ENIGMA
Obcecado por el estudio del funcionamiento de las células de seres vivientes en todo el universo, comenzó a leer todo lo que encontraba sobre ellas.
Se enteró de que el entorno y todo el ambiente inciden en la formación del ser humano.
Que el ADN no controla la biología y que el núcleo no es el cerebro de la célula.
Que los seres humanos y también las células se adaptan al lugar donde viven.
Por eso cuando enferman, se debe buscar el motivo o causa en el entorno antes de que en cualquier otro lugar.
Se movió perezosamente en la reposera, cerró los ojos; y con el pensamiento puesto en aquella reacia célula, que quiso estudiar mediante un viejo microscopio en la escuela secundaria, se quedó dormido.
Despertó cuando el cielo fue oscureciéndose teñido de azul y despoblado de estrellas. Sonrió por tanta belleza ante sus ojos, se desperezó, y dispuso todo lo necesario para preparar su cena, con el pensamiento puesto en ese color que tanto lo apasionaba, el AZUL.