• Cuentos

    LA PAZ DE LA MARIPOSA

    En un soleado día de invierno, en un jardín rebosante de vida, una mandarina madura cayó, con un suave golpe del árbol se desprendió. Su cáscara brillaba bajo los rayos del sol mientras su jugoso interior exhalaba un aroma tentador.
    Una mariposa negra, con una franja muy azul y sus alas moteadas, flotaba cerca y percibió el aroma fresco y dulce de la mandarina. Con elegancia y gracia, se posó sobre la fruta y comenzó a saborear su jugo con una delicadeza que parecía música en movimiento.
    Sin embargo, no estaba sola en su festín. Una mosca, intrigada por el olor y el brillo jugoso de la mandarina, se acercó zumbando con curiosidad. Al ver a la mariposa disfrutando del néctar, decidió unirse al banquete. Pronto, una abeja, zumbando enérgicamente, se unió al grupo, atraída por el dulce aroma y la promesa de néctar.
    La mosca y la abeja, con su bullicio y zumbidos, comenzaron a disputarse el lugar junto a la mariposa. Intentaban espantarla con movimientos rápidos y sonoros, pero la mariposa azul, serena y determinada, no se inmutó. Seguía absorbiendo el jugo de la mandarina con calma, ajena al alboroto a su alrededor.
    La mosca y la abeja, frustradas por la presencia persistente de la mariposa, decidieron cambiar de táctica. Comenzaron a danzar frenéticamente alrededor de la fruta, esperando intimidar a la mariposa para que se alejara. Sin embargo, la mariposa continuó saboreando el néctar con una tranquilidad que desarmaba sus intentos de expulsarla.
    Así, en medio del jardín lleno de vida y movimiento, la mariposa azul se convirtió en el centro de una pequeña batalla por el dulce tesoro de la mandarina. Su determinación y elegancia frente a la adversidad mostraron que, a veces, la paz y la persistencia pueden superar el bullicio y la agitación.

    Malania

    Imagen R. G. B.

  • Efemérides

    ACRÓSTICO

    El día de San Juan se celebra el 24 de Junio. Pero desde la noche del 23 se realizan festejos alusivos, en los que muchas personas realizan y participan de varias actividades como por ejemplo, encender fogatas, quemar muñecos de trapo o papel u otros materiales confeccionados al efecto, el tradicional cruce de brazas, etc.
    Mi aporte es este acróstico en conmemoración a todos los que llevan el nombre Juan.

    Junto al fuego, en la noche de San Juan

    Un hombre miraba fijamente las ardientes llamas

    Amigo de lo bueno, quería quemar lo malo

    Nada más que eso le bastaba para ser feliz.

    Malania

    Imagen: M.J.T.

  • Prosa Poética

    CAMINARÉ EN LA ARENA


    Ya no hay barreras, se fue ese portón
    y la libertad llamó, invitó a salir.

    Quedó ese espacio para seguir marcando un rumbo,
    todo depende adónde queramos ir.

    Sigo sin detenerme sabiendo que caminaré en la arena,
    mis huellas se borrarán pero nada detendrá la marcha.

    Andaré sin rumbo donde lleve el viento regalando felicidad,
    con la bendición de Dios y nada se apagará.

    Caminaré en la arena hacia donde la luz me guíe y no me perderé,
    vamos que el tiempo se va, seguro nos está llamando a hacer camino,
    no debemos rendirnos con la bendición de Dios.

    Autor: Miguel Márquez

    Imagen: Propia (Malania)

  • General

    MARGINALIDAD

    Tengo encinta la opinión bajo el cielo y este sol 
    Una vida peregrina de estación en estación. 
    A veces sueño que la vida pasará a ser mejor 
    Cierro los ojos y digo que no puede ir a peor. 
    Pero la realidad hace un roto al corazón 
    Y no hay aguja que hile 
    Un colchón alrededor 
    Que abrigue de la indiferencia 
    Si brota al por mayor. 
    Un momento en la vida hay que dirimir 
    La conciencia no te atraca 
    Si no induce a la verdad. 
    Es la ruina de los hombres tener que mendigar 
    Por haber nacido con el bolso cerrado 
    Sin un trozo de pan que llevarse al lecho 
    Sin opción de poder luchar 
    Obligado a la marginalidad. 

    Autor: Gustavo García Pradillo

    Imagen: de la red x G. G. P.

  • Cuentos

    VENDO VENDO

    ¡Atentos que se disparó el Blue! Tiró el flaco en la mesa del antiguo bar; atónitos a su alrededor, los muchachos apenas atinaron a mirarse entre ellos, como no pudiendo entender cómo y desde cuándo el flaco manejaba ese nivel de información y cómo es que andaba metido en eso, si lo suyo era estar todo el día sentado en la puerta de su casa, con una briznita de pasto que llevaba con habilidad de un extremo a otro de su boca.
    Incógnita que no tardó mucho en llegar al dueño del bar, que, por portación de sospecha, le comenzó a cobrar la rueda de grapa que religiosamente todas las tardes consumía con sus amigos; y no quedó solo allí la cosa; el sodero que le dejaba de onda, dos sifones, le retiró el beneficio y el saludo.
    Cómo era de esperar, se fue quedando cada vez más solo. Si hasta el patrullero que pasaba todos los días frente a su casa haciendo su ronda, cambió la consigna y desde entonces dejó de vigilar la cuadra donde vivía el flaco.
    Se hizo vox populi que el flaco había hecho guita y simulaba para vivirlos a todos; eso hizo que empeorara la situación, porque además de bronca la gente fue acumulando comentarios que en cada esquina la gente hacía; que comercializaba moneda extranjera clandestinamente; que con razón estaba todo el día en la puerta; que lo vieron subido a un auto de alta gama; que frecuentaba a una señorita adinerada; que hizo un viaje al exterior, y un sinnúmero de cosas, tan difíciles de comprobar como el dato que el flaco tiró aquel día en la mesa del bar, al que asistió como era costumbre, vestido con su bombacha bataraza; alpargatas con forma de juanete, pañuelito al cuello, camisa amarillenta del uso y una boina siempre inclinada para la derecha, cuando por la ventana del bar, vio como a doña Ramona se le escapó su perro, el Blue, que salió disparado por la calle escapando del veterinario que estaba llevando adelante la campaña de vacunación antirrábica.
    Lo que nunca imaginó el flaco, es que un perro iba a causar más rabia que la propia rabia.

    Autor: Patricio Massa.

    Web: patriciomassa.blogspot.com

    Imagen: P. M.

  • Prosa Poética

    ATARDECER FOGOSO

    En el último suspiro del día, cuando el sol todavía alumbraba el horizonte en un atardecer fogoso, los árboles del bosque parecían sombras dormidas bajo una aureola dorada. Las nubes, como enormes montañas nevadas, navegaban lentamente por el cielo teñido de tonos rosados y naranjas.
    En medio de ese espectáculo celestial, dos amigos se encontraban en el claro del bosque. Ella, con brillo en sus ojos y el cabello iluminado por los últimos rayos del sol, miraba maravillada el juego de luces y sombras. Él, con una sonrisa cómplice, extendió la mano hacia ella, atrapando un momento que parecía suspendido en el tiempo.
    “¿Ves cómo todo cobra vida al caer el sol?”, susurró él, mientras el cielo se oscurecía lentamente y las estrellas comenzaban a despertar. Ella asintió, sin apartar la mirada del cielo encendido. En ese momento, supieron que aquella tarde les había regalado algo más que un atardecer fugaz: habían descubierto la magia de estar juntos en un mundo donde hasta las sombras de los árboles parecían bailar al compás del sol que se despedía.

    Malania

    Imagen: R. G. B.

  • Poemas

    NO DESISTAS ANTE LAS DIFICULTADES

    No desistas si todo te parece difícil,
    ten fe y sigue andando,
    Dios irá a tu lado aunque no lo veas.

    No desistas en las dificultades,
    sigue andando,
    las tormentas pasan y viene la calma

    Aleja el desánimo y las ganas de rendirte
    y escucha sus palabras:

    – Podrá ser difícil pero no imposible,
    sigue andando que nada te vencerá,
    te daré fortaleza.

    SIGAMOS LA SENDA

    Sigamos la senda sin detener la marcha,
    caminemos seguros a pasos firmes.

    No dejemos que los temores nos detengan,
    que las aflicciones nos hagan desistir. 

    Dios estará presente, dándonos fuerza y seguro nos dirá:

    -no desistas y continúa andando, no te dejaré caer-

    Autor: Miguel Márquez

    Imagen: J. G. T.

  • Poemas

    AQUEL PRIMER ENCUENTRO

    Como estatua viviente, muy ansiosa, impecable 
    estalló en un beso, tu mirada penetrante.
    se mezcló entre la gente, en hora pico y sol radiante
    de un movido Caballito a esa hora de la tarde. 
    Tu mano rozó la mía, como apresurando el vamos, 
    que pronunciaron mis labios, en intento de alejarnos
    del murmullo de la gente, que el café había inundado. 
    Me ayudaste con mi abrigo, a ponérmelo despacio 
    emprendimos un comienzo, las escaleras abajo 
    caminando lentamente, hacia el coche que abordamos
    hasta el refugio de amor, nos sumergió con encanto. 
    Tus abrazos y tus besos, me regalaron  un cambio, 
    con incógnitas y sorpresas, con sonrisas y entusiasmo.
    ¿Sería la única vez? me preguntaba pensando 
    ¿Tal vez el comienzo de algo?…
    dudaba ante ese encuentro de calor inigualable
    Tu sonrisa con la mía se entremezclaron al aire
    una pasión ardiente recorrió mi piel a mares,
    confundiéndome en la tuya con temor a enamorarme
    de esa bella estatua viviente que muy puntual y sutil
    fue a encontrarme, un 7 de junio que jamás podré olvidarme.

    Malania

    Imagen de la red

  • Poesía

    MASCOTA AL SOL

    Entre árboles y pasto,
    su sombra se desliza,
    bajo el cielo soleado
    que la brisa acaricia.

    La medianera guarda
    en su sombra, secretos de luz,
    mientras ella, exploradora
    avanza sin miedo a contraluz.

    Sus patas sobre el césped
    hacen eco suave,
    mientras el día soleado
    la envuelve en su clave.

    En este escenario
    de verdor y calma,
    la gata se convierte
    en musa que se enmarca.

    Susurra al viento
    sus deseos sin dueño,
    bajo el sol que ilumina
    su ser risueño.

    Así la mascota, al sol en día frío,
    sus sueños se tejen con un suave rocío.
    Entre árboles en la medianera plantados,
    la naturaleza y la gata se han encontrado.

    Malania

    Imagen: M.J.T.

  • Poesía

    CALLEJONES DEL RECUERDO

    Desorientada en el laberinto de la noche,
    donde las sombras se alargan como susurros
    y los destellos de estrellas se confunden
    con los destellos de tus ojos ausentes.

    Caminando entre callejones del recuerdo,
    pisando los adoquines de la nostalgia,
    busco el eco de tu voz entre el silencio,
    pero solo encuentro el vacío resonante.

    Desorientada en el torbellino del tiempo,
    donde los relojes marcan horas sin sentido
    y los minutos se deslizan como lágrimas
    sobre la piel áspera de este mundo efímero.

    Perdida en el laberinto de mis propios pensamientos,
    navegando entre los remolinos del deseo,
    busco el faro de tu amor entre la bruma,
    pero solo encuentro el eco de mi propia voz.

    Desorientada, sí, como un barco sin rumbo en alta mar,
    como un pájaro sin nido en la tormenta,
    pero aun así, en esta oscuridad sin fin,
    persiste la esperanza de encontrarte.

    Malania

    Imágenes propias