
donde se esconden las estrellas?
Si nació en cuna de oro
o sobre un colchón de paja muy pobre?
¿Importa?…
Si lo que la inspiró
fue un perro o un gato,
un puerro o un zapato?
Ella es lo que es.
Le gusta
levantarse muy temprano
al amanecer,
salir a caminar
antes de que salga el sol,
contemplar las nubes de vapor
grises o blancas,
con matices rosas y naranjas,
celestes o amarillos,
cada una con su reflejo y brillo.
Le gusta
escuchar a los pájaros en concierto,
en melodías que alegran todo el día.
Le gusta
leer y escribir.
Describe vivencias,
relata recuerdos,
exalta sentimientos.
Ella disfruta de sus poesías
no importa si son libres o con rimas,
si se basa en fuentes fidedignas,
en cuentos imaginarios
o en ideas sin marcadas consignas.
¿Importa?INSPIRACIÓN DUAL EN PORTAL FLORIDO
Bajo las galaxias y estrellas,
que contempla desde un rincón,
sueña volar por las noches hasta ellas.
Se viste de blanco cuando sale el sol.
Abre el ventanal,
dejando penetrar el aroma
de más de una flor.
Le tira besos ancestrales,
y el color de su mirada
cambia de color.
Corre hasta la orilla del arroyo
y moja sus labios y sus ojos,
con el agua cristalina
para sentir frescor.
Un árbol ofrece a mediodía,
siestas en la refrescante sombra,
sobre verde grama mirando al cielo.
Le invita a caminar descalza,
por la orilla del estrecho cauce,
sintiendo el viento,
con el perfume de jardines
cubiertos de azahares.
Perfuman suspiros
al tropezar con leños
que le cantan versos
de encantados bosques,
y mariposas en primavera.
Escucha el cabalgar
de duendes y elfos
sobre unicornios transparentes.
A la lumbre de un farol,
revolotean ilusiones
dentro de su corazón.Imagen: R. E. Ch.
EL PARAGUAS
Las seis y media de la mañana de un día cualquiera, mientras caminaba frente a una escuela muy grande, pensé en cuánto me enseñaron, cuánto pude aprender y cuánto no. Pero sí, lo necesario como para darme suficientes armas y poder desenvolverme en la vida: me enseñaron a leer y a escribir. Esa es la base fundamental para abrir caminos y trazarlos de la mejor manera. Con los recursos de la lectoescritura, quien no avanza en sus propósitos de mejorar su calidad de vida, es porque le falta algo muy importante: la voluntad -pensé.
Seguí caminando y miré al cielo para comprobar el color de las nubes. Llevaba un pequeño paraguas por si le daba al tiempo mandarnos más agua. Había llovido toda la semana en horas de la tarde, lo que evitó el riego con agua de red, y eso significa ahorro tanto del elemento esencial como el del tiempo. Pero las nubes se mostraban grises, muy claras. Entre ellas estaba la luna perezosa que no se quería retirar, y pícara pensaba en ver al sol. También, una estrella adornando el horizonte. ¡Una estrella al amanecer! Y se me ocurrió pensar bajo qué estrella había nacido. Eso, no lo investigué nunca. Tampoco en la escuela me enseñaron sus nombres.
Volví a pensar, ¿bajo qué estrella nací? ¿Habrá sido SIRIO, la que me vio nacer? Es la estrella más brillante de la constelación Canis Major o Perro Mayor. ¿Por qué se llamará SIRIO si la estrella es femenina y le habían dado un nombre masculino? O bajo la estrella Canopus, de Carina (La quilla). O de Rigil Kentaurus de la constelación Centauro. O habrá sido Arturo de la constelación Bootes o El Boyero. Y otra vez la misma pregunta ¿Arturo? Es nombre masculino ¿por qué se llama así? Y siguen en la lista Vega, de Lyra, Capella de Auriga o El Cochero y tantas otras, miles de estrellas no conocidas por sus nombres. Para estudiar los de todas, seguramente me llevaría mucho tiempo, quizás una vida. Mis neuronas ya no dan para eso.
Continué caminando por la vereda de una calle, que semejaba una galería larga de una escuela pública, la que albergaba a casi mil niños en dos turnos, mañana y tarde. Bajo algunos árboles frutales podría haber juntado bolsas de frutas: mangos, guayabas, pindó y cocos. Pero el objetivo no era ese sino caminar, solamente caminar. Algunas frutas caían picoteadas por los pájaros. Eso me alegraba, al menos no morirían de hambre. Próximamente, en otoño, comerán paltas o aguacates y mburucuyá o maracuyá, mamones o papayas, (según la zona, un nombre u otro), naranjas y mandarinas. Y quizás muchas otras frutas que esta prodigiosa tierra produce.
Mi caminata casi llegaba a su fin, cuando finas gotas de agua me obligaron a abrir hasta ese momento mi pasivo acompañante, el paraguas.BUSCAR UN SUEÑO
Las estrellas peregrinassilenciosasno luchan para mostrar su luzsolo alumbran.Los ríos embravecidosno luchan por moverse entre las rocassolo buscanel suave ritmo del mar.Te invito a que brillemos juntos.A sumergirnos en la brisa del marbajo el jeroglífico de las estrellas.A buscar un sueñoy aferrarnos a ello.O la vida enmudeceráse nos pasará calladaen soledadsin cumplir nuestros anhelos.Fotografía: Elsa
AL DESPERTAR
Al despertar, las preguntassurcan todo el universolos colores centelleanen aquel caleidoscopioque alguna vez contemplamosfelices y sorprendidospor la creación inmensadel universo fundidogigantes, duendes y niños.Hoy al despertar me intriga¿Quién vela tus noches fríasdesvelado por la gripe?¿Quién te cubre con la mantay te acerca el té a la cama?Tal vez nunca podré hacerloquizás será una mañanaentre estrellas y azulejosentre abrazos y aparejos.ROCÍO EN FLOR
No habrá violines ni guitarras
cuyo ritmo iguale a tu voz
la suavidad de tu encanto
intenso como rayos de sol.
Te me vas metiendo muy dentro
con finos cristales de amor.
Gotas de rocío fresco
de una lluvia derramada
sobre mis pétalos de rosa
en mi piel está encarnada
y en las glicinas violáceas
derrite la escarcha plateada.
Tu nube me cubre entera
para protegerme en la noche
de las estrellas curiosas
que en simulado intento
nos espían muy airosas.
Si el dolor a ti te acecha
no dudes en buscarme
te ayudaré a relajarte
y a calmar de toda brecha.
Porque el amor que te tengo
vale más que mil amores
haré desaparecer tus penurias
aunque tenga que caminar
bajo la intensa y fría lluvia.