• Poesía

    PROFUNDAS HUELLAS


    Las huellas sobre la arena quedan,
    en la quietud del amanecer,
    marcando el paso del viento
    que en la lejanía se pierde,
    como un suspiro lejano e intenso.

    El mar, profundo y vasto,
    rompe con su voz de espuma
    susurrando olvidados secretos,
    mientras las huellas, lineales y efímeras,
    se desvanecen con el viento.

    Han quedado huellas profundas,
    tanto como el amor que se esconde
    bajo la piel del tiempo, en la arena,
    donde el sol se alza con fuerza,
    y el amanecer despierta.

    Malania

    Imagen propia

  • Poesía

    ARENA ARDIENTE

    ¿Estás allí?
    Hoy haré de rocas, granizos,
    para endurecer mi mente,
    que no inflame tu frente
    y no invada tu ventana.
    Para verte en las mañanas,
    descansado en tu silencio,
    con sabor dulce y aliento
    de un aire lleno de vida,
    pensando en alguna parida
    con tus manos plasmarás.
    A través de atlánticas aguas,
    y granas de arena ardiente,
    tú, despejarás la mente,
    yo apaciguaré las llamas.

    Malania

    Imagen: propia

  • Relatos

    AMBIVALENCIA

    Una tasca tenebrosa de aspecto, y elevada en espíritu, donde se juntaban a diario los mismos clientes masculinos, -como si fueran pájaros a volar- a jugar al dominó o algún otro juego de azar y beber vino u otra bebida que les levantara el ánimo.
    Una mujer estrafalaria, con collares de perlas falsas, grandes argollas como aros, labios pintados de rojo sangre, cachetes colorados y sombra azulada en sus párpados, servía a los presentes, con suave e insinuante balanceo de caderas.
    Sus vecinos comentan que era buena con los niños y que hablaba con las plantas y con los animales.
    Dicen que las plantas sonreían como si fueran a responderle o se marchitaban según la ocasión y el estado de ánimo de su dueña.
    Los animales agitaban su cola cuando la veían llegar después de su trabajo, de un viaje largo que a veces realizaba, o de un rato de compras en el barrio.
    Nada distraída, pero sí demasiado bonita. Cuando vivía con sus padres, el jefe de familia temía que fuera presa fácil de hombres sin escrúpulos. Todos los hombres del barrio, la tenían en la mira. Pero Delia siempre cuidó cada detalle y nunca dejó entrar a ninguno en su casa. No confiaba en ellos, además casi todos tenían pareja, eran casados o tenían novia. Solamente uno, Felipe, era soltero pero no condecía con sus preferencias. Nada de él le llamaba la atención, solamente eran buenos amigos.
    Un día Delia viajó a otro país, como tantas otras veces lo había hecho, para acompañar a una pareja cuya mujer debía atenderse con médicos especialistas en un hospital, y no regresó.  La dueña de la casa donde alquilaba y vivía Delia, se hizo cargo de los dos perritos de la mujer, juntó sus cosas, las guardó por si acaso algún día volviera, y las guardó bajo llave en una de las habitaciones.
    Después de un tiempo, recibió una carta de Delia donde expresaba sus disculpas por no haberse comunicado antes y permitía a la dueña de casa, a regalar o hacer lo que quisiera con sus muebles y enseres que había dejado.
    La mujer a la que había acompañado para ser atendida en el hospital, después de un tiempo falleció. El hombre viudo, la conquistó, se casaron en ese otro país y allí establecieron su residencia.

    Malania

    Imagen: propia

  • Efemérides

    SAN JOSÉ

    19 DE MARZO DÍA DE SAN JOSÉ, PATRONO DE POSADAS Y DE SAN JOSÉ, MISIONES, ARGENTINA.

    San José es venerado como patrono de la Iglesia Universal y ejemplo de humildad, laboriosidad y fidelidad a Dios. Se lo conoce como San José Obrero por su oficio de carpintero, siendo modelo de trabajo y protección para las familias.
    Su festividad se celebra cada 19 de marzo, y el 1 de mayo, en honor a su rol como trabajador.

    Imagen e info de la red.

  • Poemas

    ATARDECER DE MARZO

    Como margarita invertida
    de centro blanco y pétalos amarillos,
    besa el río y se mira en su espejo
    y como si fuera poco
    se atreve, y con su brillo
    penetra aguas adentro
    hasta perderse en el fondo,
    silenciosa, haciendo eco.
    ¿Permanecerá allí hasta el alba?
    ¿O se irá detrás del horizonte?
    para coquetear con la noche
    hasta dormirse en sus brazos
    envuelta en su enorme manto.

    Malania

    Imagen: Rox E. S.

  • Poemas

    SOMBRA DE NUBE Y FUEGO

    Las nubes se alzan, suaves y lentas,
    dibujan sombras que la brisa lleva,
    mientras los rayos de sol, presentes, vibrantes,
    se cuelan entre palmeras, en un baile constante.

    Una nube, curiosa y sabia, toma forma de animal,
    de espaldas, gigante, mirando hacia el mar.
    De su boca surge en soplo, vapor caliente,
    como un suspiro del cielo, secreto y latente.

    El mar susurra en su azul profundo,
    reflejo del cielo celeste, inmenso y sereno,
    y al atardecer, el horizonte se tiñe de fuego,
    un cuadro de luz que calma el alma, lleno de misterio.

    Malania

    Imágenes: Guillermo F. T  y Gerardo S. V.

  • Efemérides

    DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

    El Día Internacional de la Mujer, antes denominado Día Internacional de la Mujer Trabajadora, se conmemora cada 8 de Marzo por la lucha de las mujeres por su participación en la sociedad y su desarrollo íntegro como persona.
    En la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas realizada en Copenhague en 1910, Clara Zetkin propuso y se aprobó la celebración del “Día de la Mujer Trabajadora”, que se comenzó a celebrar al año siguiente. La primera conmemoración se realizó el 19 de marzo de 1911 en Alemania, Austria, Suiza y Dinamarca. Luego se extendió a muchos países.
    En 1972, la Asamblea General de las Naciones Unidas, por Resolución 3010 declaró a 1975 “Año Internacional de las Mujer” y en 1977 invitó a los Estados a declarar, conforme a sus tradiciones históricas y costumbres nacionales, un día como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.
    En algunos países el 8 de Marzo es feriado laboral.

    Malania

    Info e imagen de la red.

  • Relatos

    POETA DE LOS ÁRBOLES

    A Paulina, de niña no le gustaba dar lecciones orales frente a sus compañeros de clase y prefería los exámenes escritos.
    Pero sí le gustaba estudiar de memoria poesías y declamarlas en los actos escolares.
    Siempre la elegían para eso, y disfrutaba poder decirlas sin cometer errores.
    Amaba las rimas consonantes más que las asonantes.
    Cuando adolescente, más que escribir le gustaba leer. Devoraba cuanto escrito encontraba a su paso. Pero las revistas y diarios, siempre hojeaba todas las páginas antes de empezar a leer, y –nunca supo por qué- siempre comenzaba por las últimas –de atrás hacia adelante-.
    Su madre la solía recriminar porque mientras almorzaba proseguía con la lectura. Luego, cuando ya se había recibido de maestra, abandonó ese hábito por respeto a las personas que compartían la mesa.
    Comenzó a escribir textos para niños, luego de amor y desamor. Pero hoy día le apasiona escribir sobre la naturaleza. Le gusta ilustrar sus escritos con fotografías propias o de personas allegadas, y que conocen su inclinación por ese tema.
    Son fuentes de inspiración, el firmamento en todos sus momentos y colores, con o sin nubes. El mar le apasiona, las flores, los árboles –sobre todos los de constitución rara-. A veces comparte la foto de alguno de esos árboles con su amigo Manuel, que también es un aficionado por ese tipo de imágenes.
    El rocío depositado sobre las hierbas y hojas de los árboles, o la tierra mojada, perfuman el ambiente al igual que las enredaderas de jazmines, eso afirma Paulina.
    Y cuando leyó en algún sitio web que hay una “poeta de los árboles”, se identificó y se sintió su clon. La otra, dice ser amante de las hojas caídas, pero Paulina prefería y prefiere amar las hojas en pie, verdes y coloridas.
    Hoy día descarta escribir poesías tristes, prefiere las bondades naturales y los animales, todo lo que da alegría a sus días.

    Malania

    Imagen propia

  • Poemas

    ATARDECER DORADO

    El sol se oculta tras un velo amarillo,
    en la vastedad de un cielo anaranjado.
    Las sombras se estiran, se hacen lentas,
    mientras la brisa acaricia el mundo callado.

    El gato negro duerme, tranquilo,
    su cuerpo reposa como molde petrificado.
    En la cama, su ser se extiende en paz,
    donde el tiempo se detiene, suspendido, marcado.

    El dorado se derrama en cada rincón,
    mientras el sueño del felino se adueña de la habitación,
    y el día se apaga en un suave suspiro,
    quedando el eco de la luz como un latido tardío.

    Malania

    Imágenes: Rosana G.B.  y M. Julián T.

  • Relatos

    ÉL NUNCA LLEGÓ

    Una vez una mujer, con unos años menos de los que hoy tiene, llegó a la terminal de ómnibus de una gran ciudad. Bajó de un micro de larga distancia, tomó su teléfono y marcó un número. Al otro lado, se escuchó el Hola del dueño del móvil al que había llamado. Pero de inmediato se cortó la comunicación. Y a pesar de su infructuosa insistencia, el sonido del contestador no hacía otra cosa que comunicar que la persona con la que intentaba hablar, había apagado su celular. La señora enmudeció, brotándole lágrimas de sus ojos. Permaneció parada un rato frente a una de las escaleras de la terminal, lo necesario como para dar tiempo a que él llegara, la persona a la que había llamado. Pero nunca apareció (ese día) y debió tomar cualquier otro medio para llegar a destino. Con un nudo en la garganta, la señora llegó a destino. Bajó su pesada maleta, la subió escaleras arriba y una vez dentro de su habitación desempacó lo necesario como darse una ducha y salió a caminar. Caminó las calles de la ciudad con sus ojos nublados y la mente en blanco, hasta conseguir un poco de calma y serenidad. Ese día la mujer hubiese sido Feliz si escuchaba que alguien que ella tanto amaba, le dijera aunque sea Te Quiero.

    Malania

    Imagen Propia