Querida Elsa, creo habertelo dicho antes, pero te lo vuelvo a decir porque realmente me maravilla el don que tienes para inspirarte con cuanto sucede a tu alredeor. Mi más sincera enhorabuena querida amiga.
Te dejo un abrazo inmenso con todo mi cariño.
Querida Marina: Esa aldaba está en algún lugar de España, no recuerdo bien adónde. A mí me gustó verla porque me imaginé a “alguien” tocando el timbre y también al artista reproduciendo algún sentimiento. Mi hijo la fotografió y aquí está de imagen ilustrativa para una de mis ocurrencias escritas.
Me alegra que te haya gustado y gracias por tan lindo comentario.
Abrazo gigante.
Que placer en letras, revivir mi niñez, que alguna vez, me encontró afinando puertas al compás de los toc toc toc de una aldaba que había en algunas casas que solía frecuentar
Paz y Bien Elsa
Me imagino, ese chiquillo de pantalones cortos, despeinado por el viento, piel dorada por el sol y una mirada pícara con la sonrisa en los labios, pero a su vez con el temor a ser descubierto.
Me alegro que te ha gustado y también por contar con tu presencia, Patricio.
MUCHAS GRACIAS.
4 Comentarios
Marina
Querida Elsa, creo habertelo dicho antes, pero te lo vuelvo a decir porque realmente me maravilla el don que tienes para inspirarte con cuanto sucede a tu alredeor. Mi más sincera enhorabuena querida amiga.
Te dejo un abrazo inmenso con todo mi cariño.
Malania Nashki
Querida Marina: Esa aldaba está en algún lugar de España, no recuerdo bien adónde. A mí me gustó verla porque me imaginé a “alguien” tocando el timbre y también al artista reproduciendo algún sentimiento. Mi hijo la fotografió y aquí está de imagen ilustrativa para una de mis ocurrencias escritas.
Me alegra que te haya gustado y gracias por tan lindo comentario.
Abrazo gigante.
Patricio
Que placer en letras, revivir mi niñez, que alguna vez, me encontró afinando puertas al compás de los toc toc toc de una aldaba que había en algunas casas que solía frecuentar
Paz y Bien Elsa
Malania Nashki
Me imagino, ese chiquillo de pantalones cortos, despeinado por el viento, piel dorada por el sol y una mirada pícara con la sonrisa en los labios, pero a su vez con el temor a ser descubierto.
Me alegro que te ha gustado y también por contar con tu presencia, Patricio.
MUCHAS GRACIAS.