HUECO EN EL TIEMPO
Mientrasel extrañarte no es extrañola nostalgia se vuelve hábitoy por tenerte el alma clamael corazón se debateen abanico de amalgamaAllísurge un hueco en el tiempoen el profético pensarque el fuego se extinguiráen el abismo de eseperdurable silencioPerosurge otro hueco en el tiempoy estás presente, varonilcon perfume amaderadoexhalando en fuerte abrazotus deseos contenidoshoy, tal vez mañanaes día de victoria
los fantasmas ya no existenImagen: Lua T.ESCARCHA OTOÑAL
La escarchacubrió las heridasdel pastizal reseco.La lunabañó con sus claros,del mar se hizo eco.La duchatibia amanecida,se transformó en el tiempo.Quitó horas al díay en remolineo,cabizbajo y retraído,acabó perplejo,en el umbral rojizode una nube sin fin,que en soledad
bautizó desierto.ACUERDO
Parecía existir un singular acuerdo entre la lluvia y el sol, acuerdo tácito al que nunca hicieron alusión, vaya uno a saber cuál era la decisiva finalidad. No era frecuente el encuentro. Por entre el acero de los nubarrones aparecía de vez en cuando un resplandor pálido de laxos brazos. A ras de tierra el mezquino correr del viento del que aprovechaban, pretenciosos por secarse, los charcos rojizos. En las alturas los nubarrones crecían, se multiplicaban.
Al fin la luna irrumpió impetuosamente.
Él, que ansioso esperaba el cambio a buen tiempo, entornando sus ojos, apuntó una mirada lejana, bajo el sombreado de venturosos árboles que sacudían sus hojas, desparramando gotas que se prendían a su pelo, llenándose de una cercana dicha, regocijado por los frescos perfumes de un recuerdo reciente. Respiraba su presencia tan ligera como la suave brisa que indicaba un buen presagio.
Los nubarrones desaparecieron, el sol tímidamente se internó tras ellos y la luna llena reinó en la galaxia regalando sueños.Imagen: Sergio D. V.
EL ÁRBOL
Fue echando raíces,al compás del tiempo,muy superficiales,tal vez sin darse cuenta.Un día el mecer del vientolo recostó sobre el ramajede su fuerte cuerpo,perdiendo sus cimientos.Angustiado y triste,quiso volver en pie,con sus ramas pesadas,no se pudo mover.Y en el filo de la luna nueva,se postró el alfil,se durmió en silencio
sin sus flores carmesí.Imagen: Gentileza R.E.Ch.VOCES
Las voces se han callado,
decidieron aislarse
quién sabe hasta cuándo;
tampoco se sabe adónde.
Puede ser que el canto,
se atragantó en el llanto
de una nube rosa o quizás azul.
Fueron bellas voces
que vivieron por mucho tiempo,
detrás de un cerro
cubierto de vegetación.
Pudo haber sido un incendio,
ocurrido hace unos años
y se durmieron
sobre la tierra, sin viento
para avivar las cenizas.
O quizás las gargantas se cansaron
y en silencio se quedaron.
O tal vez el humo
atravesó el firmamento
y hoy pasean en las nubes
de algún tibio aliento.Imagen: Javier T.
EN EL VAIVÉN DE LA VIDA
Si pudiéramossuperar el sube y baja de nuestras vidasy acomodar nuestros deseosen la realidad de estos tiemposel equilibrio entre lo tuyo y lo míoestaría al alcance de la manoy todo sería distinto.
Sortearíamos el puente
romperíamos el muro
y entre los dos, seríamos uno.Imagen: Gentileza de R. E. Ch.PÉTALOS
En último acorde de un te quierodormitó sobre una nube de topacio.Doblegada en el tiemponavegó esfumándose en el espacio.Qué difícil la vida
cuando el sentimiento fluye en cantoy el tiempo en el viento se lo arrebata.Perdura un manto de esperanza
en alas de pétalos escarlata.Fotografía gentileza de Rub. E. Ch.Sueño y realidad
SUEÑO Y REALIDADMientras dormía, una araña de cuerpo pequeño y largas patas, de color rosa brillante, correteaba por el piso mientras tejía su tela entre sillones, mesas, y cuanto mobiliario encontraba en su camino. Maru, mi diminuta mascota color canela, ojos saltones y orejas erguidas, la perseguía. No supe distinguir si la quería ahuyentar o la invitaba a jugar. Yo la corría para pisarla pero el invertebrado depredador se divertía zigzagueando. Su agilidad le salvó su vida.El canto del zorzal me despertó. Mis piernas tomaron prisa sin igual, no debía perder ni un minuto. La ducha tibia ayudó a despejar mi modorra. En la cocina las burbujas y el vapor del pico de la cafetera indicaban el punto justo del agua para el café. El aire corría diferente, se aproximaba el gran momento. El medidor del tiempo señaló la media mañana. Los minutos se acomodaban desplazándose con pereza de viernes, contrapuestos a mi corazón que latía una vez más con entusiasmo. Y recordé aquella hoja, cuando lejos de ti, navegaba por el mar calmo en tempranero paseo por la playa, hoja que dejó su árbol y tomó el camino naviero hacia el amor, entregándome las caricias que tú me enviabas. ¿Llegará nuevamente ese día para regalármelas, para hacerme sentir que vivo todavía? …mi mente también nadaba.El tiempo vuela a través del viento, y el amor atraviesa distancias. Allí estabas todos los días. Y ahora mientras quizá mi mascota juguetea con la pequeña araña enredándose en su tela, me aferro a tu cuerpo entrelazando nuestros brazos, vestidos simplemente con la tibieza de la piel.
CREPÚSCULO EN FLOR
Algo distinto, eso quería, y el crepúsculo se subió a una goleta. No le bastaron los mares, eligió las nubes y recorrió el mundo. Vagó por los aires cálidos y fríos, divisó solfataras, prados y ríos, hasta que lo derrumbó el cansancio. Una nube acogedora que en silencio lo observaba le ofreció cobija y cariño y desde allí el crepúsculo meditó varios días. Hastiado y disconforme con su ociosidad, volvió a su mundo. Encontró una nube transparente y la eligió como posada, desde allí podría ver todo lo que lo rodeaba. No muy lejos y en descenso vio un gran árbol cubierto de flores rosa violáceo. Sus despertares eran alegres al verlo tan elegante y perfumado, tanto así que con su aroma atrajo a los pájaros, quienes se resistían a dejarlo. Sus nidos tenían su propio jardín, las flores del lapacho, esas que sin saberlo, embarcaban un destino. El crepúsculo, intuyendo lo que avenía, soltó su voz: -¡No se vayan, yo las quiero! La nube transparente despertó y al unísono lo acompañó:-¡Cuidado!-. El alerta llegó a destiempo. La ráfaga no se apiadó y llena de envidia por tanta belleza se hizo cargo de destruir aquel paisaje esplendoroso. El crepúsculo se durmió, triste y adolorido, impotente, exhausto por sus gritos. Pero los pétalos altruistas descansaron unidos en el suelo, se secaron las lágrimas provocadas por la lluvia y alfombraron el camino de la ciudad sin truenos. Atesoraron su sueño y su destino, el de brindar a los lugareños su belleza montesina. Cuando el crepúsculo despertó, sonrió contento al ver adornado y enaltecido su sueño.Imagen: Manu C. R.UN DÍA DIFERENTE
Diferente hoyEntre sueñosvoy zallando hacia tu pielentre abiares y el andel.Un amanecer diferenteen vuelo de sensaciones pétreasregistro mi rostro.El mundo gira ya mi alrededor tu recuerdo.Busco tu rastro en mi almohadaun aroma que perdurame devuelve la calma.Música lejanade fiesta trasnochadarisas, voces, cantose filtran por mi ventana.El tic tac del relojme revela el tiempo.Hoy, domingo diferenteausente el cantode gorriones alegresgorjeo de palomas y zorzalesy un postergado viaje.El mundo sigue su ritmoen el ruido de automotoresel círculo no se detiene.La presión no perdona.Imagen de Free-Photos en Pixabay