Poesía

ARDUO TRAJÍN

La carreta
por fin alcanzó el mar
y los niños
respiraron convencidos
de que allí iban a quedar.
Cada cual
frente al mar
retuvo un tinte
un susurrar
una vibración
una fragancia
un compás.
Cada cual
vivió
a su manera
el gigantesco mar.
Un viejo vehículo
los recogió.
En la baca
llevaba cajas
con alimentos:
carne de vaca
y abundantes frutos
jabuticaba, ubajay
guabiroba, cerella
y tantos otros
frutos tropicales
que los niños
pudieron disfrutar
durante el camino
a ese desconocido lugar
donde terminó su andar.Malania

Imagen propia
                                 
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