• Poemas

    HUECO EN EL TIEMPO

    Mientras
    el extrañarte  no es extraño
    la nostalgia se vuelve hábito
    y por tenerte el alma clama
    el corazón se debate
    en abanico de amalgama
    Allí
    surge un hueco en el tiempo
    en el profético pensar
    que el fuego se extinguirá
    en el abismo de ese
    perdurable silencio
    Pero
    surge otro hueco en el tiempo
    y estás presente, varonil
    con perfume amaderado
    exhalando en fuerte abrazo
    tus deseos contenidos
    hoy, tal vez mañana
    es  día de victoria
    los fantasmas ya no existen
    Imagen: Lua T.
  • Poemas

    ESCARCHA OTOÑAL

     
     
    La escarcha
    cubrió las heridas
    del pastizal reseco.
    La luna
    bañó con sus claros,
    del mar se hizo eco.
    La ducha
    tibia amanecida,
    se transformó en el tiempo.
    Quitó horas al día
    y en remolineo,
    cabizbajo y retraído,
    acabó perplejo,
    en el umbral rojizo
    de una nube sin fin,
    que en soledad
    bautizó desierto.
     

  • General

    ACUERDO

    Parecía existir un singular acuerdo entre la lluvia y el sol, acuerdo tácito al que nunca hicieron alusión, vaya uno a saber cuál era la decisiva finalidad. No era frecuente el encuentro. Por entre el acero de los nubarrones aparecía de vez en cuando un resplandor pálido de laxos brazos. A ras de tierra el mezquino correr del viento del que aprovechaban, pretenciosos por secarse,  los charcos rojizos. En las alturas los nubarrones crecían, se multiplicaban. 
    Al fin la luna irrumpió impetuosamente. 
    Él, que ansioso esperaba el cambio a buen tiempo, entornando sus ojos, apuntó una mirada lejana, bajo el sombreado de venturosos árboles que sacudían sus hojas, desparramando gotas que se prendían a su pelo, llenándose de una cercana dicha, regocijado por los frescos perfumes de un recuerdo reciente. Respiraba su presencia tan ligera como la suave brisa que indicaba un buen presagio.
    Los nubarrones desaparecieron, el sol tímidamente se internó tras ellos y la luna llena reinó en la galaxia regalando sueños. 

    Imagen: Sergio D. V.

  • Poemas

    EL ÁRBOL

     
     
     
    Fue echando raíces,
    al compás del tiempo,
    muy superficiales,
    tal vez sin darse cuenta.
    Un día el mecer del viento
    lo recostó sobre el ramaje
    de su fuerte cuerpo,
    perdiendo sus cimientos.
    Angustiado y triste,
    quiso volver en pie,
    con sus ramas pesadas,
    no se pudo mover.
    Y en el filo de la luna nueva,
    se postró el alfil,
    se durmió en silencio
    sin sus flores carmesí.
     
    Imagen: Gentileza R.E.Ch.

  • Poemas

    VOCES

    Las voces se han callado,
    decidieron aislarse
    quién sabe hasta cuándo;
    tampoco se sabe adónde.
    Puede ser que el canto,
    se atragantó en el llanto
    de una nube rosa o quizás azul.
    Fueron bellas voces
    que vivieron por mucho tiempo,
    detrás de un cerro
    cubierto de vegetación.
    Pudo haber sido un incendio,
    ocurrido hace unos años
    y se durmieron
    sobre la tierra, sin viento
    para avivar las cenizas.
    O quizás las gargantas se cansaron
    y en silencio se quedaron.
    O tal vez el humo
    atravesó el firmamento
    y hoy pasean en las nubes
    de algún tibio aliento.

    Imagen: Javier T.

  • General

    EN EL VAIVÉN DE LA VIDA

    Si pudiéramos
    superar el sube y baja de nuestras vidas
    y acomodar nuestros deseos
    en la realidad de estos tiempos
    el equilibrio entre lo tuyo y lo mío
    estaría al alcance de la mano
    y todo sería distinto.
    Sortearíamos el puente
    romperíamos el muro
    y entre los dos, seríamos uno.
    Imagen: Gentileza de R. E. Ch.
  • Poemas

    PÉTALOS

     
     
    En último acorde de un te quiero
    dormitó sobre una nube de topacio.
    Doblegada en el tiempo
    navegó esfumándose en el espacio.
    Qué difícil la vida
    cuando el sentimiento fluye en canto
    y el tiempo en el viento se lo arrebata.
    Perdura un manto de esperanza
    en alas de pétalos escarlata.
    Fotografía gentileza de Rub. E. Ch.
  • General

    Sueño y realidad

    SUEÑO Y REALIDAD
    Mientras dormía, una araña de cuerpo pequeño y largas patas, de color rosa brillante, correteaba por el piso mientras tejía su tela entre sillones, mesas, y cuanto mobiliario encontraba en su camino. Maru, mi diminuta mascota color canela, ojos saltones y orejas erguidas, la perseguía. No supe distinguir si la quería ahuyentar o la invitaba a jugar. Yo la corría para pisarla pero el invertebrado depredador  se divertía zigzagueando. Su agilidad le salvó su  vida.                                 
     El canto del zorzal me despertó. Mis  piernas tomaron prisa sin igual, no debía perder ni un minuto. La ducha tibia ayudó a despejar mi  modorra.  En la cocina las burbujas y el vapor del pico de la cafetera indicaban el punto justo del agua para el café.  El aire corría diferente, se aproximaba el gran momento. El medidor del tiempo señaló la media mañana. Los minutos se acomodaban desplazándose con pereza de viernes, contrapuestos a mi corazón que latía una vez más con entusiasmo. Y recordé aquella hoja, cuando lejos de ti, navegaba por el mar calmo en tempranero paseo por la playa, hoja que dejó su árbol y tomó el  camino naviero hacia el amor, entregándome las caricias que tú me enviabas.  ¿Llegará nuevamente ese  día para regalármelas, para hacerme sentir que vivo todavía? …mi mente también nadaba.
    El tiempo vuela a través del viento,  y el amor atraviesa  distancias. Allí estabas todos los días. Y ahora mientras quizá mi mascota juguetea con la pequeña araña enredándose en su tela,  me aferro a tu cuerpo entrelazando nuestros brazos,  vestidos simplemente con la tibieza de la piel. 

  • General

    CREPÚSCULO EN FLOR

    Algo distinto, eso quería, y el crepúsculo se subió a una goleta. No le bastaron los mares, eligió las nubes y recorrió el mundo.  Vagó por los aires cálidos y fríos, divisó solfataras, prados y ríos, hasta que lo derrumbó el cansancio. Una nube acogedora que en silencio lo observaba le ofreció cobija y cariño y desde allí el crepúsculo meditó varios días. Hastiado y disconforme con su ociosidad, volvió a su mundo. Encontró una nube transparente y la eligió como posada, desde allí podría ver todo lo que lo rodeaba. No muy lejos y en descenso vio un gran árbol cubierto de flores rosa violáceo. Sus despertares eran alegres al verlo tan elegante y perfumado, tanto así que con su aroma atrajo a los pájaros, quienes se resistían a dejarlo. Sus nidos tenían su propio jardín, las flores del lapacho, esas que sin saberlo, embarcaban un destino. El crepúsculo, intuyendo lo que avenía, soltó su voz: -¡No se vayan, yo las quiero! La nube transparente despertó y al unísono lo acompañó:-¡Cuidado!-. El alerta llegó a destiempo. La ráfaga no se apiadó y llena de envidia por tanta belleza se hizo cargo de destruir aquel paisaje esplendoroso. El crepúsculo se durmió, triste y adolorido, impotente, exhausto por sus gritos. Pero los pétalos altruistas descansaron unidos en el suelo, se secaron las lágrimas  provocadas por  la lluvia y alfombraron el camino de la ciudad sin truenos. Atesoraron su sueño y su destino, el de brindar a los lugareños su belleza montesina. Cuando el crepúsculo despertó, sonrió contento al ver adornado y enaltecido su sueño. 
    Imagen: Manu C. R.
  • Poemas

    UN DÍA DIFERENTE

    Diferente hoy
     
    Entre sueños
    voy zallando hacia tu piel
    entre abiares y el andel.
    Un amanecer diferente
    en vuelo de sensaciones pétreas
    registro mi rostro.
    El mundo gira y
    a mi alrededor tu recuerdo.
    Busco tu rastro en mi almohada
    un aroma que perdura
    me devuelve la calma.
    Música lejana
    de fiesta trasnochada
    risas, voces, canto
    se filtran por mi ventana.
    El tic tac del reloj
    me revela el tiempo.
    Hoy, domingo diferente
    ausente el canto
    de gorriones alegres
    gorjeo de palomas y zorzales
    y un postergado  viaje.
    El mundo sigue su ritmo
    en el ruido de automotores
    el círculo no se detiene.
    La presión no perdona.

    Imagen de Free-Photos en Pixabay