• Poemas

    TU BESO

    Te  busqué…
    en las nubes,
    solo vi tu boca,
    guardabas un beso.
    Silencioso,
    ¡Tanto amor!
    que a mí me convoca…
    Dentro mis entrañas,
    seduce, sofoca,
    se duerme,
    me acaricia,
    con tu piel
    me toca.

    Malania
    Imagen propia

  • Poemas

    SIMPLEMENTE TÚ

    ¿TODO para qué?
    ¿Si no te tengo?
    Te necesito
    en cuerpo y alma.
    En el tiempo
    y en el espacio,
    ahora, aquí,
    pero también a la distancia.
    ¡Es que te extraño tanto! …
    No puedo vivir
    sin verte tanto tiempo.
    No puedo vivir
    sin decirte que…
    TE AMO

    Malania

    Imagen: Propia

  • Poesía

    TODO AMARILLO

    Un camino muy largo,
    parecía ser un túnel,
    algo así como el túnel del tiempo.

    A lo lejos, ya casi al final
    se divisaba un inmenso faro.
    La luz era tan intensa
    que hasta en sus ojos se reflejaba.

    Se encendía fuertemente,
    y de a ratos, entre nubes titilaba.

    Muy despacito se consumía
    hasta que en lucecita
    muy pequeña, se convertía.

    Pero nunca se apagaba.
    Su corazón fuertemente latía,
    a que la siguiera, la empujaba.

    Entonces,
    corrió la niña, ligera, en la brisa
    por el camino hacia la playa,
    los pies descalzos, el alma tranquila,
    el sol la abraza, el mundo calla.

    A los lados, aromitos –espinillos-,
    como guardianes dorados del día,
    todo reluce, todo amarillo,
    también su vestido, también su alegría.

    A lo lejos, se encuentra el destino:
    entre espuma salada y reflejos fríos,
    el corazón duda entre dos caminos:
    se une en un beso el mar y el río.

    Y ella corre, danza, no se detiene,
    como si un sueño es lo que persigue,
    como si supiera que el tiempo viene
    a llevarse eso que el alma abriga.

    Malania

    Imágenes: Gentileza de Antonio M. N. y propia

  • Poesía

    TU MAR MI RÍO

    Tus ojos muy asombrados
    han fijado su mirada
    en el agua de la oleada
    de un mar embravecido.

    Que en día refulgente
    y actitud inexplicable
    borraba huellas adorables
    de pisadas en la arena.

    Tu cuerpo tendido a pleno
    sin contar labor alguna
    se tiñó dorado y bello
    borrando rastros del tiempo.

    En el otro extremo del Globo
    mis ojos muy absortos
    penetraron su mirada
    en muy apacible río.

    La brisa lo acariciaba
    meciéndolo en tierno lecho
    como mezquinando al tiempo
    para olvidar al frío invierno.

    Manaban miles burbujas
    de su cálido interior
    lo besaban y acariciaban
    con timidez y fulgor.

    Soñoliento y agobiado
    se extendía al fin el día
    tú, en la lejana España
    yo, en esta tierra querida.

    Si se unieran algún día
    mar y río, río y mar
    la bravura dormiría
    en brazos del río en paz.

    Malania

    Imágenes: propias

  • Poemas

    A LAS CINCO

    Me acurruqué junto a ti,
    sin ti,
    antes del alba
    a las cinco de la mañana.
    Me levanté,
    no te vi
    pero te sentí;
    estabas conmigo.
    Y así
    con tu compañía,
    en vuelo de palabras,
    humeantes
    como el café
    de tantas mañanas,
    me quedé dormida
    en el umbral
    de mis deseos,
    sin presenciar
    tu regreso
    y tu partida.

    Malania

    Imagen de la red.

  • Efemérides

    PASCUA

    Pascua, Pascua de Resurrección, Pascua Florida, Domingo de Pascua o Domingo de Resurrección, es la fiesta del cristianismo en la que se conmemora la resurrección de Jesucristo, al tercer día después de haber sido crucificado, de acuerdo a los Evangelios.
    La Pascua marca el final de la Semana Santa. La fecha no se indica según el calendario civil. Es por eso que cada año es diferente y varía entre el 22 de marzo, -fecha que comienza la primavera o el otoño según el hemisferio donde vivimos- y el 25 de abril.
    Durante este día se celebran en distintos lugares del mundo, procesiones religiosas, celebraciones litúrgicas. Las costumbres varían en todo el mundo cristiano. La decoración de huevos de Pascua es algo común en muchos países del mundo occidental. También hay una serie de platos tradicionales que se preparan para esta fecha, variando según la región y la cultura.
    En Argentina, por ejemplo, no puede faltar la rosca de Pascua (pan dulce decorado) y los huevos de chocolate, entre otros comestibles.
    Muchas familias preparan la canasta con alimentos de las tres especies, animal, vegetal y mineral, y llevan a bendecir a la Iglesia del barrio el sábado por la noche.
    Los alimentos se comparten en el desayuno y/o almuerzo del Domingo de Pascua.

    Malania

    Info e imágenes de la red.

  • Relatos

    DÍA DE AYUNO Y ABSTINENCIA

    Durante mi infancia, en casa de mis padres, la Semana Santa tenía un silencio especial, como si el tiempo caminara más despacio, sin apuro.
    El día Viernes Santo nos despertábamos temprano, como casi todos los días, ya que dormir hasta tarde era de haraganes.
    Nos levantábamos y casi sin hablar, nos higienizábamos y uno a uno nos íbamos peinando sin mirarnos al espejo. El espejo, de hecho, estaba dado vuelta contra la pared desde la noche anterior. No era una prohibición explícita, pero sabíamos, mis dos hermanos y yo, que así tenía que ser. Mirarse era una forma de distraerse, de entrar en la vanidad, y ese día no era para eso.
    El desayuno era sencillo y calmo: té negro, fuerte y con muy poco azúcar, acompañado de galletas sin grasa y tostadas. Nos sentábamos juntos, pero no hablábamos. Cada uno tomaba el calor de la taza como si fuera algo sagrado.
    Durante el día comíamos solo si teníamos hambre, y lo hacíamos con un respeto casi ritual. Nada de carne, y ningún alimento de origen animal, ni siquiera caldo, porque ese día se encendía el fuego en la cocina a leña solamente para el té y el mate de la mañana. Las batatas al horno hechas la noche del Jueves Santo, llenaban la casa de un olor dulce y terroso, y la mandioca hervida también el día anterior—con apenas un poquito de sal— nos recordaba que la sencillez también puede ser abundancia. A veces, le poníamos un hilo de miel de caña, como un gesto pequeño de dulzura.
    Por la tarde, el maní tostado rompía un poco la quietud, con ese crujido que parecía más fuerte de lo que era. Y la palta, con azúcar por encima, tenía algo de postre secreto, aunque sabíamos que no era para celebrar, sino para acompañar el recogimiento.
    No se escuchaba música. Estaba prohibido, aunque nadie lo decía en voz alta. Y tampoco hablábamos fuerte. Las palabras eran pocas y suaves, como si alzarlas demasiado pudiera romper algo que no veíamos, pero sentíamos.
    Así pasaba el día. Con un ritmo distinto, casi suspendido. No era tristeza, tampoco alegría. Era otra cosa, un día de duelo. Una forma de respeto. Una manera de habitar el tiempo con cuidado.

    Malania

    Imagen: de la red

  • Poemas

    MARIPOSA CANSADA

    Una mariposa anaranjada
    me hacía compañía.
    Eso es lo que creía.
    La encontré sobre una roca,
    con sus alas abiertas,
    parecía muy cansada.
    Quizás estaba hambrienta
    o necesitaba beber agua.
    Le acerqué unas miguitas
    y una tapita con agua,
    pero no se movió para nada.
    ¿Estás enferma? – Le pregunté,
    por si así se inmutara.
    Pero nada de eso pasaba.
    La dejé tranquila un rato
    solo la miraba, por si acaso.
    Llegó la hora de irme
    sola no quería dejarla.
    Con una hoja y suavemente
    acaricié sus alas.
    ¡Estaba dormida!
    Salió volando asustada.
    Quizás ¿me estaba espiando?
    ¿Una mariposa disfrazada?
    ¿Era una mariposa o un alma?
    Mis secretos se llevó,
    ya no podré encontrarla.

    Malania

    Imagen de la red, gentileza de Ricardo Gamero.

  • Poesía

    PUESTA DE SOL

    Sentada junto a un banco solitario,
    contemplaba la puesta de sol.
    Quizás un alma perdida,
    en una embarcación sin guía,
    acunada por el río,
    miraba pasar la vida.
    Detrás de mí las casas,
    en un tranquilo barrio, esparcidas,
    sin ruido alguno, parecían dormidas.
    Las aguas muy despacio corrían,
    como cauce estancado parecía.
    A lo lejos el ladrido de perros
    el silencio rompía.
    Comenzó a mover las hojas
    una suave brisa.
    El aroma a bizcocho recién horneado
    me abría el apetito sin prisa.
    Los cristales de mis anteojos
    ya no me ayudaban,
    no tenía un panorama nítido.
    Era hora de dejar el lugar,
    mi piel sentía frío.
    El sol se había escondido, tras el mismo río.
    Sentí que ese instante me envolvía
    en un otoñal y agradable rocío.
    En casa me esperaban para la cena,
    creían que me había perdido.

    Malania

    Imagen: Noe G.

  • Poemas

    SÉ QUE EXISTES

    Sé que tú existes
    sé que estás allí,
    también sé entre otras cosas,
    te quiero solo a ti.

    Cuando tarde en la noche,
    sueño contigo,
    de repente me despierto
    y pienso…
    ¿soñará él, también conmigo?

    Hoy miraré el cielo,
    para bajar una estrella,
    para enviarte con ella,
    todo mi amor por ti.

    Y en el último día del año…

    Hoy dormiré despierta,
    para tenerte a mi lado,
    para rogar que te quedes,
    que no estés apresurado.

    Sembraremos amor,
    y en el mar nacerán rosas,
    la escarcha sentirá calor,
    se llenará de azules, blancas, rojas.

    Malania

    Imagen: Propia

  • Poemas

    ENTRE CERROS

    Corre el viento tras la neblina
    hasta llegar al cerro.
    El árbol vigila,
    por momentos quieto.
    Su sombra preciada ampara
    al caminante más inquieto.
    Los cerros murmuran
    los guardados secretos.

    Malania

    Imagen: propia