• Poemas

    LA MUJER EXHAUSTA

    Decidida en las mañanas
    sale a caminar
    en fresca alborada
    esa mujer callada
    para no despertar
    a ninguna nube
    con gotas de agua.
    Encuentra los primeros claros
    de luz amanecida
    a medio camino
    del total de la escalada.
    En la primera esquina
    un ceibo en flor
    se mece con el viento
    pintando la alborada.
    En la segunda
    una casa tapiada
    sin latidos, sin misterios
    simplemente abandonada.
    En la tercera
    un grupo adolescente
    ojerosos, resacados
    esperando el colectivo
    para la vuelta a casa
    y el zorzal con sus trinos
    anunciando la mañana.
    La mujer sigue el camino
    ya con su frente sudada.
    Bajo la sombra de un haya
    plantada junto a una tala
    con su madera blanca
    sombrea los lentos pasos
    de la cansada dama.
    Ella desoja
    la lejanía mágica
    sin divisar la lluvia
    o una azul gota de agua.
    Como siempre él
    ausente la acompaña
    en cada paso
    deshojando letras
    de cautivantes palabras.
    Detrás de una ventana
    la dueña se ahoga
    en letras no claras
    o quizás la niñera
    cuida una mascota
    o tal vez un iluso mago
    compra una caracola
    y una concha azul
    al mar que la albergaba.
    O quizás nadie.
    La mujer exhausta
    por larga caminata
    vuelve feliz a su casa
    a través de la arboleda
    y el camino rojizo. 
    Abre el grifo
    y en el agua de la ducha
    escucha
    del poeta una balada.
    Malania
    Imagen: M. J. T.

  • Prosa Poética

    LA NIÑA Y EL SOL

    Ella vivía en el sur y por razones de salud, tuvo que buscar un lugar con clima diferente. La zona subtropical del litoral argentino fue la opción elegida.
    El sol de verano suele ser despiadado y a veces despistado, pero siempre que quiere nos deslumbra con inigualable su claridad.
    En vez de esconderse por detrás de las nubes o caer en el horizonte, a veces prefiere hundirse en las aguas del lago, contrariando las leyes de la naturaleza. O quizás se sumerge para refrescarse después de haber brillado con su luz todo el día, una luz muy cálida que regala y broncea a los humanos, y sofoca a los animales. Las palmeras y otros árboles son los únicos testigos de su desnudez.
    Mañana cuando despierte lo sabremos, si sale resplandeciente y fresco tras las nubes o descubierto.
    Para recibirlo, ella lo sorprenderá con un atuendo diferente, un vestido de encaje de algodón blanco y un chal de lanilla bordado en violeta y naranja, para contrarrestar el aire fresco de la mañana. Se pondrá zuecos de cabritilla suave, con una flor bordada en lentejuelas plateadas para que el sol las bese y se refleje en ellas.

    Malania

    Imagen: N. C. G.

  • General

    UN DÍA MÁS

    El sol se levanta cada vez más tarde.
    En mi caminar tardío
    busco la frescura y el aroma
    de los pétalos floridos
    pero solo hay hojas al pasar.
    Corre un nuevo día 
    colmado de monotonía.
    El mundo entra en la noche
    desaparece el sol
    ya no juega él
    con sus rayos en las vidrieras.
    Sus colores han enmudecido
    en la densa sombra
    ahoga toda la alegría.
    Calla el eco de los murmullos
     y me duermo pensando en ti.
    Malania
    Imagen: M. J. T.

  • General

    PÁLPITO

    En el teatro de la vida
    las frías lágrimas
    se escurren y se esconden
    detrás del agudo silencio.
    Desde un afelio enigmático
    nace mi pálpito obnubilado
    en vuelo de aromas
    a canela y miel,
    almizcle y sándalo.
    Bendito pálpito
    me revela tus piruetas
    para llegar hacia mí
    con esa discreción
    propia de tu hombría
    allá, a lo lejos
    detrás del agudo silencio.

    Malania

    Imagen: R. M. T.

  • Poemas

    CORAZONES EN EL LAGO

    A veces, no hacen falta palabras para describir lo que vemos.
    Hace unos días, el firmamento se pintó de fiesta
    y el viento, de un soplo,  se encargó de desparramar,
    desde el amarillo y el rosa naranja,
    el gris tornasol como globos en el cielo.
    Dos corazones descendieron
    y en el lago junto al mar se fundieron,
    uno junto al otro por siempre permanecieron.
    A lo lejos dos árboles se tornaron negros
    para descansar en la noche que,
    junto al rocío, iban cayendo lento.

    Malania

    Imagen: P. M.

  • Prosa Poética

    VOLVER

    Cerraron los ojos y en la costanera libre de transeúntes,
    escucharon nada más que el mecer del agua envuelto en total silencio.
    No hubo ni aleteo de aves ni tic tac de relojes.
    Todos los ruidos habían enmudecido.
    Por un momento pensaron que el tiempo se había detenido.
    Sus respiraciones se adaptaron al mismo ritmo y sus corazones latían en igual compás.
    Les pareció imposible que pudieran volver a verse.
    El sol los espiaba desde su nacimiento y pronto los envolvió en luminosidad y calor.

    Malania

    Imagen: R. E. S.  

  • General

    NADA PLÁCIDO

    En los abismos de ensueño estaba,
    alguien la zarandeó por los hombros.
    Perplejo el rostro de “Tal” la despertaba
    desde el rincón donde el fogón crepitaba.
    La tensión se espesó en penumbra de sala
    lo ocurrido al pie del umbral no recordaba.
    “Tal” quería que con él ella se casara.
    En un movimiento impulsivo y abrupto
    expresó su descontento,
    la ira la cegaba
    y con pétalos amargos le roció la cara:
    Que por donde vino se fuera
    que su libertad no la cambiaba
    que no lo quería, no lo amaba
    y de casarse jamás, ni lo pensara.
    Solo al que un día atravesó el umbral,
    aquel que con un halo de besos la cubrió
    y con su perfume en el ascensor la inundó
    para nunca más volver atrás,
    sólo a ese hombre
    ella todavía amaba.

    Malania

    Imagen de la red.

  • Poesía

    VAPOROSA

    Misteriosa
    se balancea con el viento.
    Adsorbe corpúsculos
    diminutos de la flora.
    Se asoma
    y el balcón adorna.
    Afloran zarcillos
    expanden su aroma.
    Atrae sonrisas
    de algunas personas
    cuando sobre ella
    se posa una alondra.
    Un canto a la vida
    la tristeza borra.

    Malania

    Imagen: M. J. T.

  • General

    ATARDECER DOMINGUERO

    Durante toda la mañana el crepúsculo se cernía gris sobre el barrio, pero a la tarde y a la distancia, el color naranja pintaba el cielo y colmaba de buen humor a todos, con luces resplandecientes que se reflejaban en el lago.
    Durante la mañana el agua bajaba borboteando por las calles terradas y otras de piedras, que por la misma erosión, emergían lavadas por la lluvia.
    Ella, desde el primer piso contemplaba junto a la ventana las siluetas de palmeras y otros árboles que se fundirían con el anochecer. Mientras él preparaba la comida, los perros del barrio esperaban el convite.

    Malania

    Imágenes: N. C. G.

  • General

    EL FARO


    Surcando el mar de los instintos, a tientas, las olas acarician la ribera.
    En un ir y venir insinuante,  tientan a adentrarse en lo profundo de sus aguas. La marejada y su bravura tiñen de blanca espuma las húmedas  arenas donde se yergue el faro que penetra con su luz hasta la calma donde nacen las mareas.
    Autor: Patricio Massa.

    EL FARO.

    Un mar bravío
    por los impulsos del viento
    rompe las olas contra la ribera
    dejando marcas mojadas,
    azotando toda la costa.
    La tímida playa de arena
    queda sumergida
    bajo el agua helada.
    El faro es testigo
    de la crueldad marina
    con que los peces bailotean
    buscando un respiro.

    Son dos escritos sobre un mismo tema pero con puntos de vista diferentes.

    Malania Nashki

    Imagen de la red