Prosa Poética

LETRAS QUE DICEN MUCHO

EN UN MAR DE VERSOS

De Patricio Massa

Las letras y yo.
Nos conocemos hace mucho.
Jugamos desde siempre.
Compinches de mil travesuras.
Cabalgamos los renglones sin mayúsculas ni minúsculas saltando puntos y comas, sembrando en palabras mi sentir.
Navegando en un mar de versos bajo un manto estrellado de sueños, a su trazo dejan estelas de mi pulso…y en lo más profundo de mi silencio, se sumergen a buscar la paz del corazón del niño que allí habita.

Por Malania Nashki

¡Cuántas cosas se pueden hacer con las letras!, minúsculas o mayúsculas, en diferentes tipos caligráficos.
Cuando empezamos a aprenderlas, solo nos enseñan a copiar y a identificar el nombre y el sonido de cada una.
Pero una vez que las identificamos las usamos a nuestro antojo.
Así surgen desde diminutas esquelas hasta voluminosos textos.
Desde cartas de amor hasta mandamientos judiciales que pueden alegrarnos o entristecernos e incluso, matarnos de un infarto.
La palabra escrita (o pronunciada) tiene mucho poder, y debería usarse con responsabilidad y respeto.
Recuerdo aquella esquela, tipo cartita de amor, arrojada desde la calle envuelta en una piedra pequeña, atada con un hilo. Llegó hasta el patio del colegio de monjas donde las pupilas estudiábamos, sentadas sobre troncos de árboles que luego de estar secos se convertirían en astillas para mantener el agua caliente del gran calefón. Esa piedra traía una declaración de amor.
Algo más que se quedó para siempre en mi mente: Las cartas de adolescente escritas desde el corazón. Las respuestas recibidas con esas letras perfectas, como dibujadas, por un aspirante de ingreso a las fuerzas de seguridad. O esa breve nota que decía: “Escríbeme, he borrado todos los contactos del teléfono y las direcciones de correo, y no tengo cómo comunicarme” procedente de un letrado muy querido.
Y así podría continuar citando letras entrelazadas, párrafos, y textos enteros.
Quizás dentro de esas elevaciones, montañas, cerros nevados, se amontonan las palabras, o quizás se deslizan con el agua cuando el sol calienta y se produce el deshielo.

Malania

Compartir:

2 Comentarios

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *