• Relatos

    PASCUAS

    Cuál es el significado de la Pascua,  cómo la vivíamos antes y cómo se la vive ahora en los diferentes lugares.
    Pascua, según lo que relata el Nuevo testamento de La Biblia es la resurrección de Cristo tres días después de haber sido crucificado.
    Para los cristianos es una época de recogimiento, reflexión y meditación.
    La palabra Pascua deriva del latín eclesiástico pascha y se pronuncia pasca. 
    Esa palabra “pasca” me hace recordar a mi madre porque en esos días, ella hacía unos panes diferentes a los que elaboraba durante todo el año. Preparaba la masa, armaba el pan y antes de poner al horno  le hacía rosetas, hojas y distintas formas de flores de la misma masa para adornarlo en la parte superior. Luego lo pintaba con huevo apenas batido y un chorrito de leche. Un horno a leña al fondo del gran patio de tierra, esperaba caliente por las brasas encendidas por mi padre, para asar el pan.
    Ese pan se llevaba a bendecir la noche del Sábado de Gloria junto con otros alimentos, que según ella, tenían que ser de las diferentes especies: animal, vegetal y mineral, es decir de los tres reinos de la naturaleza.
    Preparaba una canasta de mimbre, bastante grande, adornada con flores de siempre viva. Esa canasta no se usaba para otra cosa el resto del año. En ella colocaba el pan que había preparado con sus manos, una pequeña rosca de pan dulce y otros alimentos  en porciones pequeñas, menos el pan (que llamábamos “la pasca”) iba entero. Recuerdo que esos alimentos eran: carne asada de vaca y de cerdo, chorizos,  queso o ricota que adornaba con clavos de olor, crema de leche, manteca, huevos hervidos a los que se le pintaba la cáscara. Otros huevos se vaciaban y se los rellenaba con maní tostado y azúcar que sería algo así como la que hoy día se la conoce como garrapiñada.
    También no podían faltar las manzanas, bananas y toda fruta de estación, además sal y azúcar y algunas otras especias que consideraban que podía cubrir algún huequito que quedaba en la canasta. También iba una botellita con agua y una vela pequeña para encenderla en el momento que lo indicara el sacerdote.
    Esa noche, la del Sábado de Gloria, no se comía carne, solamente se cenaba varénikes hervidos, rellenos con ricota y bañados con crema de leche.
    Toda la comida que se llevaba a bendecir a la iglesia (parroquia o capilla más cercana) se comía recién en el desayuno del día Domingo de Pascua. Se nos prohibía comer la noche del sábado, a pesar de que los aromas a carne asada y demás alimentos nos tentaba a no cumplir con el precepto.
    Mis hermanos y yo nos levantábamos temprano junto con mis padres. Se servía la mesa de desayuno con todo ese manjar que para mí es inolvidable.
    No existían ni el conejo ni los huevos de chocolate, al menos para nosotros, para mi familia y todas las familias del pueblo en el que vivía. Nadie hablaba de eso.
    A mediodía mi padre preparaba un asado al horno y comíamos con ensalada y el pan bendecido. Si sobraba algo en el canasto se guardaba y se comía durante la semana.  No se podía tirar ni una miga de lo que había sido bendecido.
    Hoy día las costumbres son distintas cada uno podrá decir y contar su experiencia en la red social Facebook de Escritores y Letras, si lo desea.  Cómo se celebra en su hogar por ejemplo.
    Recuerdo algo que me llamó la atención y fue cuando años atrás, visitamos con una amiga un colegio de sacerdotes,  que el sábado sirvieron en el almuerzo asado de cordero (Cordero Pascual). Entonces me di cuenta de las diferentes costumbres porque en casa, mi madre no nos dejaba comer carne desde la cena del jueves de noche hasta la del sábado. Recién comíamos carne el domingo. Nos pasábamos con vegetales, porque tampoco podíamos comer derivados de animales.
    Hoy día el tema del no comer carne es tomado de forma distinta, tanto por la gente como por la iglesia misma. 
    La Pascua, que significa paso de la muerte a la vida, (de la esclavitud de pecado a la libertad), era lo que yo no entendía cuando era niña. En una de las homilías de una iglesia católica el sacerdote dijo: Pascua significa el paso de la muerte a la vida y yo no entendía por qué lo decía así, que se moría al pecado y se pasaba a una vida nueva.  ¿Cómo moríamos si estábamos todos vivos? Hoy entiendo lo de esa muerte a la que se refería el sacerdote,  que hay que arrepentirse de las cosas malas que uno pudo haber hecho durante el año y comenzar una vida nueva, es decir morir o dejar morir dentro de uno mismo lo que pudo haber sido malo, arrepintiéndose de ello y abocarse a cambiar por una mejor forma de vivir, en armonía y en paz.

    Malania

  • General

    NADIE NOS ENSEÑA A VIVIR

    He nacido poco antes de las 7 de la mañana, un día lluvioso y bastante frío.
    Nada podía hacer por mi cuenta para ayudar a mi madre, a cortar el cordón umbilical, por ejemplo. En esa época –hace ya seis décadas- no existía en el pueblo un centro de salud que tuviera un ecógrafo. Según las cuentas de mi madre, ella me esperaba para el día en que comenzara el invierno. Pero me adelanté, seguramente quise ver el mundo diez días antes, en otoño. Cuando llegó mi padre con la partera, estaba todo listo como para que me bañe y vista. ¿Cómo se las arregló mi madre? Nunca lo entendí. Por eso siempre fui agradecida con ella y la atendí en lo que pude y como pude, hasta sus últimos días.
    En verdad, nadie nos enseña a vivir, pero sí, hay acompañamiento familiar, amistoso, escolar que nos van formando, modelando el carácter y todo lo que somos. A los que vivimos en libertad tenemos opciones de ser o no ser tal como somos. Podemos seguir el ejemplo de los mayores, escuchar sugerencias de ellos, de nuestros maestros y profesores. Pero también podemos abrir y seguir caminos diferentes, que nos den mejor visión de futuro, en el lugar donde nacimos o en otra parte. Lo importante es distinguir qué es lo bueno y qué es lo malo para nosotros y para la sociedad.
    Y una de las cosas buenas que tenemos los humanos es cuidar y querer a nuestras mascotas como un miembro más de nuestra familia. Sino, ni vale la pena adoptarlos. A ellos tampoco se les enseña a vivir, pero en cambio adoptan actitudes según nuestros comportamientos para con ellos. Si les damos amor, ellos también nos lo dan.
    La de la imagen, se llama Sía. Fue rescatada y adoptada siendo muy pequeña. Estaba malherida, maullaba pidiendo ayuda.


    Malania

    Imagen: M. J. T.

  • General

    PROPUESTA DE LIBERTAD

    Danzo en mis recuerdos y observo
    cómo esquiva los charcos, la gente
    mientras paseo
    bajo paraguas que camuflan soledades.
    La lluvia cae fría
    en cascada de incógnitas
    las gotas se estrellan y salpican.
    Cada persona es diferente
    mi curiosidad me invita a saber de ellas
    unos visten elegantes, indiferentes
    otros, con ropas viejas atenuantes
    del intenso y rudo frío reinante
    denotando en sus rostros mustios
    el vestigio de un tiempo olvidado.
    Quisiera tener la bola de cristal
    para adivinar sus pensamientos
    sus esperanzas y sus dolores cruentos.
    Saborear con él sus escasas alegrías
    sí, con él, porque también está allí
    viendo como el viento sacude
    las hojas de los árboles
    y alborota el humo del cigarro
    que lleva en su temblorosa mano.
    Mi pelo a la par del viento
    me sugiere una propuesta de libertad:
    “Llévame en tu equipaje de alegría
    mientras camuflados entre las nubes
    damos un paseo por las estrellas”.
    El despertar vuelve mis ojos hacia el ayer
    me hace danzar en la belleza de sus letras
    en palabras al amanecer
    de aquellos instantes impregnados
    en su fragancia aromática especiada
    y en la humedad de su piel
    confundida con la mía en la alborada.
    Malania
    Imagen: M. J. T.
                                                       
  • Relatos

    UN ANTES Y UN DESPUÉS

    Cuando se dio cuenta que lo que estaba tomando a diario eran cápsulas de efecto placebo, pensó en explorar otros destinos.
    Vivió largos días, separada por el éter incoloro de dos años interminables. No solo separada, sino diferente de lo que había sido hasta antes de que todo se parara, de que todo se cerrara. Pero ahora despertó y sintió que sus sueños pintaban otros colores.
    El gris se convirtió en azul plateado, el marrón en anaranjado, y así la paleta creció y se extendió ante sus ojos, adornada con los sueños del antes y el ahora. Los tiempos eran distintos y el planeta tierra surgía más lindo aún, con una flora particular, después del descanso y crecimiento en libertad.
    Parecía estar viviendo en otro mundo cuando observó el precioso paisaje, como si estuviese iluminado por muchas lámparas de diferentes colores.
    Vio en el espejo del agua los árboles reflejados y bañados en el perfume de los espinos dorados.  
    Sus días cambiaron y ya no necesitó más píldoras para vivir con alegría.
    La naturaleza transformó su visión del tiempo y del espacio. Bastaba contemplar su entorno y contagiarse con la energía que vibraba a su alrededor.

    Imagen: R. E. Ch.

  • Poemas

    ESPERANZA Y LIBERTAD

     
    Avanzó desde el sótano oscuro,
    entre objetos de  bordes filosos
    y húmedas esquinas,
    entre espacios vacíos
    y amontonamientos mustios,
    entre maderas de roble
    y fajas de nogal y lino,
    entre cobre y hierro
    y chapas de metal sin brillo,
    entre duelas agujereadas
    mal clavadas y destempladas,
    entre escuerzos sedientos
    y vestigios de anillos,
    atravesando el portal
    con libre albedrío.
    Avanzó y avanzó,
    hasta llegar a un lugar tranquilo,
    en la cima de una montaña
    fría pero con sol
    y así pudo salvar las penas
    y su destino fallido.
    Imagen: C. J. V.
                                    
  • Poemas

    Siempre

    Despierto.
    Pienso en ti. 
    Hoy quiero decirte
    amor
    vuela alto
    goza de tu libertad
    si es eso lo que deseas
    navega por los ríos
    recorre los mares
    trepa las montañas
    y desde la más blanca altura
    gira tu mirada y
    verás que aquí estoy
    esperándote. 
    Imagen: propia.
  • Poemas

    SI DESEAS…

    SI  DESEAS…
    El camino te espera, sorpréndelo,
    no preguntes en demasía,
    el lugar existe, aunque no dice nada
    y el manto de colores presentes,
    desea  albergar  al habitante sin rumbo.
    El tono de libertad libera,
    para hacer más bello y tierno el viaje de la lengua,
    hacia un entendimiento y comprensión sin tregua.
    Con  energía especial,  sin  tensiones,
    tan solo con miradas,  se unifican posiciones,
    logrando cambios  diseñados por el deseo.
    Y en un discurso sin palabras,
    manos danzantes se equilibran y armonizan en la espalda,
    las dudas se disipan con altruismo
    y con exaltado dinamismo
    se evalúan con el corazón y el deseo,
    y sin dar lugar a la vuelta de página,
    estás allí, en el crepúsculo de invierno,
    desnudándola con la mirada tierna. 
    Imagen: J. A. T.
  • General

    NOCHE Y DÍA

     
    En reflexiones, vuelos y sueños,
    invaden ondas horizontales al caer la noche.
    Cunde la admiración cuando nace la libertad,
    la misma que derriba barreras y genera un encuentro,
    la que columbra un augusto y excitante navegar,
    por el interior de cálidos ríos, entre el monte sereno
    la admiración por  la cultura,  que se manifiesta en cada gesto,
    respetuoso  y delicado del varonil visitante,
    esa que nace en la mirada y corre hasta las yemas,
    en halagos que seducen.
    Los sentidos lo reclaman
    al momento en que se aleja,
    cuando la constancia hacia  su trabajo,
    provoca  ausencias prolongadas,
    incertidumbres que son espectros,
    esos que alucinan y generan  tristeza o  locura,
    cuando  en el escenario no tiene lugar el amor,
    ingrediente que hace tan feliz al ser humano. 
    Imagen: Javier A. T.
  • General

    PARA USAR EL DICCIONARIO

    EN  ALGÚN  LUGAR
     
    Junto a la serna invernal,  
    una trébede acogió sus latidos.
    Descargó su pesada mochila,
    mientras los piratas
    retumbaban aullidos,
    y allí parafraseó un hológrafo:
    la era de flores perennes
    la dedicó a sí mismo,
    a las colmenas y peyotes;
    y lo demás
    distribuyó al azar.
    Clavó un espiche, 
    ató un ronzal rojo,
    otro blanco y amarillo,
    señalizando sus huellas.
    Un silbido reverberó
    en el amuso pulido,
    en señal de libertad
    para ingresar al limen.
    Allí jaspeó y selló
    su epopeya de cupido.