Poemas

  • Poemas

    EL ARTISTA

    Rezagado por el frío
    admitió, que el silencio
    lo dejó dormido.
    Improvisó un poema
    con versos aislados 
    y sentimiento fino.
    Perfiló su musicalidad  
    completa y sin liviandad.
    Presentó su escrito
    en respuesta artificiosa
    al murmullo de su voz interior.
    Mencionó a las hojas de colores
    que adornaban el telón,
    y que por el tiempo transcurrido
    destiñeron por el sol.
    También citó a su ausente amor.
    Los espectadores embelesados
    aplaudieron su obra.
    Él, con sensualismo fácil
    y aspecto despreocupado,
    ocultó un instinto sagaz,
    escudándose
    en las miradas humanas
    de ojos amarillos
    y resplandores estrellados,
    todos al aire libre
    bajo la misma luna llena.

    Imagen: R. E. Ch.

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    FLOR DE LOTO

    Con eurítmico balanceo
    flota una fina flor
    en la espejada laguna.
    Húmeda y sensual,
    besa el agua y escucha
    el murmullo de los peces,
    que se le acercan
    para acariciar sus raíces.
    Ella con premura
    agita sus pétalos,
    se balancea armónica
    y en artificiosa calma
    huye y se refugia
    entre los juncos y sus ramas.

    Imagen: R.E.Ch.

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    HOJAS OTOÑALES

    Mece el viento,
    sonoro y dúctil,  
    deshojando ramas.
    Las hojas se posan
    adornando el suelo,
    las piedras gozosas
    cultivan poesía,
    encanto suficiente
    que barre melancolías.
    El pavor desaparece
    con semejante compañía.

    Imagen: R. E. Ch.

  • Poemas

    DÍA DEL ESCRITOR

    POETA

     
    A ti, que eres POETA, que te explayas en tus versos. (Sin distinción de sexo)
     
     
     ¿Hacia quién diriges tus versos poeta? esos que engalanan el alma.
    ¿Hacia dónde apunta tu vector? Quizás a la misma calma,
    la que se conecta a tu vuelo, para posarse en llama,
    mientras ve en destellos, que te alejas en silencios,
    esos que desatan prisa, para volver a casa,
    los que tiernos acarician,  y a la vez atrapan.
    ¿Hacia dónde viajas rapsoda? En las noches arboladas
    rociadas de encanto y cosechas de mil llantos.
    ¿Adónde llevas tu alegría? En tus viajes de premura
    cuando abrazas armonía de tu encanto y tu ternura.
    ¿A quién visitas poeta? Con tus versos perfumados,
    con azahares ardientes, en besos apalabrados,
    navegando por los mares; besos que vuelan en nubes,
    hasta posarse en un velo, de los que vierten miel,
    hasta albergarse en un pecho y aquietarse en un lecho,
    encallados en la piel, de alguna dama fiel
    o de algún caballero inquieto.
    ¿Dónde estarán esos besos, que el deseo los reclama,
    los que enamoran y aflaman, en tiempos desordenados?
    Ven poeta, clama al viento, que el reposo te hace falta,
    para gozar en ti mismo, de todo lo que te exalta,
    de caricias primorosas, de ermitaños apagados
    exhalando lo aprisionado. Sé feliz.
     
    Imagen: G. F. T. 
  • Poemas

    EL CALAFATE

    En un territorio distinto
    nada nuevo sorprende,
    nada es discutible.
    La luna ensaya una sonrisa
    sin mucha prisa.
    El sol muy elegante
    no quiere ser un faltante.
    Con sus refinados rayos
    a una nube azulada acaricia,
    y con un virtuoso estilo
    de permanecer entretenido,
    con fenómenos irracionales,
    el sol derrite a la nieve
    con múltiples y cálidos abrazos.
    Mientras tanto,
    las montañas se sonrojan
    y se descubren en rosas.

    Imagen: Gentileza de N. V. S.

  • Poemas

    SOL Y LLUVIA

    En el tren de medianoche,
    las sombras se opacan y se aligeran azuladas.
    Algunos instantes se vuelven ventosos y grises.
    Al amanecer, aparecen gotas gruesas y frías
    humedeciendo las mañanas.
    A mediodía, el sol ofrece con escasos trazos
    una cruda iluminación.
    Las tardes se vuelven poesía
    con toda su dimensión,
    y a través de mi ventana
    contemplo, con nostálgica alegría,
    las capotas, invertidas
    con felpillas de color,
    sin conocer su origen ni su sabor,
    si son plantas o algas marinas
    persiguiendo algún extraviado camaleón.

    Imagen: R.E.Ch.

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    CAMELIA DESNUDA

    En el espejo de agua
    las imágenes se invierten.
    Debajo del atavío verde oscuro,
    que contrasta con el verde manzana,
    hay una visión no fugitiva,
    de un refugio en perspectiva,
    en búsqueda persistente.
    de una sombra transparente
    que descubra
    a una camelia desnuda,
    que quizás esté escondida
    en las profundidades del lecho húmedo.

    Imagen: Gentileza de R.E.Ch.

  • Poemas

    GOTAS AZULES

    No molestan las gotas azules
    a las hojas negras,
    no abruman con su perfume
    a los grillos de la selva.
    El olor a tierra mojada
    envuelve a la alborada.
    Hay un tesoro escondido
    en la soñadora tristeza de una mirada,
    mirada de ojos azules
    que de vez en cuando,
    derraman algunas lágrimas.

    Imagen: Gentileza de R.E.Ch.

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    NATURALEZA MÁGICA

    Una estrella fugaz desplegó su cola
    y con ella un puñado de palabras,
    como si fuese una guirnalda
    de flores color malva.
    Frente al espejo colorido
    con sus ojos almendrados,
    contemplaba el mar en calma  
    con imaginación obsesionada.
    La estrella se internó en las aguas
    y con ella rodaron las palabras,
    que flotaron extraviadas
    formando flores crepusculares.
    Un absorto espectador
    inmóvil sobre la playa,
    insinuó una estrofa
    en una hoja desplegada.
    Sobre ella una crisálida
    con las iniciales de su nombre
    y vio nacer a una mariposa
    sobre un ramillete de flores pálidas.
    El espectador se dio cuenta
    que la naturaleza es mágica.

    Imagen: Gentileza de R.E.Ch.

  • Poemas

    REFLEJOS DE CARAMELO

    Con su inagotable acritud
    se sorprende
    ante la exuberante alegría
    de aquella dama de ojos pícaros,
    reflejos de caramelo.
    Se interna en un manantial claro,
    siembra un camino de flores
    del que nunca quisiera salir.
    Pero como nada es para siempre,
    un halo de tenue luz
    le indica que la vida,
    ardua continúa.
    Y bajo un cielo despejado
    emprende el regreso,
    entre la humareda gris
    de un cigarro encendido.